Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Abrax el Sangriento por Dave Gallagher

Abrax el Sangriento, también conocido como el Vagabundo Sangriento es un Señor del Caos de gran renombre, adorador del dios Khorne y blande la espada demoníaca Y'Khaggan. Abrax gobierna su partida de guerra sin que rivales potenciales cuestionen su poder.

Historia[]

Una tierra de leyendas oscuras[]

En las duras tierras del norte, no hay tiempo para mantener recuerdos. Cada día es un combate por la supervivencia contra las bestias monstruosas, los ataques de tribus rivales y el clima siempre cambiante que enloquece debido a las energías que fluyen desde los Yermos del Caos.

Las historias son materia de sagas y leyendas, que habitualmente tratan sobre grandes Campeones del Caos. Historias de guerreros como Ruarkh Espadapútrida o Shem el Brutal son conocidos desde las Montañas de los Lamentos hasta la Costa Norse. Sin embargo dos nombres destacan debido a la brutalidad de la leyenda que habla de ellos. Los ancianos solo hablan en susurros de la rivalidad entre Abrax el Sanguinario y Varesh Lenguadisforme por temor a que al pronunciar sus nombres puedan llegar a invocar su ira.

El Vagabundo Sangriento[]

La leyenda de Abrax el Sanguinario empieza en la pequeña villa Norse de Heimhal durante los terribles dificultades del llamado Invierno ennegrecido. Ese año, el poder del Reino del Caos había crecido y nubes de magia turbulenta oscurecían los cielos. Los cultivos y el ganado murieron en masa y los Norteños luchaban con uás y dientes por los restos. El joven Abrax se encontraba entre los pocos guerreros capaces de defender su villa y durante largos meses luchó una guerra aparentemente interminable contra todos los que le amenazaban. Cuando llegó el deshielo su mente había quedado alterada por el inacabable baño de sangre. Incapaz de dejar de matar, Abrax se volvió hacia los suyos y mató a todo hombre, mujer y niño de Heimhal. Khorne reclamó a su nuevo Campeón ese día y Abrax abandonó los restos ensangrentados de su hogar para labrase un camino rojo en las tierras del norte.

Tras Heimhal, Abrax el Sangriento vagabundeó sin rumbo, guiado por el capricho o el instinto hacia la gloria. En las laderas de la Roca Astillada arrebató el Filo Demoníaco a Y'Khggan del Príncipe Cruento, vinculando el arma con su voluntad mientras desmembraba a su antiguo dueño con ella. En los Escalones del Olvido, sobre el Desfiladero Aullante, combatió contra el Dragón Shurekk, cortando la cabeza de la bestia y reclamando su cráneo para el trono de su señor. Abrax cayó sobre una banda de guerreros con una sola arma, y los exterminó tan fácilmente como hizo con los desafortunados habitantes de los pueblos que encontró en su camino.

La marcha hacia el sur[]

Con el tiempo, Abrax el Sangriento fue conocido como un avatar de Khorne, una máquina de destrucción en busca de gloria. Allí donde pasaba, los devotos del Dios de la Sangre se reunían en torno a su estandarte esperando ganar el favor de este poderoso campeón. Tanto brillaba la estrella del Vagabundo Sangriento que quienes adoraban a Khorne se veían atraídos irremediablemente junto a Abrax, para prestar sus cuchillas de carnicero a su causa.

Fue este magnetismo maldito el que permitió que Abrax reconstruyera tan rápidamente su partida de guerra tras el enfrentamiento en el Templete de los Mil Ojos. El día después de haber escapado el señor de la guerra de Khorne se abrió paso a través de los guardias de la Tribu del Lobo Sangriento hasta el centro de su campamento y exigió su alianza incondicional. Los seguidores de Khorne de la tribu cayeron sobre los menos fieles en un frenesí sangriento antes de jurarle alianza.

Pocos días después tras una marcha agotadora hacia el sur, Abrax coronó una cresta rocosa y se encontró mirando un gran cráter en el que se combatía una batalla. Varios cientos de Guerreros del Caos luchaban unos con otros, matando y mutilando con abandono furioso sobre los cuerpos de aquellos ya caídos. Cuando Abrax cargó hacia ellos, la batalla cesó con un entrechocar de espadas final. Los guerreros supervivientes se giraron y doblaron la rodilla ante él. Rugiendo como uno solo, los guerreros saludaron a Abrax el Sangriento como su señor. Habían llegado de todo el norte, guiados por visiones hasta este cráter en esta hora, y habían luchado como Demonios por el honor de seguir a Abrax a la guerra. Estos eran los Masacradores de Khorne y formarían la columna vertebral de la poderosa horda de Abrax durante las siguientes semanas.

Cada día que pasaba más y más devotos del Dios de la Sangre emergían de los yermos para unirse a la partida de guerra. Unos Ogros Dragón conocidos como los Hijos de Krakanrok se unieron en las Tierras de la Bilis llevando ofrendas colmadas de cráneos para apaciguar a su nuevo amo. Al norte del Golfo de Kislev, la horda de Abrax se encontró las ruinas destrozadas de una capilla de Slaanesh. Entre las ruinas, una banda de Revientacráneos de Khorne y Caballeros del Caos estaban acabando una masacre de una horda de cultistas de Slaanesh. Cuando el último cuerpo cayó al suelo, los restos supervivientes de la caballería de Khorne ofrecieron su victoria como tributo a Abrax y sus vidas a su causa. Cuando la horda alcanzó la Hondonada de la Muerte se había convertido en una horda de furia que destrozaba la tierra por allí donde pasaba.

Fuente[]

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