La única manera de convertirse en alquimista es servir como aprendiz de un alquimista experimentado. Con demasiada frecuencia, sin embargo, la vida de un aprendiz es todo trabajo y nada de aprendizaje. El Aprendiz suele ser tratado como un criado sin sueldo, y pasa demasiado tiempo barriendo suelos y haciendo recados como para aprender mucho del arte de la alquimia.
No es ninguna sorpresa que pocos aprendices aguanten lo suficiente como para convertirse en alquimistas de valía.
Fuente[]
- Warhammer Fantasy JdR 1ª Edición, pág. 21.