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Dolgan ("la Auténtica Gente") es el nombre por el que se designan a sí mismos la variedad de tribus nómadas y clanes bárbaros de las estepas que viven en las colonias de las tierras del trigo.
Términos relacionados son chegan ("Gente sin Calor”) para referirse a humanos no-dolgan y chetegan (“bestias sin valor”) para referirse a los no-humanos. Cada tribu lleva el nombre del espíritu jefe honrado por sus chamanes (por ejemplo, los Dolgan Heama reverencian a Heama, uno de los espíritus del fuego).
Los Dolgan de las estepas occidentales suelen recibir el nombre de "Dolgans del Río" por parte de los kislevitas, porque sus migraciones estacionales siguen durante parte del camino de los ríos de la zona. A veces hay noticias de guerras entre tribus más al este, pero los Dolgan del río son pacíficos en comparación con las tribus del este. Ciertas tribus incluso han llegado a un acuerdo con los colonos sobre derechos de paso y lugares tradicionales de acampada.
Descripción[]
En las estepas, la cultura Dolgan gira alrededor del ganado y el caballo. Los ganaderos se dedican a la preservación de los animales de la tribu y la atención a las necesidades tribales: una ocupación respetable, pero carente de encanto.
Los jinetes son la élite aristocrática de los Dolgan. Aunque ayudan a mantener unidos los rebaños en movimiento, no tienen ninguna otra responsabilidad. Su principal ocupación es la de mantenerse en la cumbre de sus habilidades combativas, de modo que puedan proteger a la tribu de incursores y hacer un buen papel en los torneos que tienen lugar durante las acampadas veraniegas del clan.
Los jinetes suelen medir 1'90 m de alto, en contraste con la estatura media de 1'70 a 1'85 m. Tienden a ser ruidosos, arrogantes, presuntuosos y exasperantemente alegres, como los adolescentes consentidos y matones que son.
Rara vez se ve a los Dolgan al este del Goromadny. No tienen nada que hacer en Kislev occidental, y Kislev occidental no los necesita para nada. La excepción son los lychnostvob (traducido como "gamberro de sobra" o "adolescente picaresco, maníaco y homicida"), un jinete demasiado violento o demasiado "alegre" para que la tribu lo aguante. Estos jóvenes guerreros son expulsados de la tribu para que vivan una vida de aventuras y heroísmo en cualquier otro lugar, y tales marginados pueden encontrarse a veces, complicándose la vida en Kislev occidental. Son útiles como mercenarios y aventureros, pero por lo general causan demasiados problemas como para que merezca la pena.
La Vida Nómada[]
Los Dolgan dependen de sus rebaños de vacas y bisontes para la carne. Las cabras proporcionan queso y leche, y se recolectan cereales silvestres, vegetales de raíz (patatas, zanahorias) y bayas.
Las tribus viajan en carros tirados por caballos, levantando campamentos cada semana, más o menos, mientras los jinetes salen con los rebaños, llevándolos cada día a nuevos pastos. Un campamento típico se compone de un anillo de tiendas de campaña, con corrales para las cabras y caballos situados por la parte de fuera, y zonas de cocina y de trabajo en el interior. Las tiendas son rectangulares, hechas de cuero y mantas sobre un armazón ligero de madera, y de unos 4'5 a 6 metros de largo.
El desayuno se compone del queso y la carne sobrante de la noche anterior. El rebaño, disperso durante la noche, es reunido y de nuevo se pone en marcha, recorriendo unos 16 km por día. Los conductores del rebaño almuerzan ligeramente con carne seca, queso y pan negro sobre la silla de montar. Hacia el final del día, se separa a una o dos bestias del rebaño y se las mata. Los trozos más jugosos ("la parte del jinete") se cortan, cocinan y comen de inmediato. El resto se lleva al campamento para la cena.
Las actividades diarias en el campamento incluyen la reparación y mantenimiento de equipo, la recolección de alimentos, el ordeñado, la fabricación de queso y el tejido de las gruesas pieles y mantas que amueblan las tiendas Dolgan.
La cena es un evento social y de ocio, con carne, pan hecho de trigo silvestre, verduras, queso y haakl, un licor de leche fermentada con raíces machacadas, frutas y hierbas. Toda la tribu se reúne para la cena, y es aquí donde se discuten los asuntos familiares y tribales. El jefe y los ancianos pueden tomar decisiones inmediatas o retirarse a deliberar a la tienda del jefe después de la cena.
Tras la cena se establecen los turnos de guardia, y el resto de la tribu se retira a descansar.
Sociedad[]
La cultura Dolgan respeta la fuerza, el valor y la pericia sobre un caballo. Se enseña a los chicos Dolgan a cabalgar, luchar y disparar tan pronto como pueden andar, y a menudo se escoge al líder tribal de entre los guerreros más fuertes.
A las chicas se les suele enseñar cómo buscar y recoger verduras, atender a las cabras, reparar tiendas y similares. Las que demuestren espíritu guerrero y dominio de la equitación pueden convertirse en jinetes, pero la feroz competitividad y el énfasis en la fuerza física hacen que los jinetes femeninos sean una minoría, aunque respetada. A veces hay mujeres que acaban de jefes, sobre todo entre las tribus menos belicosas.
Una tribu puede tener entre cinco y veinte familias, cada una de ellas de seis a doce adultos, niños y ancianos. En tiempos de prosperidad, las tribus pueden crecer y dividirse; en tiempos de escasez, los grupos emparentados pueden reunirse y juntar sus rebaños.
Los jefes se eligen en una asamblea de todo el pueblo, y son asesorados por un consejo informal de ancianos, presidido por el chamán de la tribu. A veces se puede elegir a otro jefe para que dirija a la tribu en la batalla.
Chamanes y Religión[]
Los Dolgan adoran a un número desconcertantemente grande de espíritus con una inmensa variedad de nombres, sin que haya distinción aparente entre espíritus de la naturaleza y espíritus ancestrales. Cada tribu toma su nombre de un espíritu, el Padre de Clan, al que reverencia de modo especial.
El Dolgan de a píe sabe muy poco de los espíritus. Tratar con ellos es cosa del chamán, que guarda celosamente sus secretos. Cada chamán tiene un número variable de aprendices, a los que entrena gradualmente para que le sucedan.
Saqueo[]
El saqueo de ganado es una tradición aceptada por todos los Dolgan, sirviendo para múltiples propósitos (válvula de escape controlada para las rivalidades entre tribus, práctica para la batalla, y como fuente de sangre fresca para el rebaño).
Tradicionalmente, las incursiones de saqueo eran pruebas de sigilo y astucia, más que de poderío marcial. La incursión ideal sólo se descubre cuando la víctima cuenta su rebaño por la mañana, y muchos implicaban más poses que combate real. Los colonos kislevitas con quienes los Dolgan han entrado en contacto ni entienden ni aprecian la tradición, y ahora las incursiones suelen terminar en batallas. Las relaciones entre las tribus Dolgan y el resto del mundo siempre son bastante tensas.
Las relaciones entre tribus tampoco son una maravilla. Las tribus más sedentarias acusan a sus primos más agresivos de provocar guerras con sus incursiones. Los ataques intertribales se han vuelto cada vez más violentos, con muertes ocasionales y algunas tribus seriamente debilitadas. Algunas tribus han adoptado la incursión como su ocupación principal, atacando a los colonos, viajeros y caravanas, mientras sus propios rebaños quedan abandonados. Las partidas de saqueo aumentan en tamaño, la tensión crece en el ambiente y, aunque los jefes y ancianos están preocupados, aún no han descubierto una solución.
La Guerra[]
El armamento tradicional Dolgan consiste en espada corta, lanza, escudo y arco corto. Aunque se cree que descienden de las hordas Ungol, los dolgan ya no luchan en grandes guerras bajo el mando de Khanes, sino que se limitan a las escaramuzas.
Las tácticas son sencillas y oportunistas. Los arqueros a caballo cabalgan hacia el enemigo, disparan, les provocan y se retiran, con la esperanza de forzar una persecución. Si esto falla, sigue una carga de todas las tropas a caballo y un cuerpo a cuerpo. Las tácticas defensivas se basan en una formación de los carros en círculo, fuego masivo de arquería y valerosas cargas a caballo. La ventaja en tales batallas es para el defensor, pero aunque los campamentos se pueden defender fácilmente, los rebaños son más vulnerables, a no ser que el terreno les favorezca (extremo de un valle, islas, meandros de un río, etc.).