Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Guerreros Gnoblars Reinos Ogros 8ª Edición Paul Dainton ilustración

Los Gnoblars son el tipo más débil y estúpido de goblinoide que existe. Suelen ser muy pequeños, con las extremidades delgadas, una gran nariz que les permite oler a bastante distancia y unas orejas triangulares, que son desproporcionadamente más grandes que la cabeza.

Generalmente son usados como sirvientes, mascotas o esclavos de los Ogros de los Reinos Ogros de las Montañas de los Lamentos. Sus tradiciones han sido modificadas o en muchos casos anuladas, por la adquisición de costumbres del pueblo ogro de donde estén asentados. Conservan algunas tradiciones bastante bárbaras, juegos y competiciones que en su mayoría resultan sádicas, con heridos y muertos. Eso se produce debido a que les gusta provocar y ver el sufrimiento ajeno. No gozan matando una presa, sino prefieren la tortura, alargándola lo máximo posible.

Descripción Física[]

Los Gnoblars apenas le llegan a un humano por la cintura y se los considera de algún modo parientes de los Goblins comunes que infestan el Viejo Mundo. Estas pequeñas criaturas son bastante desagradables y poseen una astucia malvada aunque limitada que los ayuda a compensar su carencia de fuerza física.

Guerrero Gnoblar Reinos Ogros 6ª Edición boceto

Sus cuerpos deformes están rematados con enormes y bulliciosas cabezas y unos brazos esqueléticos que terminan en unas manos anchas y diestras. A pesar de su constitución frágil, los Gnoblars tienen una cantidad de fuerza desproporcionada en sus piernas y espaldas, pues han sido escogidos selectivamente debido a la tendencia de sus amos a pisotear a los que no prueban su utilidad. El rasgo más notable de un Gnoblar es probablemente su nariz, una enorme protuberancia con la que pueden oler a un depredador que se aproxima mucho antes de que tenga la oportunidad de abalanzarse.

Esto se complementa con un oído agudo; las orejas de un Gnoblar son unos apéndices largos y triangulares que giran independientemente ante un sonido casi imperceptible. Un Gnoblar desafortunado tendrá unas orejas caídas, mientras uno preparado para el combate las tendrá erguidas y expectantes, quizás para parecer más grande y amenazante. Sin embargo, los Gnoblars descubrieron hace mucho tiempo que la forma más fácil de parecer más altos y amenazantes consistía en ponerse entre las piernas de un Ogro bien alimentado.

Aspectos Generales[]

Gnoblars grupo

Su existencia está ligada al servicio de los Ogros. Son molestados y atacados por casi todas las demás razas, por lo que servir a un Ogro les brinda protección, a menos claro está que se lleve un pisotón accidental de un Ogro despistado.

Los Ogros los usan como esclavos o sirvientes, hacen las labores domésticas e incluso van a la guerra con sus amos. Cuando un ogro elige a un Gnoblar como sirviente lo "marca" dándole un bocado en la oreja; un Gnoblar mordido tiene un rango superior que uno no mordido. Es una relación simbiótica, un Gnoblar prefiere la seguridad que le da ser un esclavo de un Ogro, y jamás tratará de escapar. Los Gnoblar con amo empiezan a actuar como él, si son propiedad de un Ogro Déspota, por lo general actúan como su amo, empujando todo el mundo más pequeño que él, si son propiedad de un Ogro Comehombres, cuentan batallitas de sus aventuras a los más jóvenes.

La sociedad Gnoblar es bastante dinámica, y al igual que sus maestros Ogros se basa en el tamaño (el de las orejas y nariz) dándoles una posición dentro de la sociedad. Obviamente cada Gnoblar odia profundamente a aquellos con las orejas y narices mas grandes que las de ellos mismos.

Cuando las tribus nómadas llegan a un nuevo lugar, la comida es abundante y hay para todos, incluso los Gnoblar más débiles encuentran algo para comer, pero a medida que la comida empieza a escasear, los Gnoblars más astutos van saciando a los Ogros con los heridos, los más pequeños o los más tontos entre ellos. En las chabolas viven los Gnoblar sin amo, la supervivencia suele implicar tener que empujar algún amigo o familiar a la cazuela.

Gnoblar martillo

Las casas son diferentes entre sí, dependiendo de su rango; los de más alto rango tienen tiendas hechas de pieles de animales, los de más bajo rango acumulan desechos y tierra, cavan agujeros o se entierran en ellos. Es común que entre ellos se roben materiales de la casa, o bien la casa completa por un nuevo grupo de Gnoblars si no tiene cuidado. Tienen algo de sentido de comunidad, por ejemplo en los tiempos mas difíciles se agrupan los vecinos y se comen a los más pequeños o débiles de entre ellos.

Como luchadores, son muy poco habilidosos, y rara vez atacan a algo más grande que una comadreja, pero con el apoyo de otros Gnoblars pueden llegar a atacar a algo mas grande; los mas desarrollados puede que lleguen a estar dispuestos a arriesgarse a atacar una cabra de montaña. En grandes batallas, los Gnoblars particularmente valientes y temerarios se unirán en grandes enjambres llamados Guerreros Gnoblars, tratando de ganarse el favor de sus amos por matar a un enemigo particularmente peligroso (es decir, para ellos).

Carácter de los Gnoblar[]

A pesar de su baja estatura, la mayoría de los Gnoblars poseen un carácter tremendamente vengativo y malicioso. La mayor parte son pequeños y malignos cobardes cuya astucia animal está centrada en sobrevivir en un mundo en el que todo son depredadores y en el que ellos mismos se consideran una amenaza a su posición.

Horda de gnoblars

Así, muchos de ellos llegan incluso a atraer a animales o incluso a otros humanoides hasta los campamentos Ogros para luego poder llevarse a los heridos y matarlos poco a poco. Y cuando consiguen tener a alguna criatura a su merced, no son precisamente amables con ella.

En ocasiones, los Ogros torturan prisioneros para que les entre el apetito; pero, dada su enorme fuerza o debido al hambre o al mero aburrimiento, pueden llegar a acabar con el sufrimiento de sus víctimas bastante rápido. Los Gnoblars torturan seres vivos no solo porque sí, sino porque la sensación de poder que ello les ofrece les resulta altamente adictiva. Para un Gnoblar es tan extraño llegar a tener a un ser inteligente a su merced que tratan de que les dure lo máximo posible y por esa razón suelen sentirse traicionados por la pobre víctima cuando esta al fin fallece y les priva de su diversión. Los criajos de los Gnoblars suelen formar bandas para torturar pequeños mamíferos tales como puercoespines y ratas y, de vez en cuando, al más pequeño de su grupo si creen que tienen posibilidades. La mayoría de los "deportes" Gnoblars no son más que métodos preestablecidos para perseguir, atormentar y torturar a otros seres.

Relación con los Ogros[]

Gnoblars by yogh art-d3j1tzx

A pesar de que los Gnoblars tienen poca carne, suelen ser victimas de los ataques de todas las razas. A menudo, resultan esclavizados por incursores Enanos del Caos (por los que sienten pánico y no sin causa). El paso más importante de la evolución de los Gnoblars fue la constatación de que los Ogros que habitaban en las montañas los encontraron más útiles como esclavos que como almuerzo. Un éxodo de Gnoblars abandonó sus hogares natales al pie de las montañas y, en poco tiempo, inundaron de cabañas los Reinos Ogros, aprovechando cada recoveco y grieta que encontraban. Desde aquel día, los Gnoblars se convirtieron en sus sirvientes y han desempeñado trabajos domésticos. A cambio, los Ogros se aseguran que un porcentaje mínimo de Gnoblars tenga una muerte desafortunada y espeluznante.

Cuando un Gnoblar es reclamado por un Ogro, quizás tras el ofrecimiento de una jarra de cerveza o como consecuencia de la muerte de su anterior propietario, es marcado. Para ello, el Ogro arranca de un bocado un trozo de oreja del Gnoblar y le deja una marca distintiva permanente de quien es el propietario (se trata de una técnica mucho más rápida y sabrosa que el marcado tradicional). Un Gnoblar con la oreja mordida se encuentra teóricamente por encima de las luchas constantes tan típicas de su especie. Unos pocos afortunados pueden ataviarse con algunas prendas arrancadas de las víctimas de los Ogros e incluso acompañan a sus amos al campo de batalla, unas veces a su lado y otras en una peña de criaturas gritonas que pelan a sus enemigos con cualquier cosa afilada que puedan empuñar con sus manos.

Gnoblar maton

Los Ogros generan la suficiente basura, desechos y restos de comida como para que una buena banda de Gnoblars puedan vivir como reyes. Bueno, como reyes de cosas rotas y de comida podrida, por lo menos... Los Gnoblars de las Montañas de los Lamentos han desarrollado una relación simbiótica con las tribus Ogras, de forma que la mayoría de ellos viven a las afueras de los asentamientos Ogros. Vivir tan cerca de los campamentos ogros también confiere a los Gnoblars protección frente a multitud de criaturas que, de otro modo, se dedicarían a cazarlos.

¿Y qué obtienen los Ogros a cambio? Pues casi todo lo que quieren, aunque los Gnoblars tienen tres cosas a su favor que los hacen ser buenos sirvientes:

  • En primer lugar, un Gnoblar no llena mucho porque su carne es muy fibrosa y sosa y, a pesar de que alguno que otro acaba dentro de la olla, se trata básicamente de estofados. La mayoría de los Ogros considera que comer solo Gnoblars es un signo de desesperación y de baja ralea (a excepción de las orejas y de la nariz, que son bastante sabrosas).
  • En segundo lugar, los Gnoblars cuentan a su favor con un grandísimo entusiasmo. A un esclavo normal habría que vigilarlo constantemente y matarlo en caso de que tratara de escapar, pero los Gnoblars no tienen la fuerza de voluntad necesaria para ello y prefieren la seguridad que les ofrece estar al servicio de un amo poderoso. Este hecho es lo que compensa un poco su increíble incompetencia y estupidez.
  • El último factor a favor de los Gnoblars es su número. Da igual cuántos de ellos sean víctimas de alguno de los mil peligros presentes en los Reinos Ogros porque siempre hay más ansiando una oportunidad de llenar el hueco y ponerse al servicio de su amo. Tan estrecha es la relación entre el débil y el poderoso que las costumbres y las tradiciones Gnoblars han acabado por entrelazarse con los campamentos Ogros en los que viven y con los señores Ogros a los que sirven.
Gnoblar jefecillo

Hay una antigua expresión ogra que dice: “No confiaría en nadie al que pudiera lanzar”, que se fundamenta en la práctica ogra tradicional de arrojar a un sirviente Gnoblar potencial para que demuestre su valía. Al variar dramáticamente de tamaño, los Gnoblars más grandes tienden a ser independientes e incluso rebeldes, aunque a veces también acaban siendo lanzados en un concurso de lanzamiento de Gnoblars.

Los Gnoblars más pequeños son premiados no solo porque tienden a ser más serviles, sino también porque los Ogros pueden atarlos a una rama gruesa y pasárselos por encima del hombro para que les rasquen con sus garras afiladas y escarbadas las zonas de difícil acceso. Resulta común que el Ogro desarrolle un cierto tipo de afecto por un sirviente Gnoblar obtenido como premio y que alardee de su habilidad como corredor, de su saludable color verde y de su nariz particularmente caída. Por desgracia, las mascotas Gnoblars suelen merodear alrededor de sus amos, con lo que las posibilidades de ser devorados o de morir aplastados accidentalmente se multiplican.

Casi cada Ogro dispone de un Gnoblar propio, que a menudo intenta imitar físicamente a su amo; por ejemplo, un Gnoblar perteneciente a un Ogro Déspota será un matón pequeño con un casco mal remendado. Es posible saber muchas cosas de un Ogro gracias al aspecto del Gnoblar que le acompaña.

La Sociedad Gnoblar[]

Gtripasdurillas

La sociedad de los Gnoblars es algo muy complejo, con muchas facetas y que cambia constantemente. Existen dos factores que determinan la posición social de un Gnoblar: su aspecto físico y la función que desempeña en la sociedad. Al igual que sus amos, los Gnoblars de mayor tamaño tienden a distinguirse por encima del resto. Sin embargo, en general la estatura se considera menos importante que el tamaño de las orejas y, en menor medida, que el tamaño de la nariz. Al igual que en ciertas culturas en las que una barba larga o una edad avanzada se considera un signo de sabiduría, en la sociedad Gnoblar unas orejas grandes y flexibles y una enorme narizota se consideran una señal de autoridad y de importancia.

Un Gnoblar con grandes orejas y prominente nariz se sentirá superior a todos los demás y, como es lógico, tratará de hacerse con el mando de la situación a la mínima oportunidad. Esto puede comportar un sinfín de disputas, ya que la mayoría de los Gnoblars posee una opinión exagerada de sus propias orejas. Los Gnoblars más grandes y más malvados no siempre son los que tienen las orejas y la nariz más grandes; pero, por muy alto y muy duro que sea un Gnoblar, siempre se sentirá un tanto inseguro y sin la autoridad suficiente si sus orejas no son demasiado grandes. Algunos de ellos llegan incluso a caer en un estado de paranoia que les hace pensar que todo el mundo habla a sus espaldas de lo pequeñas que son sus orejas.

El tamaño de las orejas y de la nariz también es motivo de una gran competitividad entre los Gnoblars, de tal modo que hasta la más baja escoria se preocupa de memorizar al detalle las relativas dimensiones de las orejas y nariz de todo el vecindario, y sienten un desprecio total y absoluto por aquellos que tienen las orejas o la nariz más grandes que ellos.

Como en todos los demás aspectos, los Gnoblars tratan de hacer trampas con el tamaño de sus orejas y nariz e inventan un sinfín de escabrosos métodos para alargárselas, hacer que crezcan más o hasta para hacerse postizos. Esto suele causarles heridas, amén de un espantoso ridículo, pero de vez en cuando alguno de estos planes funciona y el afortunado Gnoblar logra subir muchas posiciones en la escala social. Algunos de ellos llegan a ser tan valientes o estúpidos como para pedirle ayuda al Matarife de la tribu. Sin embargo, es una práctica muy poco recomendable, ya que, aunque los Matarifes suelen mantenerse fieles a su palabra y encuentran formas de hacer más grandes la nariz y las orejas, el Gnoblar en cuestión puede considerarse muy afortunado si llega a sobrevivir para lamentar su decisión.

Los Asentamientos[]

Cuando una tribu Ogra emigrante se traslada a una nueva zona, la comida es abundante para todo el mundo. El campamento está lleno de carne a medio comer y de restos y los Ogros suelen tener la barriga llena y estar de buen humor. Al levantarse un nuevo campamento se produce un período de esplendor para los Gnoblars; su población aumenta rápidamente y hasta los más débiles de su raza logran encontrar comida. Sin embargo, a medida que los Ogros van destruyendo el hábitat de la zona y se comen o matan cualquier cosa más grande que un conejo, porque los Gnoblars suelen acabar con todo ser vivo más pequeño, la caza escasea y la vida se va haciendo cada vez más dura.

Un campamento de Ogros hambrientos no es un lugar seguro en el que vivir, ya que las sobras de comida resultan escasas y están muy disputadas y los Gnoblars más emprendedores utilizan a los heridos, a los pequeños y a los tontos (bueno, a los más tontos que ellos) para conseguir saciar a los Ogros. En las chabolas Gnoblars, la supervivencia suele implicar tener que empujar a un amigo o familiar a la cazuela.

Las Zonas de Chabolas[]

Barraca gonoblar 1

Una zona de chabolas es un lugar en el que los Gnoblars se reúnen y viven apartados de sus amos Ogros. La mayoría de zonas de chabolas se parecen a una mezcla entre un montón de desechos y un hormiguero en el que los Gnoblars acumulan todos los desperdicios del área circundante para hacer sus casuchas. Las casas Gnoblars son muy diferentes entre sí; los Gnoblars de mayor rango tienen tiendas hechas de pieles de animales colocadas sobre astas o cabañas construidas a base de desperdicios. Los de menor rango se limitan a acumular desechos y tierra y cavan agujeros o se entierran en ellos. Robar materiales de construcción del vecino es una práctica habitual; un Gnoblar solitario que deje su hogar desprotegido durante cualquier período de tiempo se encontrará al volver con que no queda nada de su casa o, en ciertos casos, que todo un nuevo grupo de Gnoblars se ha instalado en ella.

Con todo, los Gnoblars sí tienen un cierto sentido de comunidad, pues en tiempos de grandes penurias, los que son vecinos suelen agruparse para eliminar y comerse al más pequeño de los suyos. Elaboran todo tipo de pactos para dividir las partes del cuerpo, se reparten las cosas brillantes y caen sobre su desafortunada víctima, formando una masa furiosa de Gnoblars que no cesan de pelearse entre sí. Algunos Gnoblars especialmente listos han llegado incluso a conseguir que la masa furibunda que pretendía matarlos acabe luchando entre sí o incluso se han llenado la barriga con algún pedazo o dos de carne que ha saltado de la confusión del combate resultante.

Barraca gonoblar 2

Los Reinos Ogros son un lugar peligroso para un Gnoblar y la mayoría de campamentos ogros representan una fuente constante de comida, desperdicios y seguridad. Bueno, aparte de algún que otro Gnoblar que pueda acabar aplastado al sentársele encima un Ogro, o descuajeringado por pura diversión, o aplastado sin querer, o apalizado hasta morir en un juego de Ogros, o abatido por sus propios camaradas, o por ofender sin querer a un Ogro. Por consiguiente, a la mayoría de los Gnoblars les gusta vivir lo más cerca posible de los Ogros. La mayoría de zonas de chabolas empiezan a formarse en cualquier lugar desocupado dentro de un campamento Ogro y se van extendiendo cada vez más. No obstante, los Ogros no permiten que un puñado de Gnoblars ocupe su propio espacio vital, por lo que la mejor zona de tierra es aquella zona desocupada que a los Ogros no les interesa en absoluto. Los vertederos, los montones de rocas, los pozos de escombros y la zonas de las letrinas suelen llenarse rápidamente de inquilinos Gnoblars.

Barraca gonoblar 3

En caso de que un Ogro considere que la pila de desechos o la tienda de un Gnoblar está demasiado cerca de su tienda, la aplastará hasta no dejar nada, normalmente con los Gnoblars dentro, y arrojará a lo lejos lo que quede. Los Gnoblars más listos ya hace tiempo que se percataron del potencial de esta costumbre y suelen tratar de engañar a sus vecinos de mayor estatura para que levanten el campamento en una zona peligrosa. Cuando ya se ha ocupado todo el espacio disponible en el interior del campamento, y los Gnoblars ya no pueden apilar más desechos ni cavar más profundo, los montones de desperdicios empiezan a dejarse ver por los límites de los campamentos Ogros. Un observador cuidadoso, ya que uno poco cuidadoso suele acabar recibiendo un cachiporrazo en el cogote o con un cepo oxidado en la entrepierna, podría contabilizar la cantidad de Gnoblars que hay en un campamento ogro por lo que llega a extenderse la zona de chabolas fuera del campamento, aunque por qué eso debería importarle a nadie ya es otro tema totalmente distinto.

Normalmente, en cada campamento Ogro se usan varios Gnoblars atados espalda contra espalda y colgados de un asta o de un árbol como método de aviso; ya que, si alguna amenaza se acerca al campamento, el Gnoblar que queda de cara a ella soltará un grito y dará la alarma. Dada la patética capacidad de atención y el carácter barrullero de los Goblins de las colinas, a veces estos sistemas fallan totalmente. Sin embargo, los Ogros se toman muchas molestias para asegurarse de que como mínimo varios Gnoblars estén atentos la mayor parte del tiempo.

Deportes Gnoblar[]

Lanzamiento de Casas[]

Al parecer, la gran tradición Gnoblar del lanzamiento de casas se originó cuando Oders Dedolimpio, quien, después de ser apalizado hasta perder el sentido por los tres Gnoblars más grandes de la zona de chabolas, logró engatusar a sus opresores y hacerles creer que el déspota recompensaría a unos Gnoblars tan distinguidos como ellos dejándoles construir sus chabolas junto a su yurta. Oders fue rápidamente a decirles a sus vecinos que, al parecer, el déspota había lanzado los restos aplastados de aquellos tres Gnoblars y sus casas a más de trescientos metros de distancia del campamento. Aquel mismo día, según cuenta la historia, Oders fue capturado y devorado vivo por sus primos, que pensaron que su cerebro aún caliente les otorgaría una gran astucia al comérselo. Aún hoy, los mercaderes de desperdicios venden pedacitos de cerebro de tejón o de comadreja como si fueran del gran Dedolimpio.

Carreras de Redrojos[]

Las carreras de redrojos son uno de los deportes más crueles de los Gnoblars. Este deporte lo crearon los Ogros la primera vez que los Gnoblars se asentaron en sus campamentos y hoy en día es el deporte favorito tanto de los Gnoblars como de los Ogros. Las carreras de redrojos se suelen organizar en una pista determinada y, a veces, hasta en pozos-fauces. Los únicos requisitos que debe tener una pista de carreras de redrojos son que pueda haber mucho público observando sin tener que moverse de su sitio y que haya un montón de obstáculos peligrosos. En principio, los ogros escogían a los Gnoblars debiluchos o heridos y los tiraban a la pista. Todos menos el ganador acaban siendo devorados, de modo que, al no tener nada que perder, los pobres se ven obligados a correr y a atravesar peligrosos obstáculos lo más rápido posible. Hoy en día son los propios Gnoblars los que escogen a los heridos para que participen en la carrera.

Gnoblar Bowl[]

El Gnoblar Bowl es un acontecimiento que se celebra regularmente en los días de Cuchipanda y el lugar que ocupa tanto en la cultura ogra como en la Gnoblar es prueba fehaciente de la relación existenteentre las dos razas. Sus orígenes se remontan a un juego de niños Ogros tradicional llamado "Atormentar Redrojos". Los ogros jóvenes que se sienten aburridos a veces se entretienen lanzando trozos de ropa desgastada y de monedas sin valor en medio de un grupo de esclavos de especies inferiores. Esto funciona especialmente bien en el caso de los Gnoblars, ya que no tardan en enzarzarse en una violenta pelea al lanzarse todos sobre los tesoros tratando de morderse y de pegarse patadas para llevarse el mejor. No hay ni un Ogro adulto que no haya crecido disfrutando con el tormento de los redrojos y este inocente juego infantil ha ido evolucionando hasta convertirse en un deporte muy popular.

El Gnoblar Bowl requiere contar con algún tipo de pozo o de arena. Entre diez y cuarenta voluntarios Gnoblars esperan impacientes en los bordes de la zona de juego mientras los Ogros llegan llenos y satisfechos de la Cuchipanda y se sientan con una bebida a observar. Cuando se da la señal de inicio, normalmente un Déspota, un Matón o alguno de los Tripasduras, se lanzan varios objetos brillantes aunque de escaso valor dentro de la zona de juego y los Gnoblars se lanzan a por ellos. Los Gnoblars pueden quedarse con cualquier cosa que consigan llevarse o arrastrar fuera del área, incluidos trozos de los adversarios heridos.

Es muy común realizar apuestas por quién se va a llevar qué, o hasta por quién sobrevivirá y la mayoría de los Ogros, que están totalmente borrachos, no cesan de vociferar animando o criticando a aquel por el que han apostado a favor o en contra. Las amenazas tales como "¡Coge el cajco roto, pedazo de cagarruta de comadreja chata…!" o "¡Voy a machacarte hasta hacerte papilla si no dejas que Ripsturt coja el cajco!" o incluso "¡Ripsturt, cáete muerto ahora mismo o te aplasto yo mismo, he apostado por que te morías!" son muy comunes y los cantos o canciones obscenas son muy populares, aunque se considera rastrero el que un Ogro llegue a intervenir físicamente. Arrojar trozos de comida o hasta Gnoblars dentro del área suele estar permitido, pero a veces un Ogro especialmente bebido o furioso entra en el área para regañar a un Gnoblar que le ha hecho perder dinero. Con todo, esto no suele ocurrir casi nunca porque, aparte de estar muy mal visto, un Ogro que interfiera en un partido de Gnoblar Bowl sin duda influirá en las apuestas del resto de ogros y los Ogros son extremadamente brutos a la hora de expresar su desagrado.

El Gnoblar Bowl también es muy popular entre los Gnoblars. Un alto porcentaje de la población suplicará, robará o hasta trabajará para obtener permiso para mirar. Su popularidad está empezando a eclipsar hasta a los deportes más tradicionales como el "Destrozar Narices".

Justas de Cerdos[]

Las Justas de Cerdos,que son uno de los juegos más extravagantes y caóticos que existen. Son acontecimientos muy comunes a la par que confusos en la mayoría de campamentos. Grupos de Gnoblars gritones se lanzan a la carga montados en cerdos que no cesan de gruñir por pelearse entre sí y que suelen seguir corriendo y gritando después de ser desmontados.

Sin embargo, entre las tribus Gnoblars más organizadas ha aparecido una versión más avanzada a la que los Ogros a veces asisten como público. En esta variante, que fue sin duda la que le dio el nombre de "justa de cerdos", dos Gnoblars se enfrentan entre sí sobre un pozo vacío, cada uno a lomos de un cerdo, vestidos con todas las protecciones que puedan tener y armados con palos largos y afilados. Cuando se da la señal de carga, los dos se lanzan el uno contra el otro y tratan de desmontar al adversario. Estas imitaciones de caballeros humanos siempre acaban sumiéndose en la confusión en cuanto los cerdos se ponen a correr por todos lados; los Gnoblars pierden las astas, los "caballeros" impacientes se lanzan al combate demasiado pronto y los Ogros furiosos empiezan a arrojar lo primero que pillan contra los torpes competidores.

Tipos de Gnoblars[]

Gnoblars 2

Como todos los goblinoides, los Gnoblars se adaptan a los entornos mas extremos llegando a evolucionar, creando una nueva subespecie en el proceso. Además, dependiendo de si un Gnoblar tiene un amo Ogro y la posición de este dentro de la sociedad Ogra, un Gnoblar tendrá un título determinado, así como cumplir una determinada función dentro de la comunidad Gnoblar. Los títulos que puede llegar a tener un Gnoblar son los siguientes:

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Reinos Ogros (8ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Reinos Ogros (6ª Edición).
  • White Dwarf 118.
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