Toda banda de guerra posee su propio estandarte en el que se ensalza el nombre de su campeón y las hazañas de la banda. Los Hombres Bestia portan el estandarte a la batalla y, entre guerra y guerra lo situan en una tienda o lugar especial del campamento. Todas las bandas están muy orgullosas de sus estandartes y su hurto, destrucción o captura supone una gran desgracia para toda la banda de guerra y sobre todo para el campeón.
El estandarte esta hecho a partir del pellejo desollado de un enemigo y, ¡Cuánto más grande y más fuerte fuera dicho enemigo mejor!. El campeón marca su signo o escribe su nombre en la parte superior del estandarte en lengua oscura y le añade trofeos que la banda ha conseguido en sus victorias. En caso de que el campeón considere que una hazaña especialmente heroica tiene que realzarse más, ordena dibujar una escena en el estandarte para conmemorarla. De este modo, en el estandarte se puede observar la historia del campeón y de su banda. En ocasiones, una banda de guerra puede llegar a hacerse tan conocida que el campeón tiene que abatir a otro para añadir su pellejo al estandarte y obtener así más espacio donde plasmar sus hazañas.
Cuando el campeón muere, su estandarte se quema o se entierra con él. aunque su sucesor arranca previamente un trozo de este para añadirlo al nuevo estandarte que va a tener aún que crear. Los pedazos de los anteriores campeones también se arrancan del viejo estandarte y se añaden al nuevo. De este modo, la mayoría de bandas cuenta con varios de estos parches pequeños, algunos de los cuales pueden llegar a tener cientos de años.