Una de las armas más temidas utilizadas por los Skavens es el Lanzallamas de Disformidad, otra lunática innovación de los Ingenieros Brujos del Clan Skryre.
Descripción[]
El Lanzallamas de Disformidad dispara una ráfaga de llamas antinaturales: una mezcla volátil de productos químicos inflamables y piedra de disformidad en polvo combinada con magia. Esta sustancia ardiente y pegajosa incinera prácticamente todo aquello con lo que entra en contacto.
El Lanzallamas de Disformidad es demasiado grande como para que lo utilice un único Skaven, por lo que estas armas son llevadas a la batalla en dotaciones de dos. Uno de los miembros de la dotación carga el tanque de combustible mientras que el otro apunta con el cañón del arma. Simplemente con girar una palanca la Piedra Bruja pulverizada se mezcla con diversos compuestos químicos que la hacen inflamarse.
El Lanzallamas de Disformidad es un arma poderosa y extremadamente mortífera. El infernal chorro de fuego tiene bastante potencia como para reducir a todo un orgulloso regimiento de caballeros o una formación entera de soldados de a pie en un burbujeante charco de grasa incandescente en breves instantes. Aquellos que sobrevivan a las llamaras disformes se enfrentaran a la posibilidad de sufrir mutaciones.
Desafortunadamente, los Lanzallamas de Disformidad tienen tendencia a sufrir averías catastróficas que habitualmente tienen como consecuencia la destrucción del arma y su dotación en una espectacular explosión. ¡Eso hace que nadie pueda sentirse demasiado tranquilo cuando hay una de estas armas cerca!
Miniatura[]
Imágenes[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Skaven (4ª Edición), pág. 24.
- Ejércitos Warhammer: Skaven (7ª Edición), pág. 60.
- Warhammer Fantasy JdR: Hijos de la Rata Cornuda (2ª Ed. Rol), págs. 74-75.
- Total War: Warhammer II.