Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Glifo Sotek 5ª

Glifo de Sotek

Los Ancestrales son una antigua y misteriosa raza procedente de más allá de las estrellas que llegó al mundo de Warhammer hace milenios. Tenían poderes prácticamente divinos que les permitían crear nuevos mundos habitados por el cosmos y llenarlos de rebosante vida para sumarlos a su imperio estelar. Sin embargo, acabaron desapareciendo con la llegada del Caos al mundo de forma tan súbita como misteriosa. Han transcurrido muchos milenios sangrientos desde el derrumbe de las Puertas Polares y la partida de los Ancestrales. Ningún Mago Sacerdote Slann vivo puede hablar de ello y la historia ha pasado de ser memoria a ser leyenda. Con el tiempo, el concepto de los enigmáticos Ancestrales ha dejado de ser el de unos gobernantes benevolentes de una misteriosa orden que se expande por el universo y las dimensiones, para convertirse en el de unos dioses distantes y olvidados en el tiempo.

Historia de los Ancestrales[]

La Llegada de los Ancestrales[]

Hace muchos miles de años, antes de la Era del Caos, el mundo fue visitado por la raza de los Ancestrales. Venían de más allá de las estrellas, de un lugar en el que regían un imperio cósmico que se extendía no solo por el espacio, sino incluso por el tiempo. Para ellos, la astronomía, la astrología, la ciencia y la magia eran una única disciplina, un todo. El poder tecnológico y mágico que tenían estaba a niveles divinos, hasta el punto que les permitían alterar el mismo tejido de la realidad a su antojo. Cada mundo de su imperio estelar estaba conectado a los demás mediante un portal. Algunos de esos portales eran pequeños, y por ellos un individuo podía viajar hasta lugares inconcebiblemente lejanos con un solo paso y en un solo instante. Otros portales, a menudo situados en el frío vacío del espacio, eran tan grandes que permitían pasar a naves del tamaño de lunas. Durante los viajes de los Ancestrales a lo largo y ancho del universo, un mundo en concreto les llamó la atención. Un mundo en el que vieron un potencial único e ilimitado.

Los Ancestrales decretaron que ese lugar tuviese un papel central en sus inescrutables planes, y a tal efecto crearon puertas estelares en ambos polos para facilitar un acceso fácil a esa nueva colonia. Sin embargo, antes de poder poner en práctica sus designios, los Ancestrales tenían que remodelar el planeta para ajustarlo a sus necesidades.

Los Ancestrales crearon sirvientes para atender sus necesidades, y así es como nació el desove de la Primera Generación de Magos Sacerdote Slann. Fueron los Grandes Visires, criaturas de un intelecto prodigioso y las únicas capaces no solo de resistir el contacto directo con los cuasi-omnipotentes Ancestrales, sino de comprender sus enseñanzas y ayudarlos directamente con sus artefactos y encantamientos. Los Slann serían los encargados de guiar a las razas inferiores que iban apareciendo por todo el  mundo, seres primitivos entre los que se encontraban aquellos que un día serían transformados en los primeros Elfos, Enanos y Humanos. Los Ancestrales demostraron ser lo bastante podero­sos y visionarios como para crear nuevas formas de vida incluso a partir de esos imperfectos materiales.

A medida que el clima del planeta se volvía más cálido, los Ancestrales también encontraron algunos seres cuya existencia era incompatible con sus grandes planes futuros, y crearon a los Saurios para que destruyeran a esas anomalías. Vastos ejércitos de Saurios marcharon a la guerra para dar cuenta de las razas nativas que debían ser erradicadas. Muchos de los nombres de estas razas que fueron exterminadas, o simplemente mantenidas bajo control, se perdieron para siempre, pero existen un puñado de estas especies que viven incluso hasta nuestros días. Los dragones fueron uno de estos habitantes originales del mundo previo a la llegada de los Ancestrales, quienes en un principio fueron combatidos, mas tarde terminaron siendo mantenidos bajo control y ajustados para encajar en los planes de los Ancestrales. Los Pieles Verdes se estrellaron en el planeta en alguna clase de meteorito varios miles de años después de la llegada de los Ancestrales, se presume que en algún lugar en las Tierras del Sur, y fueron una molestia constante para ellos y sus planes. Aunque pudieron ser finalmente contenidos, fueron incapaces de exterminar por completo la amenaza.

Los Ancestrales pasaban mucho tiempo viajando por el cos­mos mediante los portales polares, por lo que crearon nuevas camadas de Slann para que ejecutaran sus planes. Así, mientras los Saurios se encargaban de traer orden al mundo en brutales campañas de destrucción, los Slann ponían en marcha proyec­tos de mayor envergadura, como establecer Ciudades-Templo en la región selvática que un día sería Lustria (lugar que también sería la principal base de operaciones de los Ancestrales en el planeta). Los Eslizones operaban como técnicos y supervisores de estas obras, con el rol específico de dirigir a las bestias de carga para que transportasen los pesados materiales de construcción. De ese modo, los Hom­bres Lagarto fueron capaces de crear estructuras fabulosas que se alzaban a mucha altura por encima de las asfixiantes junglas.

Las instrucciones de los Ancestrales a los Slann fueron muy específicas respecto a los lugares del mundo en los que debían construir sus ciudades templo y demás maravillas arquitectó­nicas. Cada una de esas construcciones estaba pensada para establecer un nexo vital en una gran "Red Geomántica" a nivel mundial, una matriz entretejida a partir de la energía natural de la tierra que envolvía al planeta. Cada punto de dicha red estaba conectado al siguiente, de modo que los Ancestrales podían canalizar aquella vasta reserva de energía y con ella manipular incontables artefactos y encantamientos de gran poder.

Los Magos Sacerdotes Slann también eran capaces de canalizar la energía de la red geomántica, y la emplearon para desplazar los continentes y hacer avanzar aún más los inescrutables planes de los Ancestrales. Siempre y cuando cada eslabón de la red permanecie­se conectado, permitiría establecer comunicaciones telepáticas a lo largo de enormes distancias. Así, los Magos Sacerdotes entraban en trance y podían transmitir pensamientos o mantener reuniones en cualquier momento y lugar.

La Catástrofe se Cierne[]

No obstante, no todo funcionaba bien en el mundo. En torno a los Portales Polares habían empezado a manifestarse signos preocupantes. Después de todo, dichos portales daban a otra dimensión, y fue desde allí desde donde llegaron los problemas. En la locura sin fin de aquel reino sobrenatural que había al otro lado, multitud de criaturas infernales empezaron a agitarse, inteligencias malignas que acumulaban resentimiento por las constantes transgresiones de los Ancestrales.

Los Ancestrales eran seres prácticamente omnipotentes. Pese a lo cual, se desconoce en qué momento concreto detectaron el desastre que se avecinaba, o si supieron calibrar su magnitud. Aún teniendo la capacidad de canalizar las energías que fluctuaban tras los portales al Reino del Caos, siempre les había costado mantener ese poder bajo control. Por tanto, no tardarían en verse obligados a combatir contra las fuerzas que llegaban desde aquella dimensión imposible. Es probable que de entre las múltiples razas creadas por los Ancestrales contemplasen algún portento futuro que les llevase a unirse a ellos en la lucha contra las criaturas del Reino del Caos.

Tras los Hombres Lagarto, la primera de dichas nuevas razas fue la de los Elfos, a quienes sentaron en su regazo para enseñarles el saber de la magia. A ellos les siguieron los Enanos, cuyo conocimiento mágico era mucho más limitado, y estaba vinculado de manera intrínseca a su dominio de la artesanía. Cuando la tensión de la guerra cósmica contra el Caos se intensificó, los Ancestrales crearon a la prolífica y versátil raza de los Humanos. Finalmente (y quizás ya con cierta precipitación), crearon a los Halflings y los Ogros, a partir de otras criaturas menores que poblaban el mundo.

La Llegada del Caos y el Final de los Ancestrales[]

El desastre llegó de manera súbita. Ya fuera debido a los ataques de enemigos o a un fallo estructural, los portales polares se colapsa­ron. La maquinaria embrujada que los mantenía operativos fue destruida, y cayó sobre la tierra en una ardiente lluvia de metal estelar. De manera simultánea, los polos del planeta implosionaron, abriendo una brecha a la fantasmagórica dimensión que había más allá, y permitiendo que el Caos brotara desde ella. Meteoros de magia coagulada, una sustancia conocida como "Piedra Bruja", empezaron a caer dejando tras de sí extrañas estelas que incendia­ban los cielos. El planeta tembló bajo los atronadores impactos de los aerolitos, algunos de los cuales abrieron túneles que se hundían en las entrañas de la tierra. Una capa de Piedra Bruja quedó flo­tando en el aire, provocando incontables atrocidades debido a sus propiedades mutantes. Los mares hirvieron y los bosques se estre­mecieron violentamente experimentando un grotesco crecimiento. Allí donde una vez había estado el portal del norte, palpitaba ahora una segunda luna, un satélite verde hecho de pura Piedra Bruja. In­contables criaturas retorcidas y deformes nacieron en un instante, elevando sus llantos de agonía hacia aquel enfermizo orbe.

Con el colapso de sus portales los Ancestrales desaparecieron, sin que se sepa que les ocurrió; y el desastre podría haber sido completo si los Slann no lo hubiesen evitado sellando buena parte de la brecha abierta en la realidad. Aún así, el desgaste producido por aquel esfuerzo fue tan grande que la mitad de los Slann murieron ayudando a sus maestros, sus cerebros terminaron fundidos por las energías del Caos. Además, pese a tal sacrificio solo fueron capaces de reducir la brecha, no de cerrarla ni de detener la marea de energía mágica que barría el planeta. Así fue como se esfumaron los Ancestrales, y tanto los Hom­bres Lagarto como las razas más jóvenes quedaron abandonadas para hacer frente por sí solas a un nuevo y diabólico enemigo.

Fue entonces cuando los Slann fueron capaces de percibir que había otra de las razas en el mundo que trataba de detener la marea de energías del Caos en el mundo; eran los elfos en la isla-continente de Ulthuan. Trataban de canalizar las inmensas energías corruptoras del Caos y drenarlas de nuevo fuera de la realidad, mediante un Gran Vórtice de magia vinculado a su propia isla. Los Slann intervinieron secretamente con el ritual; revitalizaron las energías mágicas de los hechiceros, estabilizaron el vórtice y reforzaron los encantamientos protectores ideados por los elfos. De esta forma, en un esfuerzo conjunto, la marea del Caos fue contenida en el mundo.

Los Ancestrales que habitaban el mundo desaparecieron misteriosamente en el cataclismo. Nadie sabe que les ocurrió después de su desaparición, ni siquiera los Slann; quizás fueron destruidos por los demonios al intentar enfrentarse a ellos, o quizás huyeron y abandonaron este planeta condenado para siempre. Nadie conoce su destino. Los Ancestrales y sus obras quedaron enterrados en el olvido, sus creaciones apenas los recuerdan, incluso han olvidado quienes eran. Solo los Hombres Lagarto mantienen vivo el legado de los Ancestrales, a quienes acabaron venerando como dioses estelares, y continúan con su obra, mientras que esperan el regreso de sus creadores.

Los Dioses Perdidos[]

Puerta hombres lagarto warhammer total war por Stoyan Stoyanov

Los Hombres Lagarto fueron creados con el propósito de servir a los Ancestrales, especialmente en la realización de sus inescrutables planes para el mundo. Sin la guía de estos, buscaron la forma de seguir obrando su voluntad a través de retazos de información sobre sus maestros y sus planes. A través de esta interpretación, a la que denominaron como el Gran Plan, los Hombres Lagarto podrían seguir viviendo con un propósito en el mundo que acatase la voluntad de sus perdidos maestros hasta su regreso. Como no existe un conocimiento de primera mano de los Ancestrales, y sus registros están dispersos e incompletos desde la Gran Catástrofe, los Hombres Lagarto solo tienen una representación fragmentaria de sus creadores. Las placas sagradas están llenas de referencias indirectas y oscuras de los Ancestrales y sus hazañas, y los Hombres Lagarto han asociado rasgos específicos a Ancestrales individuales.

Tlanxa, por ejemplo, es un Ancestral descrito en muchos glifos, y está considerado la personificación de la naturaleza belicosa de los Hombres Lagarto, y un par de secuencias de glifos en Hexoatl e Itza hacen referencia a este Ancestral montado en un poderoso carro de guerra volador en el que se dirige a la batalla. En las tablillas sagradas, Quetli aparece en las tablillas de Hexoatl como un dios guerrero y en la Profecía de Xhalo se le designa como “El Protector del Camino Verdadero". Xhotl, el Ancestral que da nombre a su ciudad templo, aparece descrito como el que elige a los destinados a la grandeza.

A medida que los Hombres Lagarto han entrado en conflicto con más y más razas, han empezado a destacar los Ancestrales asociados con los aspectos marciales de la naturaleza de los Hombres Lagarto.

Veneraciones[]

El culto de los Ancestrales es un asunto enormemente ritual, pero su forma exacta depende de la deidad en cuestión y de la naturaleza del adorador. Los Magos Sacerdote, por ejemplo, presiden todo tipo de ceremonias aunque permanecen impasivos. Un mago sacerdote puede ser llevado ante el gran altar para que oficie una ceremonia y esté en su trance meditativo durante este tiempo, ya que permanece ignorante o indiferente de todos los acontecimientos que lo rodean. Son los chamanes eslizones los que desempeñan la mayoría de prácticas variadas, vilipendios y ritos asociados con cada Ancestral. Los Saurios también rinden culto a los dioses perdidos, aunque estos guerreros resueltos lo hacen a su manera, de un modo mucho más sencillo; por ejemplo, suelen amontonar los cadáveres de los enemigos caídos ante un tótem del guerrero defensor Quetzl, o se tragan los corazones aún latentes de sus enemigos en honor a Tzcatli, que es el dios que otorga fuerza al brazo de un guerrero. Incluso el Króxigor obedece a los dioses de los Hombres Lagarto y al amanecer, la jungla suele resonar con sus cánticos bajos.

Quizás una vez, antes de la Gran Catástrofe, los Hombres lagarto se comunicaban directamente con sus maestros, o no tenían porqué hacerlo, ya que todas sus necesidades estaban precedidas y las conocían. Mucho tiempo después de la partida de los Ancestrales, los Hombres Lagarto recorrían grandes distancias para cumplir la voluntad de sus dioses perdidos. Una fuerza poderosa podía marchar a la guerra y atravesar todo el continente porque un alineamiento particular de las estrellas así lo exigía. Un ejército enemigo batido que se replegaba hacia el mar podía destruirse en su totalidad, porque un mago sacerdote había percibido la voluntad de los Ancestrales en las pisadas de un tiburón de arena en la playa.

Templos Bastión[]

Pirámide ancestrales warhammer total war por Stoyan Stoyanov

Los templos en los que los Hombres Lagarto honran a sus dioses adoptan muchas formas diferentes. La mayoría ha resistido desde la época de los Ancestrales, y muchos se han construido durante milenios, capa a capa hasta convertirlo en una pirámide incluso mayor. En el interior de estas pirámides templo hay un laberinto de túneles y cantatas. Cada una de estas pirámides es altamente defendible y su construcción es a prueba de máquinas de asedio o de determinados asaltos. Un atacante que consiga penetrar en una ciudad templo tendrá que asediar docenas de estos bastiones, cada cual defendido por centenares de Hombres lagarto.

La apariencia de estos templos varía enormemente. Aunque la mayoría son pirámides escalonadas, incluso estas tienen una gran variedad. En Chaqua, por ejemplo, la Gran Pirámide y muchas otras estructuras se han hecho exclusivamente de oro, aunque suelen estar cubiertas de enredaderas porque la ciudad lleva tiempo abandonada. El Templo de la Gran Serpiente de Itza, si se mira a distancia, parece estar construido de terracota, pero en realidad está cubierto con la sangre seca de miles de enemigos que han sido sacrificados en sus flancos.

Algunos Ancestrales son juzgados por los Slann más activos o que están más receptivos a sus plegarias en ciertos momentos del año, como cuando ocurre un fenómeno celeste particular. Es entonces cuando los templos se convierten en un hervidero de actividad y ceremonias. Se realizan grandes rituales y el aire que rodea a los templos está impregnado de energía mágica. Oleadas de energía mágica laten desde lo alto de los templos, e incluso las nubes se desbordan y agitan en tormentas espectaculares que sacuden los cielos. Se dice que si se practica la reverencia adecuada, el Ancestral al que está dedicado el templo oirá las plegarias de los Hombres Lagarto, y si las encuentra de su gusto, les otorgará una porción de su poder inconmensurable

Sacrificios[]

Tehenhauin 8ª

En los siglos posteriores a la llegada del Dios Serpiente Sotek, los Hombres Lagarto han realizado cada vez más sacrificios de guerreros enemigos a los que habían derrotado y capturado en batalla. Mediante el ritual en el que derraman la sangre de sus enemigos, los Hombres Lagarto esperan demostrar que son merecedores de la bendición de los dioses, gracias a su dedicación continua y a su compromiso con el Gran Plan. Algunos magos sacerdote creen que solo los seres vivos pueden dar sus vidas de esta manera por los Ancestrales, los creadores del mundo que lo sacrificaron todo en el momento del colapso de las puertas polares, y que el mundo podría haber salvado de la destrucción.

El sacrificio más importante que los Hombres Lagarto han ofrecido a sus dioses distantes fue el que presagió la llegada del Dios Serpiente Sotek.

Culto a los Ancestrales[]

Sotek se ha convertido en el dios más importante de los Hombres Lagarto, aunque todavía algunos eruditos ponen reticencias en su condición de Ancestral. Después de Sotek, los Hombres Lagarto veneran a una docena de Ancestrales del panteón de dioses. Entre los más populares destacan: Chotec, Señor del Sol; Tepok, el Dios de la magia y la sabiduría; y Potec que los protege de lo sobrenatural. Cada uno de ellos tiene pirámides templo en muchas de las ciudades, y ejércitos enteros invocan sus nombres antes de marchar a la guerra.

Algunos de estos dioses están asociados con cualidades marciales específicas, y se les hacen muchas ofrendas en tiempos de guerra. Además de Sotek, Tlanxla y Xhotl, los guerreros alaban a Tzunki, el Señor del Agua, de la Agilidad y de la Buena Vista; Tlazcotl, el Impasivo, Paciente y Resuelto; Huanchi, el Dios jaguar que es Señor de la Tierra y de la Noche y Xapati, cuyo nombre se invoca cuando hay que descargar la venganza sobre un enemigo.

Además de estos, hay otros muchos Ancestrales a los que los Hombres Lagarto veneran, quizás menos a menudo, o solo en momentos específicos por los alineamientos celestes. Itzl, por ejemplo, es el Dios de las Bestias de sangre fría, que al parecer garantiza el dominio sobre sus monturas a los jinetes de los Gélidos y Carnosaurios. Xokha es el Espíritu de la Piedra, el Portador de la Fuerza, y el Árbitro del Deber. Uxmac es el mensajero de los Dioses, que un día regresará al mundo, para llevar la palabra de los Ancestrales. Caxuatn es el Depredador, el que acecha en las junglas profundas; ante él las bestias quedan silenciosas y los vientos permanecen en calma.

Igualmente, también hay algunos Ancestrales que son casi totalmente desconocidos. A Xholankha se le conoce como “El Perdido”, aunque hay otras referencias mas vagas y, a menudo, contradictorias para los que no tienen un intelecto profundo. El nombre de Rigg, también llamado “El Desterrado", se menciona en unos cuantos glifos menores. Lo que es bastante inusual es que se refieren a este ser como si fuera femenino, y en un glifo puede verse una representación suya como “Madre de Kalith", un término desconocido para los mismos Hombres Lagarto. De algunos solo se sabe su nombre, como Conalxa, Inhamex y Yuxa, pero las tablillas sagradas en las que se hace referencia a esos dioses no ofrecen más detalles. Es probable que existan otros, y que ni siquiera los Magos Sacerdote sepan los nombres de todos los Ancestrales.

A pesar de ello, para los Hombres Lagarto, todos estos seres son deidades sagradas. Cada uno desempeña un papel crucial en la creación y mantenimiento de un imperio que se extiende en el espacio y en el tiempo. Aunque los Ancestrales se han perdido, los Hombres Lagarto permanecen siempre alerta por si regresan. Los sacrificios y las veneraciones se harán el día en que los Ancestrales encuentren el camino de vuelta a casa y lideren a sus hijos en la batalla final para liberar el mundo de la influencia corruptora del Caos. Solo entonces, podrá reconstruirse el imperio de los Ancestrales, en el espacio y en el tiempo moldeados en la dimensión del Gran Plan de los dioses creadores.

Tesoros Perdidos de los Dioses[]

Se dice que los Ancestrales han sido los maestros de las artes místicas, ingenieros de la realidad, que manipulan el tejido del espacio y del tiempo con un solo pensamiento. Crearon grandes aparatos que regalaron a sus razas subordinadas, para que sus sirvientes pudieran llevar un trozo de los poderes de los Ancestrales y continuar con el Gran Plan.

Cuando los Ancestrales partieron del mundo, gran cantidad de estos aparatos se perdieron con ellos o fueron destruidos cuando su delicado funcionamiento acabó aplastado por los huracanes mágicos que siguieron a la caída de los portales polares. Sin embargo, otros aparatos sobrevivieron a la Gran Catástrofe y son los que los mejores guerreros y líderes Hombres Lagarto llevan a la batalla.

El funcionamiento de muchos de estos artilugios mágicos ha pasado de ser científico a ser supersticioso. Los Hombres Lagarto no saben cómo funciona el Báculo de Luz, por ejemplo. Solo saben que apretando el gatillo con fuerza y apuntando al enemigo, a la vez que chillan el nombre de Chotec, se libera una cegadora explosión que evapora a los enemigos y los reduce a ceniza. Otros objetos no requieren un conocimiento específico para utilizarlos, como el Escudo Mutilador, que ataca al enemigo por propia voluntad.

Se dice que existen depósitos donde los Hombres Lagarto almacenan los aparatos mágicos cuyo funcionamiento ignoran. Cada una de las ciudades templo guarda alguno, y es responsabilidad de la guardia del templo vigilarlos. Además, algunos chamanes eslizón afirman que existen lugares fuera del control de los Hombres Lagarto, como el legendario Templo de Kara, donde se almacenan los artilugios más poderosos, vigilados por las guerreras de las tribus de la jungla y que los sirvientes de sus creadores mantienen en secreto.

Huestes Sagradas[]

Imagen Campaña Hombres Lagarto Warhammer Total War II por Bayard Wu

Las huestes sagradas de los Hombres Lagarto se engendran tras augurios especialmente prometedores y siempre están destinadas a realizar alguna misión de vital importancia dentro del Gran Plan de los Ancestrales.

Según se dice, los Hombres Lagarto nacen bajo la influencia de uno o más de sus dioses, los llamados Ancestrales. Tales desoves ostentan determinadas características comunes y sus miembros suelen compartir un destino singular. Los Hombres Lagarto engendrados bajo la influencia de Sotek, por ejemplo, suelen ser de un tono rojizo y tener un carácter irascible, mientras que los engendrados bajo la inescrutable mirada de Tepok suelen describirse como sobrenaturales y misteriosos. Algunos de ellos pueden llegar a ser engendrados bajo el signo de varios Ancestrales y contar con una combinación de características. En la mayoría de los casos, dichas combinaciones de características se dan solo en desoves únicos y solo en las criaturas guerreras de gran tamaño conocidas por el nombre de saurios. Sin embargo, existen referencias que aseguran la existencia de ejércitos enteros engendrados bajo la influencia de una sola deidad y que no solo incluyen a saurios, sino también a los eslizones, de menor tamaño, aunque de mayor agilidad.

Estos ejércitos se conocen como las “Huestes Sagradas". Son poco comunes y, al parecer, están destinadas a cumplir una misión de gran importancia. Los estudiosos han tratado de examinar las huestes sagradas de aquellas deidades a las que los Hombres Lagarto más veneran, pero hasta la fecha no han conseguido descubrir más que referencias de pasada a otras deidades, como Tlanxla “el Guerrero”, Xholankha “el Perdido”, Xhotl, que elige a aquellos destinados a la gloria, y Itzl, el dios de los animales de sangre fría. Por último tenemos a Rigg “el Desterrado”, a quien los Hombres Lagarto no rinden ningún tipo de culto, aunque, aun así, cuidan muy bien su templo isla en la desembocadura del río Amaxón.

Ancestrales Conocidos[]

Actualmente, los Ancestrales son adorados como dioses por los Hombres Lagarto, pero muchos de sus nombres se han perdido y de otros solo se sabe sus nombres. Las Ancestrales conocidos son los siguientes:

C[]

  • Caxutuan - El Dios Cazador, que habita en las profundidades de las selvas.
  • Chotec - El Dios Sol.
  • Conalxa - Solo se conoce su nombre.

H[]

I[]

  • Inhamex - Solo se conoce su nombre.
  • Itzl - El Dios de las Bestias.

P[]

  • Potec - Aquel que protege de lo sobrenatural.

Q[]

  • Querchi - Solo se conoce su nombre
  • Quetli - Dios Guerrero, Guardián del "Verdadero Camino"
  • Quetzl - El Dios Guerrero y Protector.

R[]

  • Rigg - El Desterrado, la Madre de Kalith.

S[]

  • Sotek - El Dios Serpiente.

T[]

  • Tepok - El Dios Serpiente Alada, el Inescrutable.
  • Tlanxla - Dios Guerrero, que recorre los cielos en su carro volador.
  • Tlazcotl - El Impasible.
  • Tzcatli - El Dios que otorga fuerza al brazo de un guerrero.
  • Tzunki - Dios de las Aguas.

U[]

  • Uxmac - El Mensajero de los Dioses.

X[]

  • Xapati - Solo se conoce su nombre.
  • Xholankha - El Perdido.
  • Xhotl - El Dios que elige a aquellos destinados para la grandeza.
  • Xokha - El Dios de la Piedra y de la Fuerza. El Árbitro del Deber.

Y[]

  • Yuxa - Solo se conoce su nombre.

Posibles Ancestrales[]

  • El Moldeador - conocido como "el Encapuchado" en las leyendas de Kavzar, probablemente era un miembro díscolo de los Ancestrales. Completó la gran torre de Kavzar y, al hacerlo, dio comienzo al nacimiento de los Skavens.

Curiosidades[]

  • En un principio, se sugería fuertemente que los Ancestrales del Fantasy y los del 40k eran los mismos, estando relacionados de alguna forma. Sin embargo, con el paso de las ediciones esta referencia se fue diluyendo.

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (5ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (6ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (7ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (8ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (8ª Edición).
  • Suplemento: Tormenta de Magia.
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