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Hermanas de Sigmar Warhammer Monthly - 39

"Se ha visto de nuevo en la ciudad de Mordheim a las Hermanas de Sigmar. Si es para salvarnos o para destruirnos, sólo Sigmar lo sabe. Una cosa es segura: se las ha visto recoger la Piedra bruja que pueden encontrase en nuestra antaño orgullosa ciudad."

Habitante de Mordheim.

Durante siglos, la nobleza del Imperio ha enviado a sus hijas más rebeldes o problemáticas al Sagrado Convento de la Orden de las Hermanas de Sigmar en Mordheim para que fueran iniciadas en la única orden de sacerdotisas dedicada al dios patrón del Imperio. Las Hermanas de Sigmar, como habitualmente son conocidas, han viajado tradicionalmente a lo largo y ancho del Imperio administrando su ayuda a los pobres, atendiendo a los huérfanos y curando a los enfermos. Además de las artes curativas que practican, gracias a su experto conocimiento de las plantas y a la plegaria, aquellos que necesitan consejo frecuentemente las buscan para tomar una decisión importante, ya que las Hermanas de Sigmar son famosas por su habilidad para predecir el incierto transcurso del destino.

Descripción[]

Aunque antaño la gente común las adoraba, las Hermanas de Sigmar han visto como su popularidad se desvanecía en los últimos años. Los Cazadores de Brujas han puesto al pueblo en su contra con sus denuncias de que son brujas y herejes, por lo que incluso en el campo son atacadas y rechazadas por los mismos campesinos a los que quieren ayudar. Muchos de los sacerdotes de Sigmar quieren disolver por completo la orden, proclamando que las mujeres no tienen derecho alguno a predicar la sagrada palabra de Sigmar. Incluso el Gran Teogonista, ostensiblemente la máxima autoridad de la orden, ha enfriado su relación con la hermandad, negándole el trono a Magritta de Marienburgo, quien fue criada por las Hermanas y de quien se dice que simpatiza con su causa. Hoy en día las Hermanas de Sigmar se han retirado a su convento situado en lo alto de la abrupta isla de la Roca de Sigmar sobre el río Stir en Mordheim.

Sister of faith by yogh art-d4n8g9h Hermanas Sigmar

De todos los habitantes de Mordheim, sólo las Hermanas de Sigmar estaban preparadas para su destrucción. La Vidente Cassandora predijo el desastre y en su vigilia nocturna las Doncellas de Sigmar oyeron la propia voz de Sigmar hablándoles en sus adormiladas mentes. De ese modo supieron que estarían a salvo en su fortaleza en lo más alto de la ciudad, edificada muy por encima de sus vapores nocivos, preparándose para sobrevivir al Fuego de la Furia de Sigmar.

Mientras el resto de Mordheim caía en la locura, las Hermanas de Sigmar ofrecían una plegaria tras otra, purgándose para eliminar cualquier pensamiento pecaminoso y aceptando con fervor un régimen de castigos penitenciales para endurecer sus mentes contra la impiedad que azotaba las calles de Mordheim. Cuando finalmente llegó el impacto, las Hermanas de Sigmar se reunieron bajo la gran cúpula del templo de su convento, bien construido y fortificado con las plegarias de las Hermanas, que las protegió del fuego y las llamas provocadas por la ira de su señor.

Las Hermanas creen que tienen una sagrada misión, una tarea que les ha sido impuesta por el mismísimo Sigmar y a la que deben entregarse en cuerpo y alma. Su sagrado deber es reunir los fragmentos de piedra bruja y ocultarlos en las profundidades de la Roca de Sigmar, en las criptas de su convento donde, protegidos por capas y capas de sólido granito y guardados por las eternas plegarias de la hermandad, no causarán ningún daño a los hijos de Sigmar. Es una tarea casi imposible, ya que hay muy pocas Hermanas e incontables fragmentos de piedra bruja. Y lo que es aún peor, hay algunos que atesoran los fragmentos de piedra para ellos, para sacarlos de Mordheim y extender su contagio por las ciudades del Imperio.

Las bandas de la Hermandad están dirigidas por endurecidas Matriarcas Sigmaritas, cada una acompañada por un grupo de hermanas guerreras. El duro entrenamiento y la severa disciplina del convento incluyen el dominio de las artes guerreras además de las eclesiales, ya que el dominio del cuerpo no es sino el primer paso en el dominio del alma. Su arma favorita es el martillo de guerra, el instrumento de Sigmar, al que consideran su símbolo sagrado junto con el cometa de dos colas.

Banda[]

Hermanas de sigmar
  • Matriarca Sigmarita - Las Matriarcas Sigmaritas, de las que existe un círculo interior de doce, son responsables directas ante la Gran Matriarca del templo. Cada una debe dirigir una banda de Hermanas en las frecuentes búsquedas por la ciudad para purgar sus ruinas. Las Matriarcas se ven impulsadas por una intensa devoción hacia el Culto de Sigmar y una incesante determinación de redimir a la Hermandad ante sus ojos.
  • Hermana Superiora - Cada una de las Hermanas Superiores es una sacerdotisa con un largo servicio al Culto de Sigmar, muy versada en los rituales del templo y un ejemplo para las Hermanas más jóvenes y las Novicias. A las Hermanas Superiores se les confía el mantenimiento de la fe y el fervor de la orden ¡Cualquier peligro o enemigo que aceche entre las ruinas de Mordheim no es nada comparado con la ira de una Hermana Superiora!.
  • Augur - Las ciegas Augures de la Hermandad están mucho más bendecidas que sus camaradas. Al renunciar a su visión normal han ganado algo mucho mayor, una segunda visión, un don de su dios patrón. Sólo unas pocas están señaladas de este modo, y son muy reverenciadas por la Hermandad. A diferencia del resto de las sacerdotisas se afeitan la cabeza, con la excepción de una larga trenza.
  • Hermana Sigmarita - Las Hermanas Sigmaritas saben que toda la orden está en desgracia ante los ojos de su Señor Sigmar. Cada una de ellas ha jurado sobre su altar pacificar la ciudad y de ese modo redimirse. Sean cuales sean los peligros y los horrores que se interpongan en su camino, ¡ellas los vencerán!.
  • Novicias - Por tradición, las Hermanas reclutan a sus miembros entre las casas más nobles del Imperio, y estas familias consideran un gran honor que una de sus hijas sean admitidas en la orden. Sólo las doncellas de ascendencia noble pueden tener la devoción al deber necesaria y un innato sentido del honor. Por pocas que sean las reclutas, deben sufrir bastantes años como Novicias, durante los cuales deberán probar al límite su devoción. Todas están deseosas de demostrar que son merecedoras de ser las Doncellas de Sigmar.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

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