Boceto del Artilugio de los Dioses
En el momento cumbre del Asedio de Quetza, el profeta Tehenhauin condujo a un pequeño y selecto grupo de discípulos al interior de las humeantes junglas que rodeaban la ciudad templo. El profeta de Sotek volvió al salir el sol del tercer día después de su marcha, montado en una enorme bestia parecida a un Estegadón. Sobre su espalda había un artefacto de incalculable antigüedad y poder, construido, sin duda, siguiendo las misteriosas técnicas de los Ancestrales. A una orden del profeta, unos rayos envolvieron el artefacto y un gran cometa de dos colas apareció en el cielo y cayó con gran estruendo sobre las hordas skavens, diezmando a los engendros rátidos en un instante. Este poderoso artilugio de los Ancestrales resultó ser tan solo el primero de una docena que Tehenhauin había recuperado de las profundidades de la jungla. Se dice que únicamente un verdadero elegido de los Ancestrales puede usar un arma así, y estas armas siguen siendo la más extraña de las visiones sobre un campo de batalla en Lustria.
El Artilugio de los Dioses está situado en la parte trasera de un poderoso arcanadón, una bestia rara de las profundidades de las selvas de Lustria. Las energías desatadas por el Artilugio son terribles para la vista, como es la carga de la bestia que la lleva. La combinación de ambos efectos es a menudo más de lo que el enemigo puede soportar.
Miniatura
Fuente
- Campaña: Lustria