Señor de los Dragones
"La victoria estaba finalmente a nuestro alcance. Entonces, de repente, un gigantesco Dragón Verde se lanzo en picado desde los cielos y se interpuso en nuestro camino, Sus colmillos eran como guadañas, verdes vapores venenosos salían de su boca, y a su espalda cabalaba un orgullosos guerrero. Esto fue lo primero que vimos de Asarnil."
- —Extracto de "Las gloriosas aventuras de Gunter Friesheim.
La leyenda de Asarnil, Señor de los Dragones, es conocida en toda Ulthuan. Asarnil es el hijo de Aserion, héroe de mil batallas. Desde su más temprana juventud, Asarnil fue educado en las marciales tradiciones de Caledor, consagrando la mayor parte del día a su práctica y estudio. Se convirtió en un gran guerrero, y en uno de los pocos Elfos capaces de despertar a los Dragones que dormían bajo las montañas de aquel antiguo reino de los Altos Elfos.
Su compañero, Colmillo de Muerte, es el más grande de los Dragones que logró despertar de este sueño profundo, un noble monstruos cuyo coraje y sabiduría solo son comparables a su ferocidad depredadora. Juntos son completamente invencibles, y su fama traspasó las fronteras de Caledor y los límites de Ulthuan.
Historia[]
Durante la Gran Guerra contra el Caos, Asarnil combatió con distinción junto a sus hermanos Príncipes Dragón. Asarnil los dirigió en batalla, y fue gracias a él que Caledor no fue arrasada en esos tiempos oscuros.
Después de la Batalla de la Llanura de Finuval, se le ordenó a Asarnil unirse a las fuerzas de Altos Elfos procedentes de Lothern. Una vez los Príncipes Dragoneros llegaran, las fuerzas combinadas de Lothern y Caledor podrían destruir al último gran contingente de Elfos Oscuros que permanecía en Ulthuan.
Pero antes de que Asarnil pudiera volar en ayuda del Rey Fénix, llegaron noticias de que la propia Caledor estaba siendo atacada. Bajo el mando de Asarnil, toda una escuadra de Jinetes de Dragón volaron de vuelta para proteger su tierra natal. En un brillante ataque, los Jinetes de Dragón de Caledor expulsaron a los Elfos Oscuros al mar, y Caledor se salvó. Triunfante, Asarnil se dirigió de nuevo al encuentro con el Rey Fénix, seguro de que le esperaban grandes honores y recompensas a su llegada.
Al oír que sus órdenes habían sido desobedecidas, el Rey Fénix Finubar se enfureció. Si sus tropas hubiesen sido atacadas sin contar con el apoyo de los Príncipes Dragoneros, habrían sido destruidas. Cuando Asarnil y sus camaradas jinetes de Dragón llegaron al campamento del Rey Fénix, no les esperaba ningún desfile. En vez de ello, se le ordenó a Asarnil que se presentara inmediatamente ante el Rey Fénix. Enfurecido, Asarnil se negó y juró que ya no era súbdito de la corona de Ulthuan. La respuesta de Finubar el Navegante fue rápida y dura: Asarnil quedaba despojado de su título y tierras, y desterrado de Ulthuan, a menos que se sometiera a la justicia del Rey Fénix. Orgulloso hasta el final, Asarnil se negó.
Asarnil era ahora un Príncipe sin reino, un Señor en el exilio. Recogió sus armas y armadura, montó sobre Colmillo del Muerte, y abandonó la bendita isla de Ulthuan. Se dirigió hacia las viejas ruinas de una ciudad élfica en el Sur del Viejo Mundo, donde se encontró con los humanos que ahora había viviendo en esas tierras.
Su Dragón descendió sobre la ciudad de Remas en la tierra de Tilea, para terror de sus ciudadanos. Sin embargo, el Príncipe de Remas se dio cuenta de que un aliado tan poderoso le proporcionaría la ventaja que necesitaba para ganar la guerra. Reclutó inmediatamente los servicios de Asarnil para la guerra que Remas estaba librando contra la ciudad rival de Miragliano.
Con la ayuda de Asarnil y el impresionante poder de Colmillo de Muerte, Remas derrotó de forma decisiva a sus rivales, y concluyó la guerra satisfactoriamente. De hecho, era tal el terror inspirado por Colmillo de Muerte, ¡que la mayoría de los hombres de Miragliano tiraron las armas y huyeron sin presentar batalla! En la batalla naval de los Arrecifes de las Sirenas, Asarnil y Colmillo de Muerte destruyeron por completo la flota de Miragliano, y acabó con la supremacía de la ciudad en el mar.
Desde esos días, el orgulloso estandarte de Asarnil ha ondeado en incontables campos de batalla del Viejo Mundo, y tal es su fama que otros Príncipes Dragón exiliados luchan junto a él. La demanda de sus servicios y su valor en la batalla son tan elevados, que un general a menudo sólo contratará a un único Señor de los Dragones para luchar en su ejército, y con ello le bastará para asegurar la vitoria. Sólo los Príncipes más importantes pueden permitirse pagar la exorbitante tarifa del Señor de los Dragones, pero un general que cuente con Asarnil tiene prácticamente garantizada la victoria. A menudo, el mero rumor de que hay presente uno de estos guerreros letales basta para hacer que el enemigo se rinda.
En su corazón Asarnil todavía sueña con regresar a Caledor triunfante con las riquezas que ha acumulado, pero de momento su lanza y su espada y sus seguidores están a disposición de quien le pague.
Conflicto de Canon[]
En Triunfo y Traición se dice que Asarnil cayó en desgracia cuando desobedeció sus órdenes con el fin de salvar a Caledor, de una horda voraz de adoradores del Caos en lugar de Elfos Oscuros.
Objeto Mágico[]
- Amuleto Corazón del Dragón: Este amuleto es uno de los poderosos artefactos fabricados por Caledor Domadragones para los Príncipes Dragoneros Élficos. Se dice que la brillante gema que cuelga del cuello de Asarnil es una piedra encontrada en el corazón de una montaña, bendecida por el propio Caledor Domadragones. La parpadeante luz del Amuleto Corazón del Dragón hace que la silueta de Asarnil y su Dragón sea borrosa y confusa, como si se viera a través de una bruma.
Miniatura[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Mercenarios (5ª Edición), págs. 42-43.
- Expansión para Warhammer: Triunfo y Traición.