Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Poblado Elfos Silvanos por Sven Bybee Athel Loren

Imagen ilustrativa

Al oeste del Imperio, se encuentra el Bosque de Laurelorn que, aunque teóricamente está bajo los dominios del Conde Elector de Nordland, es un reino totalmente independiente gobernado por los misteriosos y herméticos Elfos Silvanos. No obstante, se les considera aliados del Imperio.

Tras la derrota de los Altos Elfos en la Guerra de la Barba, abandonaron sus colonias del Viejo Mundo. Al igual que sus parientes de Athel Loren, algunos Elfos que residían en las colonias de lo que posteriormente sería el Imperio decidieron quedarse a defender su amado Bosque de Laurelorn, evitando que se profanase su corazón por la mano de Enanos, Pieles Verdes, Hombres Bestia y cualquier otro potencial enemigo. Incluso los gobernadores humanos de Nordland y Middenland, que reivindican el bosque, han aprendido a base de caras lecciones a pensárselo dos veces antes de ejercer dichas reivindicaciones. Incluso para poder cazar bajo las copas de sus árboles se ha de solicitar permiso a estos maestros exploradores antes de disparar siquiera contra un conejo.

A diferencia de sus parientes de Athel Loren, los Elfos Silvanos del Bosque de Laurelorn no llevan políticas aislacionistas tan extremas. Saben que son muy pocos y que necesitan de la protección del Imperio y de su numeroso colectivo de hombres, por lo que algunos Elfos Silvanos han decidido poner fin a su aislamiento y entrar en el Imperio, así como también enviar embajadores para reunirse con algún alto mando imperial para tratar asuntos de comercio, seguridad o colonización.

Archivo:WoodElfArcher.jpg

Elfo Silvano de Laurenlorn

Por un acuerdo con los condes de Nordland, los Elfos permiten a los imperiales que colonicen la región entre los ríos Salz y Demst. No obstante este acuerdo limita estrictamente su cantidad, por lo que los Elfos deben aprobar la creación de nuevos asentamientos, y no están muy dispuestos a ello. Igualmente también limitan a los humanos los recursos que pueden recoger del bosque. Estas limitaciones provocan numerosas tensiones entre ambas razas. Muchos humanos han construido asentamientos ilegales y los Elfos los amenazan con eliminarlos por la fuerza si no abandonan las regiones ocupadas. Se llega a temer que esto pueda dar lugar a un conflicto armado entre ambas razas.

Más allá del Demst se encuentra el corazón de Laurelorn, un lugar que los norlandeses llaman el "bosque de la bruja” debido al miedo supersticioso hacia la reina Elfa. Los humanos tienen prohibido el paso bajo pena de muerte. Se desconoce lo que hay en el bosque exactamente, pero algunos libros antiguos mencionan una ciudad de cristal en lo más profundo del bosque, un lugar que brilla con luz propia.

Fuentes

  • Warhammer Fantasy JdR: Herederos de Sigmar (2ª Ed. Rol).
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