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Casa Imperial - Agujas de Altdorf por Tony Parker

La Casa del Imperio, o Casa Imperial, es el cuartel general y sede administrativa de la Guardia de Altdorf. Allí se trata todos los aspectos de aplicación de la ley, incluyendo la concesión de recompensas por los criminales, Hombres Bestias, Mutantes y Pieles verdes, así como del arresto de los criminales. Rumores persistentes indican que los espías imperiales también operan desde este edificio, y, aunque nadie confirma oficialmente este rumor, es cierto. Hay otros centros también, pero la Casa Imperial es una importante.

Descripción[]

La Casa del Imperio es un enorme edificio de piedra que se parece más a una fortaleza que a un edificio administrativo. Hay poca decoración más allá de las armas Imperiales sobre la entrada principal, y la mayoría de las ventanas son pequeñas y están protegidos por barrotes, siendo adecuadas para usarlas como troneras. Hay guardias apostados en los parapetos, personificando la promesa de que los cuerpos de seguridad de Altdorf siempre están vigilantes.

Los muros son gruesos; el edificio dispone de su propio pozo de agua potable en el interior, amplias reservas de suministros e incluso una pequeña bodega. Podría soportar un enérgico asedio durante largo tiempo, y ha soportado revueltas urbanas y disturbios en numerosas ocasiones.

Las pequeñas celdas de sus calabozos albergan presos que esperan juicio o traslado a la fortaleza Mundsen. Los puestos de guardia locales suelen ocuparse de los borrachos y de los pendencieros, por lo que los presos que llegan hasta aquí suelen ser sospechosos de delitos graves, como asesinato, falsificación o contrabando.

Vestíbulo de la Casa Imperial por Tony Parker

Las puertas principales están abiertas desde el amanecer, y cualquiera puede entrar al vestíbulo, pasando por debajo de las Armas Imperiales que cuelgan sobre la puerta principal. El salón de recepción es grande y tiene el techo muy alto. La sala está dividida en dos por un gran mostrador de madera. El mostrador es el límite entre las partes públicas y privadas de la Casa del Imperio, y está atendido por más de una docena de guardias mientras las puertas permanecen abiertas. Los visitantes que van más allá del mostrador tienen que demostrar que tienen algún asunto oficial con alguien del edificio, y dicha persona tiene que escoltarles mientras están dentro. Fuera de horario, siempre hay seis guardias destacados aquí, listos para responder a cualquier alarma. De día o de noche, la Guardia está preparada para ocuparse rápidamente de cualquier conmoción, a menudo a base de fuerza bruta.

En la planta baja hay una sala común, las camaretas, el área de la cocina y (en directa proximidad a todo ello) la armería. Las oficinas de las plantas superiores sólo disponen de ventanucos, por lo que hay que mantener a raya a la penumbra mediante velas y lámparas. Un guardia distinguido que sepa leer y escribir podría ascender a administrador de la Guardia. El cargo incluye un despacho, que los administradores pueden conservar durante el resto de su carrera. Muchos guardias se pasan años pisando las adoquinadas calles de Altdorf antes de retirarse, algunos bajo presión, a llevar a cabo trabajos internos. Los veteranos de aquí se pasan el tiempo leyendo y contrastando informes de diversos puestos de la Guardia, o revisando información sobre individuos sospechosos a los que se ha visto atravesando las puertas.

Las zonas privadas del edificio son muy diferentes. Hay pocas diferencias entre las oficinas. Todas tienen una pequeña ventana, necesitando ser iluminadas por linternas o velas, y casi todas tienen el mismo tamaño. En consecuencia a las personas que trabajan aquí se les asigna una oficina que mantienen durante toda su carrera, no importa lo alto que lleguen en la jerarquía.

La Casa del Imperio tiene la política estándar de no interferir con lo que las personas hacen en sus oficinas, siempre y cuando se haga el trabajo y no inflingan las leyes. Como resultado, cada oficina es diferente, y aquellas que han sido ocupadas desde hace tiempo reflejan la personalidad del ocupante. Los agentes particularmente importantes se interesan por los rumores de sus oficinas. De alguien reconocido por su implacable caza de herejes podría decirse que tiene las cabezas de sus presas conservadas y montadas en la pared, o podría tener una oficina llena con una colección de ositos de peluches.

Entrar en las zonas privadas es difícil. En teoría, un visitante debe tener asuntos concretos con alguien del edificio, y esa persona debe acompañar al visitante durante todo el tiempo mientras estén en las zonas privadas. Esto en la práctica se aplica las primeras veces que alguien visita. Sin embargo, las personas que son conocidas por trabajar con los funcionarios en numerosas ocasiones, y han hecho un buen trabajo, se les permite entrar por ellos mismos, e incluso se puede permitir que lleven a sus propios invitados.

Hay una segunda entrada en la parte trasera del edificio, custodiada por dos guardias y utilizada sobre todo como salida de emergencia. Sin embargo, los funcionarios que no quieren pasar entre la multitud de la entrada principal, la usan de vez en cuando para ir y venir sin llamar la atención.

Funciones[]

Del amanecer al crepúsculo, el salón está abarrotado de gente que pugna por un puesto en la cola y por llamar la atención de los empleados. Las puertas principales están abiertas desde el amanecer, y cualquiera puede entrar al vestíbulo principal. Aquí, aire es pungente debido al olor corporal de tanta gente, sobreponiéndose en gran medida al de la calle, y a veces desde las celdas del sótano emergen olores aún más malsanos.

La Casa del Imperio ofrece recompensas por delincuentes y mutantes, e incluso por Hombres Bestia y Pieles Verdes. Las paredes del área pública están cubiertas con anuncios de recompensas, carteles de búsqueda, y otros documentos oficiales similares. Media docena de guardias se mezclan con la gente en todo momento, manteniendo un ojo abierto a los problemas. Posiblemente haya más cazarrecompensas en esta habitación que en cualquier otra zona de tamaño similar en el Imperio. No es infrecuente encontrar aquí a personas llevando cabezas cortadas, los cazarrecompensas llevan las cabezas para confirmar las muertes. Los que han matado monstruos generalmente traen partes más pequeñas del cuerpo como prueba.

Los guardias de la recepción se vuelven rápidamente inmunes por completo a las sorpresas. Un grupo de aventureros que coloque una cabeza de dragón sobre la mesa y pregunte por la recompensa, provocaría algún tipo de reacción, pero solo porque el personal no sabría de improviso la recompensa adecuada. Siempre están preparados para acabar con los problemas y nunca se preocupan por las muertes que puedan ocurrir cuando se ocupan de tales eventos.

Las peleas surgen con cierta frecuencia en el vestíbulo principal, particularmente entre los cazarrecompensas discutiendo sobre recompensas. La guardia se supone que aporrea a los sinvergüenzas y los echa fuera del edificio, pero las muertes ocurren. Cualquier lucha dentro de la Casa Imperial llama rápidamente la atención de docenas de guardias y una lucha contra los guardias verá a los responsablesmasivamente superados y con casi toda probabilidad derrotados.

Abundan los rumores acerca de que la Casa del Imperio también es una casa franca para los espías y los agentes del Emperador. Aunque las fuentes oficiales lo niegan, el misterioso Schattenkabinett (= el gobierno en la sombra), la policía secreta de Karl-Franz y uno de los brazos de la Cámara Negra de Altdorf opera desde aquí a las órdenes del maestro de espías Franz Gernhein. El magistral burócrata y legendario jugador de ajedrez dirige la organización con una eficacia espeluznante. La aristocracia desprecia a Gernhein y a los nobles les encantaría encontrar algo que pudiera acabar con su carrera; y quizá incluso detener por completo las investigaciones del Schattenkabinett.

Fuentes[]

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