De todos los cementerios de Cuernos Pétreos por las Montañas de los Lamentos, el más grande y buscado es el Cementerio Dientes de Granito. Allí, las frías ráfagas de viento rodean a los cientos de Cuernos Pétreos petrificados, sus cuerpos convertidos en estatuas cubiertas por gruesas capas de hielo y nieve. A la sombra de estas enormes bestias, refugiados de las peores tormentas de hielo, reposan los huesos d ecientos de aventureros que han osado buscar fortuna en esta traicionera región. Junto a los esqueletos humanos están los de los Enanos que creyeron que los corazones de los Cuernos Pétreos se volvían diamante tras su muerte, y los de los Skavens que creyeron que los Cadáveres de las terribles bestias se convertian en piedra bruja solida.
No es de extrañar que tantas expediciones hayan fracasado, ya que en medio de las ventiscas y las demás condiciones metereolóicas extremas que envuelven el Cementerio Diente de Granito, resulta muy díficil diferenciar entre un Cuerns Pétreos muerto (cuyo cuerpo hace tiempo se convirtió en piedra y gemas preciosa), y uno moribundo (cuyo cuerpo aún está en pleno proceso de petrificación). Estos últimos especimenes permanecen virtualmente inmóviles, sus congeladas formas imposibles de distinguir de los que ya se han transformado en estatuas. Sin embargo, cuando los picos y hachas empiezan a golpear contra su rocoso cuerpo para hacer saltar las piedras preciosas, sus párpados fosilizados se abriran de golpe con un crujido casi imperceptible a causa del aullido del viento; eso será la única advertencia de que los buscadores de tesoros acaban de cometer el mayor error de sus vidas.
Fuente:
- Reinos Ogros Octava Edición.