Clan Mors

"¡Las cosas humanas caerán! Sí-sí... con el tiempo..."

—Despellejahombres, del Clan Mors

El Clan Mors es un Clan Skaven que controla multitud de minas Enanas abandonadas por las Montañas del Fin del Mundo, y que está gobernado por Gnawdwell, miembro del Consejo de los Trece.

Es el clan de los Señores de la Guerra más numeroso y es casi tan poderoso como los cuatro Grandes Clanes, hecho que no pasa inadvertido. En realidad, no son pocos los que creen que el Clan Mors ha sobrepasado su categoría, ya que compite con aquellos que no han tenido necesidad de competir durante siglos. No es del todo improbable que los Grandes Clanes decidan ponerse en contra de este advenedizo, puesto que no les apetece en absoluto que se alce junto a ellos alguien que pueda derrotarlos. El lugarteniente del Señor de la Guerra Gnawdwell es Queek el Coleccionista de Cabezas y es él quien suele liderar a los guerreros del Clan la mayoría de las veces. Es muy temido por sus hazañas, su temperamento virulento y su inmenso ego, que han llevado al Clan Mors a cosechar una victoria tras otra.

Los guerreros del Clan Mors se distinguen del resto de clanes por llevar con orgullo los colores rojo y negro de su clan. Incluso la rata más insignificante ostenta estos colores de algún modo, aunque no sea más que un poco de pintura pintarrajeada en el escudo, mientras que las Alimañas llevan armas y cascos lacados de negro y rojo.

El Clan Mors[]

Queek El Coleccionista de Cabezas por Adrian Smith

Los Skavens del Clan Mors son considerados unos advenedizos por los clanes mayores. A causa de sus victorias recientes y de su prodigiosa expansión, el Clan Mors está próximo a poder equipararse con los Clanes Eshin, Pestilens, Moulder e incluso Skryre en cuestión de poder e influencia. Juntos, los cuatro clanes mayores podrían aplastar con facilidad al Clan Mors, igual que han aplastado otros clanes advenedizos en el pasado. Aún así, el Clan Mors hace ostentación de su poder, y nadie está seguro de por qué los clanes mayores han evitado actuar como se esperaba de ellos.

El señor de la guerra Gnawdwell, la mente maestra bajo el desenfrenado éxito del Clan Mors y amo incuestionable de la Ciudad de los Pilares, se sienta ahora en el Consejo de los Trece. Sus despiadados métodos han dado como resultado la muerte de muchos de sus rivales, así como la destrucción total de seis clanes menores. Con estos triunfos, Gnawdwell ha incrementado la riqueza y el poder del Clan Mors hasta niveles sin precedentes. Los Skavens de los clanes derrotados han incrementado el poder militar del clan, por no mencionar su fuerza laboral, y las fortificaciones conquistadas a lo largo de todo el Imperio Subterráneo ondean su estandarte con orgullo.

Se han extendido rumores que dicen que los clanes mayores temen la siniestra reputación de Gnawdwell. Muchos grandes Skavens han caído a causa de los ardides del señor de la guerra, y no se puede saber qué es lo que hará si se ve obligado a proteger el reciente prestigio de su clan. Incluso si el mismo Gnawdwell fuese asesinado, es muy posible que cualquiera de sus subordinados se alzara para usurpar su puesto. Dada la efectividad de las estrategias de combate del clan hasta la fecha, sería estúpido pensar que se derrumbaría si Gnawdwell fuese asesinado.

Los Skavens del Clan Mors, de forma muy poco característica, se muestran unidos como si fueran uno, y exhiben una lealtad hacia sus líderes inaudita para la sociedad Skaven. Incluso los Skavens reclutados por el clan de entre clanes menos afortunados pronto son vistos alabando a Gnawdwell y a sus lugartenientes. Nadie está seguro de si esta lealtad se debe a alguna terrible hechicería, a drogas aún por descubrir, o si son producto de algo más que aún se debe averiguar.

Motivaciones del Clan Mors[]

Al igual que muchos clanes menores, el Clan Mors codicia un puesto entre los clanes mayores. El señor de la guerra Gnawdwell ha dejado muy claro que cree que está destinado a liderar a todos los Skavens a su inevitable victoria sobre el mundo de la superficie y sus habitantes pelones. Dado su éxito continuado y su habilidad en batalla, tal vez esté en lo cierto.

El resto de los clanes se muestran vacilantes a acceder a su petición de invadir el mundo de la superficie, diciendo que aún no es el momento adecuado para otra invasión. Gnawdwell considera estas razones pobres excusas, pero no se decide a arriesgar su recién ganado ascenso al Consejo de los Trece. Así que se prepara hasta que su posición en el Consejo sea algo más Fuerte. De momento se contenta con descansar en los laureles, regodeándose en la adoración que le profesan sus tropas.

Tácticas del Clan Mors[]

El Clan Mors emplea una amplia variedad de técnicas, desde las fiables oleadas de esclavos y ratas de clan hasta los asesinatos misteriosos que realizan sus asesinos entrenados. Tal vez su mayor recurso sea el uso que hacen de venenos, por lo que son famosos en todo el Imperio Subterráneo. Aún así, es difícil predecir las tácticas del clan porque su mayor fortaleza es la velocidad con la que se adaptan a la situación de cada momento. A diferencia de los clanes mayores, no utilizan ningún método especial ni ningún arma por encima de las demás, y esta versatilidad es un gran recurso entre los a menudo cerrados Skavens.

En batalla, el Clan Mors ha demostrado ser implacable, brutal, y despiadado en extremo. Los ejércitos que se enfrentan contra el clan a menudo son aniquilados hasta la última rata del clan. Los clanes que se han enfrentado en el pasado contra tropas del Clan Mors sufren de una moral muy baja, principalmente debido a la reputación de despiadados de sus enemigos. Por otro lado, a las unidades que se rinden directamente se les da cuartel y se les aísla hasta que su clan haya sido derrotado por completo, momento en el que se les incorpora en las filas de los esclavos del Clan Mors.

Los Skavens prometedores de clanes derrotados son ascendidos a puestos de responsabilidad después de que hayan demostrado ser de confianza. Gnawdwell cree que sólo se debe relegar a las filas de los esclavos a los Skavens merecedores de ello, mientras que los que tienen algo que ofrecer al Clan Mors se utilizan adecuadamente. Aunque las traiciones y las puñaladas por la espalda son una constante en el clan, se consideran métodos para que los Skavens que lo merezcan hagan avanzar los planes del clan en su conjunto. Por ejemplo, el asesinato de un superior que dificulte de forma activa el éxito del Clan Mors es equivalente a traición. Sin embargo, si el cambio de poder resulta beneficioso para el clan, el asesino es felicitado como todo un patriota.

El Clan Mors al Servicio del Consejo[]

Karl Kopinski señor de la guerra y alimañas

El Clan Mors aún no ha podido probar su valor a los Señores de la Descomposición, aunque tendrá oportunidad de hacerlo si las cosas salen como desea el señor de la guerra Gnawdwell. El Consejo aún no está seguro de cómo utilizar al Clan Mors y ya hace tiempo que se producen acaloradas discusiones acerca de este asunto entre varios miembros del Consejo. No es ningún secreto que el Clan Skryre desea ver destruido al Clan Mors, un sentimiento que el Clan Moulder ha rechazado en varias ocasiones. El Clan Pestilens, que estuvo en una posición similar a la del Clan Mors tiempo atrás, aún no ha llegado a una decisión. El Clan Eshin, por supuesto, se guarda su opinión acerca del clan advenedizo.

De entre los Señores de la Descomposición, parece que sólo el Señor de la Videncia le ha prestado su apoyo al Clan Mors. La unidad que muestran los miembros del clan, que es un factor obvio de su éxito reciente, intriga al Señor de la Videncia. Si se pudiesen descubrir los métodos por los que Gnawdwell se asegura la lealtad y estabilidad de sus compañeros de clan, tal vez la Gran Ascensión pudiese hacerse realidad. Después de todo, es el deber de los Videntes Grises mantener unidos a los Skavens como raza, y obviamente Gnawdwell ha tenido cierto éxito en mantener sus fuerzas a raya.