Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Columna Og Agog

La Columna de Og Agog, que en la lengua nativa de Albión se traduce como “la antigua columna de la Magia del Corazón”, está construida en el mismo centro de Albión. Puede ser vista recortándose contra el cielo desde muchos kilómetros alrededor y se ha convertido en el centro de reunión de las tribus nativas de Albión. Dicen las leyendas que, hace mucho, la imagen de un dios fue tallada en la piedra de lo alto de la columna, una estatua que los nativos primitivos reverenciaban con devoción. Se decía que era un líder entre los inmortales Ancestrales y se cuentan historias acerca de cómo cruzaba los cielos en su carro alado.

Los nativos se reunían cada año al pie de la columna y los guerreros más diestros competían unos contra otros. La lucha libre o con lanzas y las competiciones de puntería y demostraciones de fuerza eran comunes, pero, con diferencia, el evento más impresionante eran las carreras de carros. Todavía hoy existe una rudimentaria pista alrededor de la columna y el ganador de estas carreras obtenía un inconmensurable respeto para sí mismo y los suyos.

Excepto por aquellas ocasiones en las que los nativos se congregaban, la columna servía tan sólo de nido para las bandadas de pequeñas aves grises tan comunes en la isla. Por alguna razón desconocida, se reunían sobre la columna en grandes concentraciones y a veces parecía que una gran oleada de plumas grises fluyera hacia la base de la columna. La columna yace ahora en un estado ruinoso. Poco antes de que las brumas que envolvían la isla se disiparan, cayó sobre la isla una gran tormenta, de una potencia jamás presenciada en Albión. Durante días y noches, los vientos soplaron con fuerza por las llanuras y el trueno retumbó en los baldíos. Grandes proyectiles bifurcados de energía luminosa iluminaban brevemente la oscuridad e incluso los nativos de Albión, acostumbrados a su terrible clima, se cobijaron en sus primitivos refugios.

Cuando salieron al exterior se encontraron que la columna había sido destruida y, lo que era peor, que las nieblas que habían mantenido la isla a salvo de la invasión se habían desvanecido. La estatua, que durante milenios había dominado la tierra desde las alturas, yacía ahora despedazada a los pies de la columna e incluso los Gigantes de Albión fueron incapaces de levantar el enorme pedazo de mármol. Los pájaros, que se habían reunido en tan gran número alrededor del pilar, habían huido y nadie sabía dónde.

Los Arúspices se han reunido ahora en consejo y todos están de acuerdo en que la destrucción de la columna augura la llegada a la isla de los dioses de las tinieblas. Los nativos ahora rehuyen la columna y la consideran un monumento caído a una época en la que una relativa paz regía Albión.

Fuente

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