El territorio de que ocupaba la extinta tribu de Cuileux estaba albergaba parte del Bosque de Châlons, el Cerro del Orco, los Túmulos de Cuileux y la llanura que posteriormente sería llamada como la Tumba de Cuileux, todo dentro del actual ducado de Quenelles.
Descripción[]
Antes de la unificación Bretonia estaba divida en diversas tribus, para el 770 CI, el numero total era 16, aquellas tribus controlaban un territorio que sería la base de los posteriores ducados. Cuileux fue la primera en caer en el -48 (930 Calendario Imperial). Una inmensa horda de orcos, liderada por el kaudillo Gragabad, brotó del Cerro del Orco e invadió sus tierras. Los jinetes de Cuileux cabalgaron en una última y desesperada batalla, y aunque los pieles verdes cayeron como trigo ante una guadaña, eran demasiados, y hasta el último de los caballeros de Cuileux pereció en combate.
A resultas de este desastre, los ejércitos de Quenelles y Brionne avanzaron e infligieron una derrota aplastante a los debilitados orcos. Los dos ejércitos bretonianos se enfrentaron entre sí, pero no les quedaban ánimos para disputarse las tierras de Cuileux. En vez de eso, ambos duques decidieron batirse en un duelo, cuyo ganador tomaría Cuileux como parte de su ducado. El señor de Brionne fue abatido, y Quenelles amplió sus fronteras.
Dicha batalla se ha conocido posteriormente como la Tumba de Cuileux. La destrucción de Cuileux señala el inicio de las guerras que culminaron con la unificación del reino, con las Doce Grandes Batallas.
Todos los caballeros de Cuileux murieron en su última batalla, pero algunos de ellos tenían hijos en casa y la llegada de los ejércitos de Brionne y Quenelles impidió que los Orcos acabarán con ellos. Así puede que todavía haya en Bretonia descendientes vivos del ejército de Cuileux. Es posible que alguna aldea haya perpetuado la tradición de casarse únicamente con descendientes de aquellos reyes, y como los reyes bretonianos de todos los tiempos han rendido homenaje al sacrificio de los nobles caballeros de Cuileux, esto supondría que todos sus campesinos serían, legalmente nobles.
Algunas personas creen que los muertos de Cuileux han lanzado algún tipo de maldición sobre quienes han heredado sus tierras, obligándoles a proseguir en su lucha contra los orcos que amenazan constantemente estas tierras. Ciertamente es de notar que todas y cada una de las festividades de Quenelles implica la quema de un Orco o Goblin, ya sea en efigie o de carne y hueso.
Actualmente un campesino de Cuileux recorre la región afirmando ser el autentico heredero del último duque de Cuileux. La nobleza lo considera un bandido y un revolucionario, pero actúa más bien como un sin rostro y se está ganando el apoyo del campesinado. Aquellos que tienen contactos con él se ven involucrados en problemas. Para muchos puede que sea un impostor, pero incluso aunque diga la verdad, podría no albergar en su corazón los mejores intereses de la región.