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Existe un relato, bien conocido en las aldeas en torno al Bosque de las Sombras, que habla de un Minotauro de Condenación al que los demás Hombres Bestia llaman Ragush del Cuerno Sangriento. Esta criatura, de un tamaño monstruoso incluso para los de su propia raza, se ha convertido en una leyenda por toda la región, tanto entre los Hombres Bestia como entre los Humanos.
A Ragush se le conoce sobre todo por sus actos de suprema barbarie, el peor de los cuales fue perpetrado en la aldea de Kalkengard. Allí, el Minotauro de Condenación se presentó con una poderosa horda de Hombres Bestia que incluía a cientos de otros Minotauros, cada uno de ellos armado con un par de "trincha-humanos" de filo serrado. En una sola jornada de masacre, la horda destruyó la aldea, derribando cada edificio y asesinando o quemando vivo a cada habitante. Tantas fueron las víctimas, que los Hombres Bestia no fueron capaces de comérselas a todas en una sola noche. Tras haberse atiborrado con los mejores trozos de carne, Ragush ordenó a sus Hombres Bestia colgar los restantes cadáveres cabeza abajo de los árboles y salientes altos de las casas, convirtiendo toda la aldea en un monumento a mayor gloria del Caudillo Minotauro, pero también en una suerte de “alacena" que la horda pudiese emplear para volver a alimentarse cuando fuese menester.
Desde entonces, los terrenos que rodean las ruinas de la aldea son conocidos como la Despensa de Kalkengard, y algunos lugareños han llegado a decir que no toda la carne que cuelga de los árboles está muerta.
Fuente[]
- Ejércitos Warhammer: Hombres Bestia (7ª Edición).