Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Disco de Tzeentch imagen

Tiburones Celestiales de Tzeentch

Los Discos de Tzeentch (K'echi'tsonae en Lengua Oscura), también conocidos como Corceles de Tzeentch, son seres procedentes del espacio disforme, criaturas parecidas en comportamiento a los tiburones, que cazan en los mares de energía mágica, donde incluso los demás Demonios son vulnerables a su ataque. Tienen forma de criaturas aplanadas en forma de bandeja, generalmente con viciosos dientes y afiladas espinas.

Los Discos son monturas altamente deseables y populares, reservados sólo para los servidores más favorecidos de Tzeentch. Ya sean poderosos heraldos de el Que Cambia las Cosas o venerados magisters de cultos, el prestigio que ofrece un signo tan obvio de la bendición de su maestro infernal es una posición de estima que muchos aspiran, pero pocos logran alcanzar.

Descripción[]

Herederos de Tzeentch 01

El Reino del Caos está habitado por los Poderes del Caos y sus secuaces, por las sombras de los mortales, y por inseguras criaturas flotantes nacidas de las recurrentes emociones de los que estuvieron vivos. Es un infierno de especies, un cielo de especies, y un eterno mar de la perdición. Está habitado por innumerables cazadores y asesinos, cosas que se aprovechan de las criaturas flotantes e incluso de los espíritus sombríos de los hombres. Uno de estos son los Discos de Tzeentch. Recorren las mareas de la disformidad como bancos de barracudas, buscando seres vulnerables que lo habitan. Los discos son cazadores crueles y despreocupados. Pueden oler la ser-sombra de un humano vulnerable, encontrarlo rápidamente y desgarrarlo, llevando los restos a su Señor Tzeentch.

Los Discos de Tzeentch fueron originalmente Aulladores de Tzeentch. Los Aulladores son seres tan ágiles y rápidos que son muy apreciados como monturas. Sin embargo, la naturaleza primitiva y temperamentales de los Aulladores limita su efectividad como monturas, a pesar de la ventaja que proporcionan estas criaturas, lo que puede provocar grandes problemas si la atención de su controlador no se concentra suficientemente en ellos. Para ello, un Aullador ha de ser transmutado y metamorfoseado en una nueva forma más estable y confiable antes de poder utilizarse como montura, dando lugar a los Discos de Tzeentch.

Hechicero del Caos en Disco Volador de Tzeentch por Des Hanley

Rodeados de una fuerza mística, los discos voladores de Tzeentch flotan a varios metros por encima del suelo entre las turbulentas nubes de energía que componen el Reino del Caos, valiéndose de los vientos de la magia, devorando demonios inferiores y las almas de los condenados. En este plano demencial son seres informes hechos de sombras, crueles y despiadados. Su amo oscuro los empuja a buscar y destruir las esencias de los mortales que han sido absorbidas a su plano, así como para recuperar sus almas para ser transformadas por Tzeentch.

Los hechiceros más distinguidos de Tzeentch son obsequiados con un disco volador para su servicio constante. Mientras las inmensas hordas de El Que Cambia Las Cosas van a la guerra, los orgullosos hechiceros de Tzeentch van flotando por encima de ellos montados en sus discos voladores. Estos discos transportan a sus amos en la batalla, ofreciéndoles una perspectiva única de los movimientos de sus ejércitos, y permitiendo al hechicero eliminar más fácilmente a los objetivos importantes ya sea lanzándole proyectiles de fuego mágico o abalanzándose sobre ellos para atacarles. Los discos voladores de Tzeentch tampoco están indefensos ya que pueden arrojar a su alrededor rayos mágicos o atacar con tentáculos o con unas garras afiladas con las que aniquilara los enemigos que se acercan demasiado.

Disco de Tzeentch Disco Magus Warhammer AOR

Debido a que los Discos existen principalmente en el Reino del Caos, se dice que como son enviados al mundo de los mortales por la voluntad de su dios, pueden regresar al Reino del Caos cuando lo deseen, a veces mientras aún llevan sobre sus lomos a sus jinetes mortales, como un jinete de la disformidad. Sin embargo, los simples mortales no estaban destinados a existir en este universo inmaterial, cuya locura y excitación pura puede resultar en ocasiones superior a la tolerancia humana. Ser un Jinete de la Disformidad es la última experiencia humana: ser perseguido por las cosas que viven en él, siendo alimentado por el aire líquido de la magia pura, para terminar regresando al mundo mortal en completo éxtasis, con cada nervio ardiendo con la energía de la materia en bruto de la magia.

Aspecto[]

Disco de Tzeentch por Michael Franchina Boceto 1

Los Discos son extravagantes criaturas no son ni demonios ni creaciones mágicas, sino más bien una mezcla de ambas. Debido a su origen como Aulladores, los Discos mantienen su aspecto aplanado similar a mantarrayas. En el Reino del Caos, los discos son criaturas humeantes cuyas formas cambiantes sugieren una profusión de dientes y penetrantes ojos pequeños. Cuando se mueven en el mundo material al mando de su Señor Tzeentch, sus cuerpos mágicos asumen formas extrañas y de aspectos imposibles, como parte del ritual de unión.

La mayoría se vuelven redondos y aplanados, capaces de volar por el aire como hacían en su plano de origen, pero la magia que los transforma siempre les produce alguna otra alteración, alguna mutación que los diferencia de los demás miembros de su especie. Como resultado de ello, algunos Discos quedan cubiertos de ojos, mientras otros están envueltos en metal viviente, plumas o escamas, o en sustancias extrañas y esotéricas como el oro, el vidrio o incluso fuego. Vuelan a través del aire, cabriolan y giran a través del firmamento como elegantes peces a través de aguas claras.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

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