Imagen ilustrativa
Los Matarifes lo han ungido con vísceras, le han colgado objetos rúnicos capturados de los Enanos, y lo han adornado con otros trofeos tribales. Las Fauces Rúnicas emiten constantemente un suave gruñido. Cuando el estandarte detecta un ataque mágico, el gruñido aumenta hasta convertirse en un rugido de depredador y empieza a brillar, emitiendo un eructo que es capaz de desviar la magia del hechizo, haciendo que impacte en otra parte.
Fuente[]
- Ejércitos Warhammer: Reinos Ogros (8ª Edición).