Todos los gigantes son monstruos humanoides, tan altos y fuertes como diez hombres. La única cosa que les gusta más que el alcohol es el combate, y casi siempre está borracho, combatiendo o haciendo las dos cosas a la vez. Los gigantes son muy gritones, violentos y, en la mayoría de los casos, estúpidos, pero son capaces de acabar con regimientos enteros si se lo proponen golpeando a sus enemigos con sus garrotes o aplastándolos con sus enormes pies.
Descripción
Los gigantes prefieren vivir en el norte del Viejo Mundo. El frío y los parajes rocosos del Territorio Troll y Norsca les gustan mucho más que los bosques del Imperio. Aunque de vez en cuando los hay que deciden hacer del bosque su hogar y otros descienden de sus guaridas en las Montañas del Fin del Mundo y en las Montañas Centrales para unirse a los ejércitos del Caos hordas de Hombres Bestia, es más habitual verlos caminando en solitario o junto a bandas de compañeros merodeadores.
Los Gigantes del Caos son los más variados de su raza y pueden encontrarse en una gama muy extravagante de formas, tamaños y colores, que son desde ligeramente escalofriantes a directamente dañinos para la vista. Los gigantes que viven en la frontera de Norsca con los Desiertos del Norte, suelen estar profundamente corrompidos por el Caos. Las mutaciones causadas por la influencia de los poderes oscuros son aún más aterradoras cuando toman forma en criaturas como estas y los gigantes favorecidos con ellas pueden hacer que hasta el guerrero más valiente huya. Los que viven en el bosque son un ejemplo particularmente vil de su raza. Su piel está cubierta de moho verde y marrón, hongos y musgo, y sus barbas largas están enredadas y apelmazadas con hiedra y plantas trepadoras.
En el lejano Norte habitan muchos monstruos de gran tamaño y, si bien los gigantes del Territorio Troll y de Norsca son gigantes auténticos aunque deformes, en el caso de las criaturas que habitan más cerca del polo en los Desiertos del Caos la cosa ya no está tan clara. Algunos son hombres o especímenes de otras razas que han aumentado de tamaño debido a los efectos de la magia salvaje que reina en el lugar; otros, en cambio, son más difíciles de clasificar, ya que se trata de inmensas masas trémulas formadas por partes corporales al azar que antaño podrían haber sido un gigante, pero que también podrían ser cualquier otra cosa.
Sea como sea, los Gigantes del Caos son monstruos humanoides con un apetito voraz por la violencia. Son máquinas destructoras con un único pensamiento, tan dedicados a la matanza, al asesinato, la mutilación y al desorden como los propios Paladines del Caos. Se trata de una monstruosidad grosera y gritona que se deleita con demostraciones de su inmensa fuerza, solo está contento cuando está despedazando a la gente bajo sus enormes pezuñas o destrozando una línea de batalla. No es de extrañar que los Dioses del Caos favorezcan a estas criaturas porque son la aniquilación personificada.
Los Gigantes del Caos se ven instintivamente atraídos hacia quienes poseen el favor de los Dioses Oscuros, tal vez porque siempre hay cadáveres cubriendo el suelo cerca de estos individuos aunque no hacen causa común ni con los rebaños ni con las hordas del Caos. Tienen la suficiente inteligencia como para distinguir amigos de enemigos, pero poca más, y desde luego no asimilan la idea de obedecer a nada que sea más pequeño que él. Conceptos como tácticas y estrategia solo confunden a los Gigantes, quienes van a la batalla, en primer lugar, para aniquilar y alimentarse, ya que un gigante puede comer una docena de humanos y no sentirse saciado. Se unen a ellos en busca de una buena matanza que sacie su hambre de ganado y su sed de barriles de cerveza saqueada.
Un gigante no pedirá mucho más que combate y cerveza a un paladín del Caos que pretenda enrolarlo en su contingente y siempre que haya provisiones y campesinos suficientes para que no se tenga que alimentar de los otros miembros del regimiento, será bienvenido en los ejércitos del Caos. Aunque en ocasiones, los chamanes de los hombres bestias unen su voluntad al de los gigantes que viven en los bosques, para que cuando la bestia emerja de entre los árboles, arrastrando deshechos putrefactos, envuelto en vides y apestando a madera fétida baste para infundir el terror en los corazones de los supersticiosos soldados.
Cuando un Gigante del Caos se topa con las filas enemigas, es tan probable que coja a un enemigo y se lo guarda para comérselo después sentado en una piedra o bajo un árbol, como que le tire un menhir o lo aporree con un tronco de árbol con espadas clavadas. Sea cual sea su antojo, los ataques de un Gigante siempre son devastadores.
Miniatura
Imágenes
Fuentes
- Ejércitos Warhammer: Bestias del Caos (6ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Hombres Bestias (7ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Guerreros del Caos (7ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Guerreros del Caos (8ª Edición).