Los Maestros Ingenieros son científicos excéntricos que, generalmente, suelen encontrarse en Altdorf creando nuevas armas tecnológicas para el arsenal del Emperador. Su imperiosa necesidad de probar sus últimas creaciones les lleva también al campo de batalla, donde ponen en funcionamiento sus máquinas. Los ingenieros normalmente están ocupados disparando al enemigo con una amplia variedad de armas experimentales, pero algunas veces no pueden resistir la tentación de dirigir el fuego de artillería. Aunque los artilleros suelen quedar aturdidos por las ininteligibles teorías de los ingenieros acerca del movimiento parabólico de los proyectiles, su simple presencia incrementa la precisión de los artilleros.
La creación más acertada de los Ingenieros es el terrorífico Cañón de Salvas, obra de von Meinkopt. Tras la infortunada muerte de su creador debido al mal funcionamiento de una de sus máquinas más fiables, los Ingenieros acostumbran a observar estos interesantes prototipos desde una distancia prudencial.
Aunque los ingenieros se pasa la mayoria del tiempo haciendo pruebas con inventos a medio terminar, todos ellos reconocen que su verdadero propósito consiste en crear un ingenio con el que combatir a los diferentes enemigos que amenazan el Imperio. Las armas antiaéreas, las maquinas tuneladoras, los rayos helados y las bombas son solo parte de todas las letales creaciones de los ingenieros. son individuos excéntricos, que siempre están murmurando y abstraídos, y trabajando en algunas máquina para mejorar su funcionamiento. aunque no son soldados, los ingenieros suelen ir al campo de batalla para sacar el mejor partido de sus invenciones o para probar sus nuevas armas de fuego contra el enemigo.
Los artilugios que los Ingenieros llevan a la batalla son muy variados e incluyen desde máquinas letales como el Tanque de Vapor y las Baterías de cohetes, hasta la campana del terror de Von Hugn, el tonel atronador o las palomas bomba Herstel-Wenckler y multitud de otros dispositivos. Estos inventos rara vez funcionan, o al menos no lo hacen de la manera prevista; no obstante, de vez en cuando un Maestro Ingeniero consigue crear una máquina de guerra capaz de causar estragos al enemigo de forma relativamente fiable. Los Ingenieros más jóvenes sienten un deseo irrefrenable de probar sus últimas invenciones en el campo de batalla, mientras que los viejos Maestros Ingenieros han presenciado ya tantos fallos en el funcionamiento de sus máquinas que prefieren confiar sus prototipos a otros compañeros más jóvenes, mientras ellos observan desde una distancia segura.
Además, algunos ingenieros supervisan las piezas de artillería personalmente mientras apabullan a las dotaciones con explicaciones sobre el tiro parabólico y realizan ajustes de última hora para asegurase de que la máquina rinde al máximo. aunque ningún artillero que se precie admitirá nunca que los conocimientos de una rata de biblioteca son más importantes que su experiencia, la realidad es que la presencia de un ingeniero aumenta la precisión de la artillería.
Pero no es sólo su habilidad como inventores y suministradores de armas mortales lo que hace que los Maestros ingenieros sean tan valiosos en el campo de batalla. Aunque no son soldados, los Maestros Ingenieros siguen siendo considerados como parte de las fuerzas del Emperador. A menudo puede vérseles tratando de aprovechar las "condiciones del campo de batalla" para disparar selectivamente contra el enemigo utilizando una amplia variedad de rifles y arcabuces experimentales.
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Fuentes
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (6ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (7ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (8ª Edición).