Los Intrusos de Morbog son una alegre y corrupta pandilla de unos ochenta y pico orcos y jinetes goblin, listos para cargar en masa. Los Intrusos plantean un montón de problemas, está claro que los orcos vulgares van a ser carne de cañón si se enzarzan con la Milicia de Middenheim o con una de las brigadas de élite del Emperador, pero, dado que estamos hablando de especialistas en atacar ciudades pequeñas, guardadas por la típica y ridículamente pequeña milicia del pueblo, y poner pies en polvorosa mucho antes de que la caballería toque la primera corneta, problema resuelto.
Organización
Los Intrusos se organizan en cinco unidades: cuatro de veinte orcos y una de doce Jinetes de Lobo goblin. Además de esto, cuatro o cinco conductores orcos se encargan de las tres carretas de aprovisonamiento de las bandas y de 27 Snotlings que tiran de ellas.
El jefazo es Morbog Rajagargantas, un orco de temible reputación que gobierna con mano de hierro. Por debajo de Morbog se encuentra Bulg, su teniente, y los líderes de unidad Gaglug Alientodeperro, Sogrodd Desollaenanos, Margrogg, Mami y Boggrad Colmilludo.
La disciplina se imparte según los eficaces estándares orcos: todo el mundo hace lo que dice Morbog o éste los mata.
Er jefe
Morbog Rajagargantas es un mercenario convertido en bandido. Alcanzó su posición actual gracias a las enaltecidas virtudes tradicionales: la traición y la ferocidad, y derrotando al anterior líder, Roglobb Rajatripas, en singular combate. El que lanzara el reto justo después de que un enano golpeara a Rogglob en el estómago con un hacha de batalla no hizo sino aumentar su fama de astuto.
De joven, Morbog solía luchar a menudo contra los enanos; el mayor orden en las filas Enanas unido a su adiestramiento jugó siempre un papel decisivo en la ristra de derrotas que sufrieron los orcos. Ha intentado imponer la disciplina de los enanos dentro de su banda, si bien su éxito hasta ahora ha sido más bien limitado, puesto que esta clase de actividad organizada resulta más bien ajena a la mentalidad orca. Aunque algo debe de estar haciendo bien; la banda ha ido cosechando éxito tras éxito; y, puesto que todavía ningún enano le ha partido por la mitad, nadie a cuestionado en serio sus normas.
Morbog es bastante bajo y de constitución fuerte. Su cara presenta una impresionante cantidad de cicatrices (recuerdo de sus días como mercenario), porta un peto ennegrecido y un casco y esgrime un hacha de batalla de terrorífico aspecto. Farda con su collar compuesto de orejas secas de enano.
Er vice
El segundo al cargo es Bulg, uno de esos orcos majetes (para ser un orco, vamos) y amigable. Inteligente y feroz en la lucha, Bulg no aspira a nada y se muestra satisfecho con su posición actual. Estos rasgos tan poco orcos convierten a Bulg en el número dos ideal.
El nombre de Bulg viene de la palabra bulto y no parece importarle. Se le reconoce enseguida por su tamaño y su peso, y por el malicioso rostro de orco que lleva tatuado en su enorme barriga. Si uno se acerca lo bastante, podrá darse cuenta de que le falta la oreja izquierda. A Bulg le gustan las cosas sencillas y por eso lleva una espada mellada y un escudo (sobre el que puede verse el mismo dibujo que el de su tatuaje)
Carne de enanos
El resto de la cuadrilla lo componen los orcos y goblins de siempre: un puñado de adorables asesinos sedientos de sangre con ganas de juerga.
Los Intrusos reclutan mediante la presión en grupo sobre los orcos que vean que merecen la pena, con lo que el problema de las deserciones se convierte en el pan de cada día, pero dado que las técnicas disciplinarias de los Intrusos son muy imaginativas y brutales, la mayoría de los reclutas no intenta salir por patas más de una vez.
Los Intrusos se dividen en cinco unidades (cuatro de infantería, una montada), cada una adorable a su manera. Cada uno de sus líderes conforman la típica pandilla de alborotadores y camorristas. Gaglug sonríe y habla solo todo el tiempo. A Sogrodd se le oye más que se le ve, debido a sus problemas con el flato. Nadie está del todo seguro de qué aspecto tiene Magrogg debajo de toda esa capa de porquería pero siempre se darán cuenta de que anda cerca. Boggrad es todo un faro: posee una nariz enorme y su vozarrón resuena como la sirena de un muelle. Mami es hiperactivo. Todos visten jubones de cuero y botas con clavos
- Gaglug Alientodeperro y cía; Loz Chicoz de loz Loboz
Estos son, obviamente, la caballería. Compuesta por 12 goblins a lomos de lobos gigantes, su principal tarea consiste en asegurarse de que ninguna fuerza enemiga coja a los Intrusos por sorpresa; cuando marchan, la caballería trota muy al frente, a los lados y en la retaguardia de la columna en busca de actividad enemiga. Esto quiere decir que suelen operar lejos del campo de visión de Morbog, con lo que Er Jefe les otorga un nivel de autonomía considerable.
Gaglug, como tantos comandantes de la caballería, siempre va en busca de gloria, deseoso de hacer algo verdaderamente estúpido y romántico. Cuando se encuentren con caballería enemiga, aun cuando ésta los supere con mucho en número, Gaglug lo más probable es que ordene cargar y se lance al ataque sin dudarlo un instante.
Hay que reconocer que la táctica resulta bastante efectiva cuando se emplea contra caballería humana, por lo general compuesta por tipos a horcajadas de caballos que tienden a espantarse cuando tienen un lobo delante. Así y todo, un día entablará combate con alguien que monte caballos bien entrenados y se va a llevar una desagradable sorpresa.
En las batallas campales, Morbog lanza su caballería contra los flancos. Rodean el campo de batalla e intentan golpear al enemigo desde la retaguardia, aislando las comunicaciones, infligiendo pánico a los hombres y, con suerte, matando o dispersando a los comandantes enemigos.
Otra tarea de la caballería es la de reunir a los desertores. Esto no contribuye a que los Jinetes de Lobo les caigan nada bien a las tropas de Morbog, que no ven con demasiados buenos ojos el que los traten como a ovejas... y que encima los pastores tengan que ser gobos apestosos. No hace falta decir que los Jinetes de Lobo duermen con sus monturas, para asegurarse de que los orcos no expresen su descontento de la manera habitual.
El estandarte de los Jinetes de Lobo presenta un estilizado lobo abriéndole la garganta a un caballo. Cada miembro de la unidad lleva una imagen de la osamenta de un caballo colgando de una cadena alrededor del cuello.
- La pandilla de Sogrodd el Desollaenanos
Éstas son las tropas de choque de los Intrusos. Increíblemente temerarios en la batalla, su lema es "Jamás vimos a un pigmeo que no nos gustara... ¡CON SALSA!"
Por lo general sirviendo de ancla para el eje de la línea, los Desollaenanos infligen más daño (y sufren más bajas) que cualquier otra unidad.
Como recompensa reciben el privilegio de escoger botín los primeros (despues de Morbog y Bulg) además de llevarse los mejores reclutas. También marchan en cabeza de la columna, donde, como dicen ellos, "¡Los demás ya pueden comer nuestro rajado polvo!"
El estandarte de batalla de los Desollaenanos es una bandera negra como el carbón atravesada por un relámpago. Los miembros de la unidad lucen unas cicatrices sospechosamente parecidas sobre cada mejilla (recuerdo de las más que desagradables ceremonias de iniciación de la cuadrilla)
- Los Gusanos de Margrogg
El número de Gusanos es prácticamente desconocido; casi toda la unidad la componen nuevos reclutas. Aunque Margrogg, su líder, es un veterano curtido, no posee demasiada experiencia como líder de unidad, y Morbog vigila de cerca sus movimientos. En la batalla, los Gusanos se sitúan junto a la cuadrilla de Sogrodd el Desollaenanos, donde se espera que puedan aprender algo con el ejemplo.
Margrogg no acaba de decidirse por un estandarte de batalla. Sus intentos por prender lonchas de lomo sobre una bandera no han dado ningún resultado que pudiéramos calificar de satisfactorio. Margrogg se pasa el día untándose con grasa de cerdo, sin conseguir otra cosa que estar permanentemente envuelto por un enjambre de moscas. A él le parece una manera de conservarse fiel al nombre de la unidad, pero el resto de sus miembros no acaba de cogerle el tranquillo a esta costumbre.
- Los Chicoz de Boggrad el Colmilludo
A pesar de su poco halagüeño nombre, los Chicoz son buenos luchadores, duros y sin delirios de grandeza. Cumplen bien con las órdenes que reciben, y Morbog los considera dignos de confianza (dentro de los estándares orcos). Su fiabilidad los cualifica para trabajos de importancia, aunque no especialmente atractivos, como puedan ser vigilar tesoros, estar al cargo de un flanco sin supervisión directa, ir en busca de comida ellos solos, etc.
Los Chicoz de Boggradd no poseen estandarte de guerra, pero Plonki, su cerdo mascota, los acompaña siempre en la batalla (a menos, claro está, que Magrogg haya dado buena cuenta de él y no hayan tenido tiempo para apañar uno nuevo). Los miembros de la unidad llevan cascos y gorros tocados con los dedos de aquellos a los que han derrotado en la batalla.
- Los Chicoz de Mami
Los Chicoz de Mami son sin duda la unidad más vaga y avariciosa de todo el destacamento. Forman una marabunta indisciplinada, incluso para los orcos. Cuando marchan, Morbog y Bulg tienen que asegurarse de que mantienen el paso junto a los demás. En combate se comportan de modo terriblemente defensivo, listos para la retirada en todo momento. Sin embargo, si les dices que en tal o cual ciudad les espera un buen botín, comida, o bebida, y que lo único que tienen que hacer es quitar de en medio a esos "jorriblez jumanoz", cargarán como tiburones que hayan olido la sangre.
Puesto que disparar a los adversarios desde una distancia segura no pone demasiado a prueba ni el inexistente valor de los Chicoz ni su cicatería sin límites, Morbog les ha hecho entrega del pequeño arsenal de arcos y flechas de su cuadrilla.
El estandarte de batalla de los Chicoz de Mami presenta un estilizado sol en el centro de lo que es un corazón atravesado por una espada. Cada chico se engalana con toda la quincallería y bisutería barata que pueda transportar; cuanta más chatarra de este tipo ostente un orco, mayor será su posición dentro de los Chicoz. El hurto de los adornos de otro miembro de la unidad es algo común, y en más de una ocasión se ha retrasado o incluso detenido un ataque porque los Chicoz se han parado a rapiñar las joyas de algún camarada caído.
Ya de paso, Mami es un orco varón. No suele tomarse demasiado bien ningún comentario a propósito de su nombre.
Tácticas y estrategia
Los objetivos de Morbog son bien sencillos: actúa sin provocación previa, destruye, saquea y quema, luego sal de ahí antes de que se organice la defensa. Esto quiere decir que si sus víctimas demuestran más determinación de la esperada, Morbog se retirará e irá en busca de una presa más fácil.
No obstante, los orcos no suelen ver con muy buenos ojos a los líderes que salen huyendo ante el peligro, y este recelo suele expresarse mediante la repetida aplicación de objetos punzantes sobre el pecho del sujeto en cuestión. Si bien Morbog resulta inmune a este tipo de críticas, más que nada por su capacidad para partir en cachitos a cualquier orco que lo intente, en algún momento tiene que dormir. Por eso ve que merece la pena conservar el respeto de sus subordinados.
Así es que, a menos que el enemigo sea verdaderamente duro de pelar, los Intrusos atacarán. Si ganan, genial. Si pierden, pues hombre, a latigazos se aplaca hasta la garganta más sedienta de sangre, así que los orcos podrán retirarse sin vergüenza ni deshonor.
En el combate, los Intrusos hacen gala de la misma gracia y estilo de sus congéneres. Su pan y su sal es el ataque frontal; las maniobras amaneradas como guardar un flanco se guardan como último recurso.
- Cohesión de la unidad
Un solo orco, si se le deja a su libre albedrío, tiene bastantes probabilidades de que se le ocurra que todo este tinglado de vagar por tierras lejanas plagadas de taponez, elfos y humanos hostiles quizás no sea tanto chollo. Echa de menos a su mujer y sus cachorros, el rancho nunca acaba de matarle el gusanillo y le duelen los pies. Este orco casi seguro que decidirá mandarlo todo al garete y emprender el camino de vuelta a casa.
Morbog está bastante al tanto de esta fea costumbre entre sus soldados. Por tanto, como regla general, sus orcos operan en unidades. De vez en cuando se dividirán en equipos de hasta 10 orcos, pero sólo los mejores combatientes (Jinetes de Lobo y Desollaenanos) tienen permiso para hacerlo y siempre en circunstancias especiales.
- Cohesión del ejército
A Morbog le gusta tener a todo el mundo a la vista. Dado que suele operar en territorio hostil, conoce los peligros que implica dividir sus fuerzas.
Sencillamente, tiene sentido táctico mantener a todo el mundo a una distancia de los demás desde la que se puedan apoyar los unos a los otros. Tampoco es raro que una unidad de orcos al completo se las pire o que se ataquen entre sí cuando no haya nadie vigilando.
Por tanto, una unidad de orcos se encontrará siempre a unos 50 metros de otra. Las unidades orcas que se alejen a más de esta distancia sin que hayan recibido órdenes concretas intentarán regresar cuanto antes. Morbog puede ordenar a sus unidades que se alejen fuera del límite con un propósito exclusivo, "Akí quietoz y vigilaz ezte puente si no queréis kos koma er zerebro". Como bien sabe Morbog, esta disciplina durará solo un tiempo no muy largo.