Jefes Eslizones

Los Eslizones que demuestran sus habilidades en el combate o que entran al mundo marcados para la grandeza, pasan a ser Eslizones de confianza de uno de los Chamanes Eslizón y llevan el título de Jefe.

Descripción[]

Los Jefes Eslizón tienen la misma autoridad que un Chamán Eslizón. Mientras que los Chamanes Eslizón atienden a las profecías y gestionan las Ciudades-Templo, los Jefes Eslizón se suelen encargar de supervisar patrullas, grandes proyectos de construcción y al sistema de emisarios. Actúan como guardianes de las muchas patrullas que operan por Lustria. Los Jefes Eslizón lideran estas patrullas y las rigen en todo momento, no solo en tiempos de guerra. Son los centinelas y los vigilantes de la jungla y está bajo su responsabilidad descubrir la presencia de cualquier intruso y, si es posible, eliminarlo.

Trinkets of Gold by Adam Lane Hombres Lagarto Eslizón

Los Jefes Eslizón son agresivos si se comparan con el típico carácter de la mayoría de los Eslizones y algunos montan sobre Terradones, pero su papel no consiste en sacrificarse en las batallas que no pueden ganar, sino más bien deben detectar a los intrusos y despertar a los Saurios con una fuerza numerosa. Los jefes eslizón guían a Guerreros Saurios y a otros luchadores hacia su presa, que es derrotada rápidamente. También interpretan las complejas instrucciones que los Magos Sacerdote Slann dan a los Chamanes Eslizón y estos pasan a los Jefes, para que ellos, a su vez, las hagan llegar a los Saurios y las enormes bestias de sangre fría que forman el grueso del ejército de los Hombres Lagarto.

Los Jefes Eslizón son la mano derecha de los Chamanes Eslizón y los obedecen con toda lealtad. En ocasiones, los Chamanes Eslizón necesitan guerreros que puedan obedecer instrucciones más complejas de una manera discreta, más allá de la capacidad mental de los brutos Saurios. Al Jefe Eslizón se le pueden confiar reliquias sagradas u ordenarle el cumplimiento de algún destino específico, como por ejemplo recuperar un artefacto perdido o asesinar a un adversario concreto. Es bastante común que un Jefe Eslizón lidere una pequeña fuerza exploradora para que lo ayude en su deber.

Cuando combaten como parte de un gran ejército de Hombres Lagarto, los Jefes Eslizón son los responsables de un gran número de funciones vitales. La más importante es reunir las líneas de batalla de los Eslizones, y proporcionarles liderazgo y estímulo cuando se acerca el enemigo, ya que los Eslizones, aunque son los sirvientes más resueltos de los Ancestrales, no son guerreros poderosos ni seguros de sí mismos. A veces, los Jefes Eslizón lideran pequeños grupos de guerra de Eslizones hacia la línea principal de batalla de los Hombres Lagarto. Estos grupos tienen la función de interrumpir el avance del enemigo lanzando sus jabalinas envenenadas contra sus flancos o fingiendo avances y retiradas. Es un deber peligroso, que los Jefes Eslizón están seguros de liderar.

Jefe Eslizón de Cresta Roja[]

Cacique cohorte de cresta roja warhammer total war por Mathia Arkoniel — Jefe Eslizón de Cresta Roja

En la sociedad de los Hombres Lagarto, los agudos y veloces Eslizones, son los administradores y los artesanos... En definitiva, los obreros. Como es común entre los Slann, aunque por motivos que se desconocen, algunos desoves son más rápidos, fuertes, ingeniosos y brillantes que sus hermanos. Este es el caso de los Eslizones de Cresta Roja, que surgieron por primera vez en la ciudad templo de Chaqua antes de que sufriera el ataque y la invasión de una horda particularmente violenta de Skavens portadores de plagas. Posteriormente, fueron los Eslizones de Cresta Roja los que respondieron a la llamada de Tehenhauin y acudieron en masa al estandarte del Profeta para servir al venidero Dios Serpiente, Sotek. Cuando los supervivientes de la matanza y de la plaga que siguió se dispersaron por Lustria, informaron a todos los Hombres Lagarto de la Profecía de Sotek y les instaron a declarar la guerra total a los Skavens. Proclamaban que el sacrificio de cualquier rata invocaría al Dios Serpiente y aceleraría su bendita llegada.