Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Espadas del Caos by Adam Lane

Las Espadas del Caos son un grupo de Paladines del Caos de élite que son leales seguidores de Archaón el Elegido y se dedican en cuerpo y alma a todos y cada uno de los Dioses del Caos.

Historia[]

Todos los Paladines del Caos adoran a sus dioses con fe reverencial, pero para esta banda la adoración del Caos lo es todo. Se parecen más a una orden religiosa que a una horda de guerreros. Los Espadas del Caos no están consagrados a ninguno de los Dioses del Caos en especial. Adoran al Caos Absoluto, el Gran Dios Innombrable, La Cosa Que No Debería Ser.

Archaon2

Su líder recibe el nombre de Archaón. Archaón es poderoso, astuto, de una malignidad inenarrable, y se dice que es el Señor del Caos más poderoso de esta era. Los rumores dicen que era un sacerdote guerrero de una Orden religiosa del Imperio, pero encontró su verdadera fe en la adoración del Caos. Le fue concedida la visión de que unificaría las hordas del Caos y marcharía sobre las naciones civilizadas, desencadenando sobre el mundo una Era del Caos que duraría toda la eternidad. Archaón está completamente dedicado a esta causa, y no permitirá que nada se interponga en su camino. Es un gran orador y sus discursos provocan en sus seguidores un gran fervor religioso. Sus palabras llegan al alma de cualquiera que se haya consagrado a la causa del Caos.

Archaón constantemente recorre los desiertos en busca de otras hordas. Antes de una batalla, la elección que Archaón da a las demás Hordas es simple: unirse a él o morir. Son bienvenidos los adoradores de todos los Dioses del Caos, siempre que juren fidelidad a Archaón. El Caos Absoluto los recibe a todos como sus verdaderos hijos. Muchos lo desobedecen y mueren. Pero otros muchos se dejarán llevar por el entusiasmo de Archaón y se unirán a él. De este modo los Espadas del Caos se han convertido en la mayor coalición de guerreros de los Desiertos del Norte. Muchas veces defensores entusiastas han reunido sus ejércitos y han retado a Archaón, esperando librar al mundo de su mortal amenaza. Ahora sus huesos yacen en los Desiertos del Norte y las llanuras del Territorio Troll.

Las hordas que se reúnen bajo los estandartes de los Espadas del Caos son muchas y diversas, pero todas ellas están bajo el férreo control del implacable Señor Archaón. Todos se dirigen a él en busca de su guía religiosa. Sus números crecen cada día, y muchos temen que Archaón sea el próximo en unir a las hordas de los Desiertos y lleve su guerra maligna al Viejo Mundo.

Tras años de incesantes luchas y de ampliar su ejército, en el centro de este se encuentran, las Espadas del Caos. Solo los más fuertes han sobrevivido al largo camino que han tenido que recorrer, hasta que solo ha quedado un grupo de tropas veteranas, Caballeros del Caos Elegidos, los cuales solo se dejan liderar por el propio Archaón.

El Fin de los Tiempos[]

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

Última Resistencia de Middenheim[]

Espadas del caos batalla de middenheim

Este poderoso grupo de Caballeros del Caos existía desde mucho antes del reinado de Karl Franz. Cada uno posee su propia saga oscura, pues habían sido poderosos campeones de los dioses antes incluso de unir su suerte con la del Elegido. Sin embargo, la autoridad de Archaón sobre los Espadas del Caos es absoluta; incluso los más grandes de ellos cumplen ahora las órdenes de su amo con un instinto incuestionable que es más profundo que las palabras. De hecho, algunos han permanecido tanto tiempo ante del horno abierto de la voluntad del Elegido, que han perdido por completo su personalidad, convirtiéndose en poco más que autómatas. Estos guerreros perdidos no son menos mortales por toda su impersonalidad, todavía capaces de cosechar una sangrienta cuenta con espada y lanza.

Batalla de la Última Carga[]

Espadas del caos ultima carga

Los supervivientes de la vieja banda de Archaón, las Espadas del Caos eran una leyenda en el norte. Inusualmente para su clase, las espadas no intentaban ganar el favor de los dioses - luchaban para la gloria de Archaón. A cambio, compartían las recompensas del Elegido - cuanto más se elevaba Archaón, más poderosos eran las Espadas. Esa lealtad tenía un precio. Todos excepto el más fuerte de los espadas estaba firmemente sometido por la personalidad de Archaón. En el momento del asedio de Averheim, todos excepto los tenientes en jefe del Elegido eran poco más que extensiones de su temible voluntad. Esto eran en verdad las Espadas del Caos: armas para ser desenvainadas y manejadas a placer de Archaón.

El Fin de Todas las Cosas[]

Las Espadas del Caos habían sido devastados durante los últimos momentos de la caída de Averheim, pero todavía eran un ejército preparado para enfrentarse con lo mejor que los Encarnados pudieran arrojarles. Ya fueran impulsados por la lealtad, la ambición personal o simplemente el ansia de batalla, todos sentían la mirada de los Dioses Oscuros sobre ellos.

Imágenes[]

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Fuentes[]

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