Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Leo haan

"Si encuentras algún halfling recién muerto, te pagaré por él más que nadie. ¡Pero tiene que estar fresco! ¡Recién muerto! Mejor incluso si todavía no está muerto del todo."

Leo Haan, Hechicero.

Leo Haan tiene complexión y estatura medias y pelo rubio y fino con calvas. Le avergüenza su demacrado aspecto, exacerbado por su adicción al caru, un estimulante importado de Lustria. Sufre insomnio y anorexia, y tiene la piel en carne viva, descamada o con costras. Está desesperado, y tal vez esté maduro para ser reclutado por alguna secta que le ofrezca la promesa de librarse de su maldición. También es obvio que sus investigaciones lo están llevando peligrosamente cerca de la nigromancia.

Historia[]

Leo es el que hace en realidad la mayoría de los encantamientos de la tienda de los Haan, pero ha estado cada vez más recluido, hasta el punto de que la gente cree que se ha ido de Marienburgo. Hace cinco años, cuando tenía treinta, le robó un artefacto mágico a un chamán de las Tierras del Sur, desencadenando una poderosa y horrenda maldición que está devorando su cuerpo lentamente. Leo no sabe si terminará matándolo o, peor aún, si seguirá viviendo como un horrible monstruo. Como no consigue deshacer la maldición con los medios habituales, ni encontrar a un hechicero o clérigo que sea capaz de lograrlo, Leo se ha enfrascado en una serie de experimentos en busca de una cura. Pasa todo su tiempo en el sótano, experimentando con criaturas resistentes a la magia y al Caos (sobre todo Halflings) y animales exóticos vivos con sus órganos todavía palpitantes. Últimamente sólo encanta los objetos para la tienda si Sybo no puede hacerlo.

Leo siempre trabaja solo en la mezcla de laboratorio de alquimia, depósito de cadáveres y sala de vivisección que es su cuarto de trabajo, en el que pasa casi todas sus horas de vigilia. Sus jornadas son tan largas que tras ellas cae en un profundo sueño por el agotamiento. El taller principal es una visión espeluznante, atestado de frascos con órganos y glándulas.

Leo tiene pocos contactos, y en las pocas ocasiones en las que sale de noche para reunirse con ellos va disfrazado o encapuchado. Trata regularmente con saqueadores de tumbas y conoce a algunos sepultureros de la Escuela de Físicos y Barberos. Aunque antes tenía varios amigos en el Gremio de Hechiceros y Alquimistas, lleva años sin visitar la sede y ya sólo es miembro epistolar, para fomentar la idea de que se ha marchado de Marienburgo.

Fuente[]

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