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El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.
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Una tendencia que todo von Carstein había compartido desde los días de Vlad era imitar la sociedad humana que decían despreciar. Mannfred no era menos propenso a ese comportamiento que sus predecesores, hasta el punto de que habitualmente ordenaba a los recién levantados muertos formar distintos regimientos de combate. Así sucedió durante su marcha hacia el Paso del Perro Loco, al igual que en campañas anteriores. Ciertamente podría argumentarse que tales distinciones importaron poco en los estrechos confines de la guarida Skaven durante la Batalla de la Madriguera Mordkin, pero a Mannfred le resultó grato conservar algunas normas de comportamiento civilizado en aquel escuálido agujero.
Los zombis que atravesaron los túneles del Clan Mordkin no lucharon como una masa anónima de No Muertos, como había sido el caso de los que habían servido a Arkhan el Negro en Bretonia, sino bajo los estandartes y colores que habían portado en vida. No obstante, Mannfred solía cambiar el nombre del regimiento a algo que se amoldase más a su gusto. Así, los Ojos Precisos de Varenka se convirtieron en los Ojos Muertos, los Halcones de Tolsburgo se volvieron los Alas del Terror, y los Espadas de Alquiler del Barón Richter pasaron a ser la Manada Sangrienta. Mannfred resucitó al propio Barón Richter como un tumulario, y lo puso al frente de la primera oleada, sin más motivo que lo mucho que le recordaba el hombre a un stirlandés que una vez había conocido y odiado. Tan sólo a la famosa banda mercenaria conocida como las Manos de la Muerte se le permitió conservar su propio nombre, y tampoco es que les hubiera supuesto mucho consuelo.
Fuentes
- The End Times I - Nagash.