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Black Knight

Mallobaude, el Caballero Negro

Mallobaude, también conocido como El Caballero Negro o La Serpiente, es un caballero renegado de Bretonia.

Tras años de larga búsqueda, Mallobaude consiguió encontrar el Grial. Sin embargo, de él no obtuvo ni la muerte ni la condición de Caballero del Grial, sino una oscura revelación sobre la verdad acerca de la magia de la Dama del Lago. Eso, o simplemente fue poseído por la locura tras una exposición prolongada a la atmósfera maligna de Mousillon.

De una forma u otra, Mallobaude cambió radicalmente. Maldijo a la Dama y se propuso abolir su adoración en toda Bretonia. Tras obtener el apoyo de muchos nobles de Mousillon, el Caballero Negro se alzó en rebelión contra su padre en el 2521 CI y consiguió que varios ducados más se unieran a su causa.

Los Votos del Caballero

En un principio, nadie sabía a ciencia cierta la verdadera identidad del caballero conocido como Mallobaude. Algunos decían que era un hijo ilegítimo del mismísimo Rey Louen Leoncoeur. Otros sostenían que Mallobaude era un plebeyo en mala hora propuesto para caballero tras salvar la vida del Duque de Lyonesse durante una partida de caza, o que se trataba de un Caballero Novel que había partido en una expedición hacia los Reinos Fronterizos, siendo el único de sus compañeros en regresar.

Fuesen cuales fuesen sus orígenes, Mallobaude fue sin duda alguna vez un apuesto y heroico caballero, una de las mejores jóvenes lanzas de Bretonia. Fue tanto un guerrero excepcional como un hombre cuyo honor y principios habían sido forjados en hierro. Como todo Caballero Novel, acabó ganando sus espuelas de Caballero del Reino, pero era tal su devoción por el Código de Caballería que inmediatamente renunció a su lanza y partió como Caballero Andante, en busca de la bendición de la Dama del Lago y de una revelación del Grial acerca del propósito que en su vida debía realizar.

Mallobaude cabalgó por toda Bretonia, dedicándose a la abstinencia y a la labor requerida por los Caballeros Andantes. Una vez más, los rumores sobre sus hazañas atravesaron los muros de Mousillon llegando hasta los nobles de la Ciudad de los Condenados. Se dice que cabalgó a través del Cerro del Orco limpiando valles enteros de los pieles verdes, combatiendo contra Arpías con alas de murciélago en las Montañas Grises, y frenando el avance de una tribu Goblin entera en el Paso del Mordisco del Hacha. Otras historias le sitúan desenmascarando a cultistas del Caos entre mercaderes extranjeros de L'Anguille o dando caza a la terrible Bruja Azul del Bosque de Chalons.

La Prueba más Dura

El Caballero Negro por Ignacio Bazán Lazcano

Uno de los más conocidos relatos cuenta cómo Mallobaude, después de largos años de búsqueda del Grial, agotado de las dificultades del camino, entró en una Capilla del Grial a descansar. La Damisela del Grial le dio la bienvenida, pero Mallobaude tenía el rostro sombrío y estaba enfadado. ¿Por qué la Dama se había olvidado de él? ¿Acaso no había hecho suficientes sacrificios por ella? ¿No había dado muerte a innumerables monstruos bretonianos, prestado ayuda a los inocentes y castigado a los malvados? ¿Por qué aún no había recibido ninguna señal sobre el paradero del Grial o mensaje alguno de la Dama? Criticó amargamente que con su devoción todavía no le había servido en modo alguno.

La Damisela del Grial había consolado ya a muchos Caballeros Andantes, y respondió a Mallobaude al igual que había respondido a los demás anteriormente. La Búsqueda del Grial no es un viaje por el cual se pretende ganar el reconocimiento de la Dama o un proceso cuya misión sea beber del Grial. La verdadera búsqueda para el caballero es llegar hasta aquí, al momento en que uno decide rendirse y desesperar, y a pesar de eso continuar con la búsqueda. Ésta es la verdadera prueba del caballero; no la fuerza de su espada, sino la de su alma, no si es capaz de salir victorioso de un bosque lleno de monstruos, sino de ser capaz de entender que nunca podrá beber del Grial y aún con ello persistir en su afán.

Mallobaude recapacitó sobre las palabras de la Damisela. Si era cierto, entonces estaba claro que todo lo que debía hacer era seguir sin flaquear, enfrentarse a sí mismo contra todas las terribles amenazas y afrontarlas con pasión y valor, y quizás la Dama fuera a su encuentro como le había sido prometido. Con el alba, Mallobaude abandonó la Capilla del Grial y sin descanso cabalgó hacia el lugar donde sus temores serían puestos a prueba; a la Tierra de la Desesperación, a Mousillon.

La Bendición del Grial

Mallobaude sólo encontró miseria en toda Mousillon. Se cuenta que Mallobaude fue quien cargó contra una hueste de No Muertos reunidos cerca de las Colinas Huérfanas y quien se adentró en las cavernas bajo el puente Pont Resolu para pasar por el filo de su espada a los nefastos hombres-rata que allí se cobijaban. Nadie más sabe qué otras aventuras corrió en el Ducado Perdido.

Lo único cierto, como Mallobaude cuenta, es que poco a poco fue acercándose a las lindes septentrionales del Bosque de Arden. Mientras perseguia Hombres Bestia y otras criaturas, llegó a un arroyo ponzoñoso y seguramente insalobre. Las fuertes tonalidades verdes y grises y las nubes de moscas acabaron por revelar un hermoso y claro lago envuelto en las nieblas frías. Una mano emergió de las aguas portando consigo un resplandeciente cáliz dorado, y Mallobaude comprendió entonces que por fin había hallado el Grial. Beber del Grial puede implicar dos resultados distintos. Si se tiene cualquier mancha de pecado en el corazón, la magia del Grial acaba con la vida del condenado instantáneamente. Si por el contrario, muestra la pureza que un verdadero caballero debe poseer, entonces será bendecido por la Dama, no volverá a conocer el miedo jamás, y volverá a la civilización como un orgulloso Caballero del Grial.

Mallobaude cogió el Grial, seguro de que los años de búsqueda habían limpiado toda mancha de su ser. Bebió de sus aguas, y cuando no se sintió golpeado por la muerte, concluyó que había superado la prueba y había sido pues, bendecido por la Dama. Fue entonces cuando descubrió la verdad.

Mallobaude no murió, pero tampoco se convirtió en un Caballero del Grial. En cambio, le fue otorgada una revelación a cerca de la Dama del Lago, del Código de Caballería, y todo lo que está en el corazón de Bretonia. De alguna manera, en lugar de convertirse en un Caballero del Grial, Mallobaude había vislumbrado el pasado de la magia de la Dama y había visto la verdad tras ella. O, quizás, algún tipo de locura le había poseído, y no vio más que algún tipo de alucinación traída consigo tras la exposición prolongada en Mousillon. En cualquier caso, Mallobaude creyó que aquello debía ser la verdad, cambiando su modo de ser radicalmente.

El Caballero Negro

Solamente los más cercanos conspiradores de Mallobaude saben qué vio este cuando bebió del Grial. La experiencia fue lo suficientemente devastadora para Mallobaude como para desechar todo lo que fuese caballeresco y maldecir el nombre de la Dama del Lago. Cabalgó desolado hacia Mousillon con todo en lo que había creído por los suelos, sólo en busca de muerte en la Tierra de la Desesperación. Pero no encontró la muerte. En cambio, su dolor tornó en angustia, y su angustia en odio. Había sido engañado desde el día en que nació, y lo que es peor, había vivido en función de esa mentira. Pero todavía podía hacer algo al respecto. Si reclamaba la corona de Bretonia y abolía la adoración de la Dama del Lago, podría reconducir a Bretonia fuera de su error. Para tal propósito antes necesitaría reunir un ejército y desafiar a un ducado entero, antes de reclamar el trono de Bretonia para sí. Era un ambicioso y descabellado plan, un plan que requería que Mallobaude fuera el primer usurpador del trono bretoniano. Pero con la misma dedicación con la que había luchado por sus ideales en el pasado, podría realizar una cruzada contra la Dama del Lago y Bretonia.

El plan de Mallobaude está ahora en su primera fase. Ha expuesto su terrible visión a muchos de los nobles de Mousillon y varios se han unido a su causa. Algunos comparten su visión a cerca del ultraje que se viene perpetrando en Bretonia, mientras que otros son simples amargados, hombres débiles que ansían venganza contra quienes les convirtieron en parias. Estos nobles han comprometido sus recursos para el primer objetivo de Mallobaude, obtener el Ducado de Mousillon para él. Sus fuerzas son necesarias para rechazar un posible desafío del rey y para permitir un asalto al Palacio Ducal. El asalto es inminente, y no tardará mucho Mallobaude en pasear por los salones en los que Maldred y Malfleur hallaron su fin.

El plan de Mallobaude depende de crear una alianza de malvados y traicioneros hombres y mujeres usando tan solo la fuerza y el temor que profesa. Afortunadamente para él, Mallobaude posee el carisma y persuasión de un auténtico Caballero del Grial. Aunque la "realidad" que Mallobaude vislumbra sobre Bretonia es extravagante y francamente difícil de creer, Mallobaude la mantiene con tal convicción que muchos de los que la han escuchado la han seguido ciegamente. El Caballero Negro es cortés y generoso con sus aliados e incluso ofrece la posibilidad a sus enemigos de unirse a él. Mallobaude está también extremadamente obligado por su honor de caballero a no ejecutar nunca a un compañero. Cuando se ve en dicha necesidad, les da la oportunidad de defender sus vidas en un combate singular contra él. Pero la verdad es que esta no suele ser una elección justa, ya que Mallobaude es el más hábil combatiente que haya visto Bretonia en muchos muchos años, pero la idea de sacrificar a un noble es aún más inaceptable que jugar un rato con él.

Mallobaude es, sin embargo, completamente despiadado con sus vasallos. Una y otra vez muestra a los plebeyos y extranjeros ningún tipo de benevolencia, al igual que el resto de nobles bretonianos. A campesinos, mercenarios o aventureros tiene reservado para ellos una ejecución ejemplar o un destino peor. Y como consecuencia de este desvirtuamiento del Código de Caballería, y del modelo bretoniano conservador, cuenta entre sus filas con mercenarios de todas procedencias e incluso armas de pólvora con tal de conseguir sus oscuros propósitos.

Tan siniestra es la devoción de Mallobaude por su causa que incluso sus sentidos básicos del bien y el mal han sido eclipsados. Se dice que los muertos vivientes responden a su llamada, y es por eso que el rey debe invadir Mousillon, si es cierto que los vivos y los muertos marchan tras el estandarte de Mallobaude. Varios de los nobles con los que Mallobaude trata poseen las más atroces reputaciones a lo largo de Bretonia como Nigromantes, Brujas, e incluso bebedores de sangre, y todos ellos gobernados por la autoridad implacable del futuro Duque de Mousillon.

Mallobaude es raramente visto en Mousillon y no parece que disponga de una única base de operaciones. Gracias al patrocinio de los nobles que le apoyan, ha sido posible el reclutamiento de los ejércitos del ducado, y presumiblemente, comprobar la confianza de éstos para asegurarse de su lealtad. Viste una armadura completamente negra, lo que le ha hecho ganarse el sobrenombre del Caballero Negro, ocultando en todo momento su rostro tras la visera del oscuro yelmo a menos que se encuentre en compañía del resto de conspiradores nobiliarios. Se rumorea que es un hombre con una belleza intensa parecida a la eterna e inescrutable verdad que irradia un Caballero del Grial, además de una profunda voz capaz de convencer de la más terrible de las acciones. La heráldica de Mallobaude consiste en una serpiente amarilla sobre un fondo negro, mostrándose orgullosa en su escudo y en su barda en aquellos caballeros elegidos que componen su guardia personal. Este es el estandarte del cual muchos creen que arrasará las tierras al oeste de las Montañas Negras a no mucho tardar.

El Fin de los Tiempos

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

Tras largos años de preparativos, y aprovechando la devastación sufrida por Bretonia durante el Año de la Aflicción, Mallobaude se alzó en rebelión contra su padre el Rey Louen Leoncoeur en el 2521 CI. Caballeros caídos en desgracia de todo el reino se congregaron en torno al estandarte de la serpiente y, tras la Batalla de Châlons y la calamitosa desaparición de Morgana, el Hada Hechicera, los Duques de Carcassonne, Lyonesse y Artois se decantaron por Mallobaude. La rebelión se convirtió en una guerra civil.

Al principio, las fuerzas del rey llevaron las de ganar. Uno tras otro, Leoncoeur derrotó a los traicioneros duques y metió en cintura a sus revoltosas provincias. Tras un año de campaña, parecía que se acercaba la hora final de La Serpiente. Fue entonces cuando fue revelada la auténtica dimensión de la maldad de Mallobaude; había sellado un pacto con el ancestral liche Arkhan el Negro, y a medida que los aliados humanos del Caballero Negro caían, los muertos marchaban a engrosar sus filas.

Cuando Leoncoeur se enfrentó a su hijo bastardo en la Batalla de Quenelles, Mallobaude comandaba una horda bastante más numerosa que el ejército real. La situación había llegado a extremos tan graves que los Elfos Silvanos de Athel Loren prestaron apoyo a la causa del Rey Louen. Al final, para Bretonia, no sirvió de nada. En el momento culminante de la batalla, Mallobaude luchó contra Leoncoeur en combate singular, y arrojó al barro el cuerpo quebrado de su padre. Con la caída de su rey, los bretonianos perdieron toda voluntad de lucha. Abandonaron el campo de batalla, dejando que los Elfos Silvanos se las apañasen para escapar por su cuenta.

La caída de Louen supuso un grave daño para Bretonia. La unidad abandonó la tierra. Cada Duque sentía muy pocos deseos de ayudar a otras provincias mientras sus propias tierras estuviesen siendo acosadas. Una tras otra, las provincias del sur cayeron, y Mallobaude dirigió a su ejército al Norte, a Couronne.

La hora de su victoria estaba cerca, y Mallobaude no podía ser detenido. El siniestro benefactor del traicionero príncipe le había prometido que ningún hijo mortal de Bretonia podría derribarlo, y Mallobaude probó la verdad de esas palabras una y otra vez. En Gisoreux, Adelaix, Montfort y cien lugares más, brindó un desafío a cualquier caballero que se enfrentara a él en combate singular. Cada vez, emergió victorioso sin apenas un rasguño. Mas en su arrogancia, Mallobaude olvidó que no todos los campeones de Bretonia eran verdaderamente mortales. Cuando el ejército del príncipe bastardo alcanzó Couronne, se encontró a los Duques supervivientes de Bretonia unidos contra él una vez más, alzando juntos sus estandartes. Aquello le importaba poco a Mallobaude, cuyo ejército superaba ampliamente en número al reunido contra él. Una vez más lanzó su desafío, pero esta vez no respondió ningún duque o barón mortal, sino el Sacremor: el legendario Caballero Verde, regresado de la Lacrimora en la hora de necesidad de su gente. En aquel momento, Mallobaude reconoció su perdición, pero antes de que pudiera huir, el Caballero Verde se lanzó hacia adelante y separó la cabeza del traidor de sus hombros. Muerto su amo, el ejército de Mallobaude fue derrotado rápidamente; sin embargo, hacía rato que Arkhan el Negro había huido sin dejar rastro.

Después de la batalla, el cuerpo de Mallobaude fue quemado y sus cenizas esparcidas a los vientos.

Fuentes

  • Warhammer Fantasy JdR: Baronía de los Condenados (Juego de Rol).
  • The End Times I - Nagash.
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