Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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La Sangre del Dragón por Clint Langley Malok

Malok el Destructor es un milenario y enorme dragón rojo que habita en el Viejo Mundo. Había sido la montura de un príncipe dragonero del reino de Caledor durante la Guerra de la Barba, pero al morir este, Malok partió y creó su guarida en una isla al norte de Estalia.

Descripción[]

Al tratarse de un Dragón de miles de años de antigüedad, Malok tiene un tamaño colosal. Mide aproximadamente unos sesenta metros desde el extremo del hocico hasta la puntiaguda púa que remataba su inmensa cola. Tiene las extremidades y los flancos recubiertos por escamas rojas que se oscurecen hasta transformarse en una gruesa coraza de negras placas óseas al llegar al lomo, de las que se alzaba una hilera de afiladas púas.

Cada una de las patas del dragón es una mole gruesa como un tronco de árbol, hinchada de músculos y poder bajo su cobertura escamosa. Desde los hombros se extendían unas alas colosales, grandiosas telas correosas tensadas sobre una estructura de huesos como dedos.

Malok tiene el cuerpo lleno de cicatrices, fruto de su vida de conflictos, aunque dos de ellas destacan frente al resto, dolosos recuerdo de su participación en la guerra entre los Altos Elfos y los Enanos, que sirven para identificarlo con más facilidad.

Historia[]

Plantilla Spoiler Cazador de Brujas
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Este artículo puede contener spoilers de La Sangre del Dragón, The Curse of the Phoenix Crown,

Orígenes[]

Ya desde la época en la que los Altos Elfos había establecido sus colonias en el Viejo Mundo, el dragón que más tarde sería conocido como Malok ya era una bestia de numerosos siglos de edad, y era el más grande de los dragones que habitaban el continente. Solo el ancestral Draukhain era un poco mas grande que él aunque con un cuerpo un poco más masivo. Este enorme dragón rojo vivía totalmente ajeno a la vida de los Elfos, Enanos, y demás criaturas que habitaban el viejo Mundo, dormitando en su guarida en las Montañas Grises, pero los Elfos terminarían perturbando su sueño y, a la larga, desatando su ira.

Tras siglos de coexistencia, acabaría estallando un largo conflicto de cientos de años de duración entre los Elfos y los Enanos conocido como la Guerra de la Barba, donde ambas razas se enfrentaron en numerosas ocasiones en cruentas batallas. Los Altos Elfos contaban con varios dragones de Ulthuan, que fueron determinantes a la hora de combatir a los Enanos, pero varios murieron en aquel largo conflicto, y los que quedaban decidieron abandonar a los Elfos, al comprobar que estos empezaron a usar magia con la que esclavizar a diversos monstruos y bestias y usarlos contra los Enanos. No queriendo ser los próximos en sufrir tal destino, los dragones desertaron y volaron de regreso a Ulthuan.

La deserción de los dragones supuso un duro golpe para los Asur, pues era su principal arma contra los Enanos, y sin su presencia estos se volvieron mas audaces en sus ataques. Antes esta situación surgió la figura de Lord Ilendril, un antiguo jinete del dragón. Ilendril era uno de los Señores Grises, miembros de la nobleza del reino de Caledor se resintieron a causa de la merma de poder resultante del largo sueño de sus aliados draconianos, y quisieron emplear la magia para someterlos a su voluntad, motivo por el que fueron condenados al exilio y se les prohibió volver a Ulthuan.

Lo desesperado de la situación para los Elfos de las colonias supuso una oportunidad para Ilendril y su plan de someter a los dragones que habitaban el Viejo Mundo. Para poner en marcha su plan, sus agentes trajeron un colmillo del Dragón Rojo, y mediante los conocimientos extraídos de una hechicera Elfa Oscura capturada y torturada, sus magos crearon el primer Colmillo Cruel, con el que pudo esclavizar la voluntad de la ancestral bestia draconiana, convirtiéndola en su montura y obligándola a combatir contra los Enanos.

En su arrogancia, Ilendril llamó a su montura Ilendrakk, “Dragón de Ilendril” en el idioma élfico. Por su parte, los Enanos bautizaron al Dragón con el nombre Malok, que significa "Malicia" en khazalid antiguo. Pronto, incluso los Asur comenzarían a llamar al Dragón Rojo por el nombre que le dieron los Enanos, hasta que terminó desplazando a su nombre en Eltharin y acabó siendo olvidando por el tiempo.

Sometido por el poder del Colmillo Cruel, Malok no podía hacer otra cosa sino obedecer las ordenes de Ilendril. En el ardiente corazón de un dragón reside un orgullo tremendo, y Malok tuvo que haber despreciado cada momento el estigma de estar dominado de aquella manera. Nada mas deseaba en el mundo que destruir al presuntuoso Elfo, pero si el dragón desafiaba abiertamente a Ilendril o intentaba rebelarse, el Elfo lo sabría al instante gracias al Colmillo Cruel y lo sometería. Así que el Dragón tuvo que ser paciente hasta que se le presentara la oportunidad de liberarse de su yugo y vengarse.

La Guerra de Barba[]

En el año 393 del reinado de Caledor II, el primer acto de Ilendril para comprobar el poder destructivo de Malok tras someterle fue ordenarle atacar la fortaleza Enana de Kazad Kro. Incapaz de desobedecer la orden, la gran sierpe descargó su frustración e ira sobre la fortaleza y sus habitantes, arrasándola por completo hasta no dejar piedra sobre piedra y asesinando a casi todos los Enanos.

En las crónicas de los Asur, la destrucción de Kazad Kro sería registrado como la "Batalla de la colina de Ilendril". En el Gran Libro de los Agravios este evento sería conocido como "La Masacre de Malok". A pesar de su victoria, el Dragón no salió indemne de aquel ataque, ya que fue aquí donde se ganó su característica gran cicatriz, producida cuando fue alcanzado por una lanza rúnica durante la batalla. Tal era la potencia de las runas que los herreros Enanos habían grabado en la enorme lanza, que incluso siglos más tarde, el dragón todavía conserva la cicatriz.

La destrucción total de Kazad Kro desmostó la efectividad de los métodos de Ilendril para controlar a los dragones, y pronto otros nobles Elfos de las colonias recurrieron a su ayuda. El noble una vez deshonrado y exiliado estaba encantado de complacerles, esclavizando a otros tres dragones más, y junto a Malok, fueron apostados por todas las colonias, ocupando el lugar de los jinetes de dragones ausentes de Caledor.

A lo largo del conflicto, Ilendril siguió asistiendo a las batallas montados sobre Malok, quien siguió desatando la muerte y la destrucción sobre los Enanos, ganándose numerosos agravios escritos en su nombre (siendo solo superado por Draukhain), así como muchas mas cicatrices durante los años que duraría la guerra. Así por ejemplo, en su hombro y flanco izquierdos Malok tiene una gran zona de carne ennegrecida, un doloroso recuerdo sufrido durante el asedio de una plaza fuerte de los Enanos denominado con el nombre de "Pico de Hierro", cuando fue alcanzado por un zigzagueante rayo mágico conjurado contra Malok por un herrero rúnico. Los Enanos recuerdan bien ese día, pues se tragó a uno de los más ancianos y sabios herreros rúnicos del reino.

A pesar de todo, los Enanos empezaron a imponerse y muchas de las colonias de los Elfos terminaron cayendo hasta que solo quedó Tor Alessi. A lo largo del conflicto desarrollaron nuevas armas y estrategias para hacer frente a los dragones, y aunque costaron un gran numero de vidas Enanas, los fueron matando a todos hasta que solo Malok quedó. Ni siquiera el gran Draukhain pudo evitar la venganza de los Enanos y terminaron matándolo, y casi matan también a su jinete Thoriol, sobrino del rey Caledor II.

Debido a todo esto, el propio Rey Fénix viajó a las colonias para liderar a las ultimas fuerzas contra los Enanos que se disponían asediar la ultima colonia. Caledor II amonestó severamente a Ilendril por su incompetencia, considerándolo responsable de que los Enanos casi mataran a su sobrino. Antes de reemplazarlo del mando, ordenó al humillado noble que él y su monstruoso dragón se encargaran de la custodia y guardia de las evacuaciones de los habitantes de la colonia, ya que Caledor II no quería que los asustados civiles pudieran suponer un estorbo a sus fuerzas en la inminente batalla.

La Venganza de Malok[]

Mientras vigilaba la evacuación de los Elfos en barcos con destino a Ulthuan, volando por encima de la ciudad, Ilendril estaba furioso por la humillación sufrida y al pensar como la gloria y los honores que esperaba por su contribución en la guerra le habían sido negados. Tan distraído estaba por la ira que Ilendril no se dio cuenta cuando Malok se movió ligeramente en su vuelo.

Su dominio sobre el dragón era casi total, pero había ligeras lagunas en su control, límites que Malok había aprendido a lo largo de sus siglos de esclavitud. Malok sabía que no podía rebelarse abiertamente debido al Colmillo Cruel, por lo que tuvo que ser muy cauteloso. Sabía que no podía exponer a su amo al peligro, pero la misma regla no se aplicaba necesariamente a sí mismo.

Antes de que Ilendril se diera cuenta de lo que estaba pasando, Malok voló hacia las líneas del ejercito Enano, quienes dispararon sus lanzavirotes contra el enorme dragón. Uno de los proyectiles rúnicos atravesó el costado de Malok y abrió un profundo surco en la carne escamosa de la criatura. Sangre ardiente se derramó de la herida, manchando las murallas mientras el dragón rugía de dolor y se alejaba apresuradamente.

Ilendril gritó de dolor, ya que uno de los efectos secundarios de su magia esclavizadora es que él también sufría los mismos daños que su montura. Mientras el Asur aún estaba debilitado por la agonía que lo atormentaba, el dragón aprovechó la resultante pérdida de control momentánea, y se lanzó en picado dando vueltas. El feroz empuje del viento y la gravedad hizo que las correas de la silla, ya debilitadas por el virote Enano, se rompieran e Ilendril saliera disparado.

Pero Malok no estaba dispuesto a permitir que su esclavizador muriera estampándose contra el suelo. Como un halcón que se abalanza sobre una paloma, Malok atrapó a Ilendril y le clavó sus largas garras en el cuerpo, partiendo la armadura del Elfo y rajándole el cuerpo de debajo. El Colmillo Cruel que colgaba del cuello de Ilendril se soltó y cayó a tierra que estaba muy debajo de ellos.

Los ojos torvos de Malok miraron al agonizante Elfo mutilado que lo había esclavizado. Apretando su agarre, el dragón sujetó con fuerza al Asur que gritaba de dolor mientras volaba hacia las naves de refugiados que Ilendril tenía la tarea de defender. Impotente, Ilendril observó cómo el Dragón exhalaba una potente llamarada sobre una de las naves de refugiados. Cientos de Elfos fueron consumidos cuando las llamas se extendieron por todo el barco, con sus velas convertidas en mortajas de fuego y sus cubiertas trocaban en un holocausto en llamas.

Bramando su ira, el dragón se abalanzó sobre un segundo barco y luego sobre un tercero. Cuando Malok se acercaba a una cuarta nave, percibió que ya no se oían más gritos del Elfo destrozado que sostenía entre sus garras. Mirando el cadáver de Ilendril, sintiéndose insatisfecho por su venganza, el dragón arrojó el cuerpo destrozado sobre la cubierta del barco. El cadáver del señor Elfo golpeó con tanta fuerza que rebotó encima la borda y se hundió en las olas.

Tras soltar un terrible y bestial rugido de triunfo, Malok se alejó de allí, con los aterrorizados Elfos observaron cómo la bestia destructora volaba hacia el sur. Esclavizado durante tanto tiempo, Malok decidió buscar un lugar solitario lejos de los Elfos y los Enanos, un lugar en el que pudiera dormir, meditar y alimentar su amargo odio hacia ambos.

Terror en Bretonia[]

Malok viajó hasta un árido trozo de roca volcánica que asomaba del mar a unos trescientos kilómetros de la costa de la actual Estalia, arrasando con todo lo que hubiese en ella, y estableciendo su residencia en su interior. El peñasco pasó a ser conocido por lo humanos como la Isla de Sangre, debido a la arena roja de la playa, siendo un territorio evitado y del que surgieron miles de historias y leyendas en torno a su desolado paisaje.

Durante milenios, el dragón dormitó en el interior de la isla volcánica, despertándose de tanto en cuanto a lo largo de este tiempo para alimentarse y conseguir tesoros con los que los dragones construyen sus nidos. Y la cosa hubiese continuado así si no fuera por que el Colmillo Cruel al que estaba vinculado aún existía.

En algún momento posterior a que escapase del control Ilendril, el Colmillo Cruel fue recuperado, y guardado en un cilindro de marfil de ballena, el tipo de artesanía que a menudo tallaban los llamados Elfos Marinos durante sus largos viajes. El narraba la historia del príncipe Ilendril, pero de manera parcial y presentándolo como un trágica figura que cayó en la guerra entre los Elfos y Enanos, y sin contar el verdadero motivo de su muerte.

El cilindro pasó por muchas manos a lo largo de su historia, acabó en el tesoro de un Elfo Oscuro renegado conocido como el Príncipe Negro, que cometió numeroso y abyectos actos en Bretonia durante siglos, hasta que fue muerto por un cazarrecompensas conocido como Brunner. Sus subordinados supervivientes saquearon sus tesoros antes de escapar, y uno de ellos se llevó el cilindro.

Un año mas tarde, este bandido caería en una emboscada organizada por Gobineau, un criminal bretoniano aún más infame. Gobineau se hizo con el cilindro, y al comprender su valor, decidió llevárselo a un hechicero desterrado del Imperio al que llaman Loco Rudol, para que lo analizara y pudiera ofrecerle una oferta por su adquisición.

Al estudiar el cilindro, el hechicero consiguió abrirlo y encontrar el talismán en su interior. Rudol supo que se trataba de uno de los legendarios Colmillos Crueles, y deseaba quedárselo para usarlo en venganza contra sus pares de la Orden Celestial por expulsarlo y obligarlo a huir a Bretonia. Quería quedárselo, pero sabía que Gobineau y su banda no se lo venderían barato, así que les atacó por sorpresa con su magia.

Quiso la casualidad que el cazarrecompensas Brunner apareciera en ese momento, interesado por reclamar la cuantiosa recompensa que ofrecían por Gobineau, pero el bribón se las ingenió para que Rudol y Brunner se atacaran mutuamente, aprovechando para escapar con el Colmillo Rúnico para vendérselo al duque Marimund, un noble de la ciudad de Mousillon interesado con todo lo relativo a la magia. Brunner y Rudol sobrevivieron a su confrontación, el primero decidió ir tras Gobineau mientras el segundo fue a aliarse con uno de los nobles más infames de Bretonia, Augustine de Chegney.

En su huida hacia el ducado de Mousillon, Gobineau se puso a juguetear con el Colmillo Cruel en una taberna, y se lo llevó a los labios para hacerlo sonar, pero no manó sonido alguno ni ocurrió nada especial. Resignado, guardó el talismán antes de continuar su viaje.

Sin que lo supiera, Malok despertó de sus siglos de reposo en la Isla de Sangre al sentir la llamada del objeto. La bestia todavía recordaba furiosa como estaba obligada a obedecer la llamada, por lo voló en dirección al lugar de la llamada con la intención destruir al insensato que estuviera en posesión del talismán. El dragón llegó varios días mas tarde, y redujo todo el lugar a ascuas y cenizas, aún a pesar de que el ladrón ya no se encontraba allí.

Gobineau llegó al castillo del duque Marimund, quien lo hizo encerrar cuando descubrió que lo había engañado con su esposa. Uno de los subalternos del duque era una hechicera Asur llamada Ithilweil, superviviente de un naufragio. Ithilweil deseaba ante todo regresar con los suyos, pero al ver el Colmillo Cruel sabía que tenía que llevárselo consigo, sin embargo necesitaba ayuda para escapar, y tras interrogar al ladrón, conocióe la existencia de Brunner.

Con su magia, hace que los hombres de Marimund atrapen al cazarrecompensas, pero le libera con la condición de que la ayude. Brunner acepta pero se lleva a Gobineau consigo, pues no pensaba renunciar a cobrar la gran suma de dinero que ofrecían por él. Mientras recorren el castillo se encuentran con Ulgrin Hachafunesta, un Enano cazarrecompensas aliado de Brunner.

Los cuatro van a los aposentos de Marimund para recuperar el talismán, pero en un momento de distracción Gobineau se hace con él y lo usa para convocar al dragón. No ocurre nada pero cuando Brunner y Ulgrin se disponen a capturarle, son atacados por Corbus, un vampiro del clan dragón Sangriento leal a Marimund. Brunner, Ithilweil y Ulgrin consiguen abatir al vampiro, pero Gobineau aprovechó la confusión para huir de nuevo con el Colmillo Cruel, por lo que los tres salen inmediatamente a su búsqueda.

Apenas habían logrado escapar del castillo cuando Malok hizo acto de presencia. Impelido por la llamada del amuleto, Malok voló al lugar, y tal como había hecho la anterior vez, empezó a atacar la gigantesca estructura y a sus ocupantes, destruyendo la fortaleza de Marimund sin apenas esfuerzos. Tras reducir al castillo en humeantes ruinas, Malok se alejó volando del lugar, tras quedar convencido de que la alimaña que lo había obligado a acudir allí estaba entre los centenares de cadáveres.

Pero Gobineau todavía estaba vivo, habiéndose alejado lo suficiente del lugar antes del ataque del dragón, y al ser testigo de su destrucción, huyo de Mousillon lo mas rápidamente posible mientras en su mente planeaba cómo sacar provecho del Colmillo Cruel. Pero Brunner y sus aliados todavía andaban tras su pista, y lo que es mas, Corbus también había sobrevivido y fue tras todos ellos para poder tener la oportunidad de encontrarse con el Dragón Rojo, pues sabia que si bebía su sangre se libraría para siempre de la Sed Roja, la necesidad de los vampiros por beber sangre.

En los días siguientes, Malok fue causando una gran destrucción a lo largo de Bordeleaux. Tras siglos de sueño dentro del ardiente corazón de la Isla de Sangre, el dragón Malok sentía dos cosas: cólera y hambre. La despiadada destrucción del castillo del duque Marimund, había saciado transitoriamente la primera de las sensaciones, pero ahora tocaba saciar la segunda. Pronto las historias de un enorme Dragón Rojo saqueando el ducado, acabando con aldeas enteras, devorando el ganado, arrasando cosechas y campos de cultivo, se extendieron por el reino, y decenas de caballeros procedentes de toda Bretonia acudieron raudos a dar muerte a la bestia, pero lo único que encontraron fue su propia destrucción.

Apaciguando a la bestia[]

Mientras tanto, mientras Gobineau se disponía organizar una estafa con el Colmillo Cruel, fue atrapado por el hechicero Rudol, acompañado por varios caballeros de Chegney. Antes de llevar el amuleto mágico a su benefactor, decidió comprobar su poder, y viajó al Cerro del Orco, lugar donde el dragón se había retirado a descansar después de la destrucción causada.

Cuando llegaron al lugar indicado, fueron atacados por el grupo de Brunner, acompañados además por Corbus tras llegar a un acuerdo. Mataron a los caballeros que acompañaban al hechicero, pero no pudieron evitar que Rudol usara el Colmillo para despertar a Malok, pero para su horror descubrió demasiado tarde que la bestia no obedecía sus órdenes a pesar de tener el amuleto, y su cadáver salió volando varios metros tras recibir un descomunal zarpazo.

Tras esto, Corbus se abalanzó sobre el dragón y consiguió herirlo, para después beber su sangre antes de que Malok consiguiera sacárselo de encima. El vampiro bramó de éxtasis pues se había librado para siempre de su maldición, pero la victoria duró poco, pues Malok le aplastó con su gigantesca zarpa antes de reducirlo a cenizas con su aliento.

Malok se dispuso entonces a acabar con Brunner, pero pudo ser detenido cuando la hechicera elfa Ithilweil se hizo con el Colmillo Cruel. Empleando los métodos adecuados para hacerlo funcionar, la hechicera desató todo el poder del Colmillo, aumentando el deseo del Dragón por regresar a su hogar. Aquello consumió la vida de la elfa pero consiguió frenar la escala de destrucción que estaba provocando la bestia. Antes de morir, pidió a Brunner que destruyera el Colmillo Cruel, y el cazarrecompensas juró que lo haría.

Conflicto Canon[]

En la novela "La Sangre del Dragón", Malok se libró del control de Ilendril poco después de que Caradryel se convirtiera en Rey Fénix y ordenara el regreso de los Elfos de las Colonias a Ulthuan. En "The Curse of the Phoenix Crown", esta rebelión se produce poco antes de la batalla final entre Caledor II y Gotrek Rompestrellas. Dado que ambas novelas fueron escritas por el mismo autor, probablemente se trate de un cambio de trasfondo.

Fuente[]

  • Saga Brunner el Cazarrecompensas: La Sangre del Dragón, por C. L. Werner.
    • Capítulo 3.
    • Capítulo 5.
    • Capítulo 7.
    • Capítulo 8.
    • Capítulo 9.
    • Capítulo 10.
    • Capítulo 11.
    • Capítulo 12.
  • Saga La Guerra de La Venganza: The Curse of the Phoenix Crown, por C. L. Werner.
    • Cap. 10: Blood of the Dragon.
    • Cap. 12: The Scouring of Sith Rionnasc.
    • Cap. 13: Return of the Phoenix King.
    • Cap. 14: The Battle of Three Towers.
    • Cap. 15: Duel of Kings.
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