En toda Sylvania, los padres privados de sueño explican historias de mujeres gimoteantes que arrastran las almas de los niños ruidosos hasta sus tumbas. Sin embargo, la historia de la guardiana más famosa de Vargavia, conocida entre los ladrones de tumbas como Nell la Susurrante, es aún más perturbadora.
El nombre "Nell" es el diminutivo de Condesa Emmanuelle von Templehof, antigua pariente de Konrad el Sangriento y gobernante del Castillo Templehof. Tiempo atrás, Konrad le regaló un antiguo grimorio proveniente de Nehekhara, confiándole que era lego en materias nigrománticas. lo que no le dijo es que presente tenía un coste. Los Enanos de Zhufbar llevaban buscando el grimorio largo tiempo con la intención de destruirlo, ya que sus leyendas explicaban que podía robar la luz del cielo para siempre.
Cuando asediaron el Castillo Templehof, Emmanuelle envió una legión de muertos contra ellos. Los conjuros de oscuridad de libro aseguraron que el asedio fuera una guerra de desgaste. Antes de que la siguiente luna se alzara, la condesa tenia la sangre de más de un millar de Enanos. La llamaron la Muerte susurrante, ya que cuando su voz llamaba a un Enano por su nombre desde la oscuridad, éste caía al suelo, completamente muerto. Llevados por la desesperación, los Enanos tomaron el castillo al asalto y mataron a Emmanuelle en su ataúd aunque les costó caro. Su nombre sigue inscrito en el Libro de Agravios hasta el día de hoy.
En las décadas recientes, las runas de protección que los Enanos situaron para retener el espíritu de Emmanuelle se han perdido. Los rumores afirman que se la ha visto en las cercanías de Vargravia, haciendo señas a los viajeros que pasan para que se le acerquen. Por ahora, ninguno ha sido tan estúpido como para hacerle caso.
Fuente[]
- Campaña: Sangre de Sigmar.