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Norsca es una península situada al noroeste de Kislev, relativamente cerca de la perniciosa influencia de los Desiertos del Caos. Norsca es un gran peso en las mentes de los viejomundanos. Para algunos es la cima del mundo, la cuna de todo mal y el corazón del Caos. Para otros es una zona intermedia que protege a la civilización de los Desiertos del Caos y de la locura que acecha desde más allá.
Región
Existen muchas razones para no viajar a las tierras de los nórdicos. Es una tarea difícil, peligrosa y casi nunca merece la pena el riesgo a correr. En sus aguas embrujadas nadan extrañas criaturas, monstruos engendrados por los vientos del Caos que soplan hacia el sur desde las tierras inestables allende los Desiertos del Caos.
Descomunales embarcaciones tripuladas por marineros corruptos y gobernadas por paladines del Caos surcan los mares en busca de artefactos codiciados y atacan a todos los barcos que encuentran. Para empeorar las cosas, las arcas negras de Naggaroth recorren el mar para capturar esclavos y sacrificarlos en sus sangrientos altares. ¿Y quién podría predecir las insólitas tempestades que estallan sin previo aviso, y cuya violenta intensidad azora velas y hace zozobrar buques? Hacia el sur, el Mar de las Garras no resulta mucho mejor. Sus gélidas aguas suponen la perdición de numerosos marineros, y los vientos que soplan son tan helados que la propia espuma del mar se congela, enviando con cada ráfaga de viento una nube de afiladas cuchillas de hielo que desgarran la carne y congelan las extremidades.
Muchos de los horrores que se encuentran en el Mar del Caos nadan hasta estas aguas, donde atacan desenfrenadamente buques mercantes y embarcaciones militares, arrastrando a los imprudentes a una muerte aterradora bajo las oscuras y procelosas aguas. Habida cuenta de los peligros, cabría pensar en hacer el viaje por tierra. Pero tampoco resulta demasiado seguro atravesar el temible Territorio Troll y recorrer los páramos septentrionales, sólo para encontrar vastas extensiones heladas y un territorio infestado de todo tipo de bestias deformes y terroríficas.
Dados los numerosos peligros que acechan en esta región helada, resulta extraño que nadie arriesgue su vida (y su alma) para explorar un lugar tan claramente hostil hacia toda forma de vida. Parte del atractivo de Norsca radica en su valor comercial. Este territorio alberga extensos bosques poblados por árboles de especies muy raras. En sus montañas hay vetas de oro, plata y demás metales preciosos. Y luego está la piedra de disformidad; la mismísima tierra parece imbuida de ella. En consecuencia, muchos mercaderes y viajeros gastan sumas desorbitadas para organizar expediciones con las que explorar la tierra de los nórdicos y cosechar sus riquezas para retirarse al lujo y comodidades de sus decadentes ciudades.
Clima
Norsca es un lugar tan inhóspito como lo consideran los viejomundanos. Debido a su latitud, la mitad del año se halla bajo un tenue crepúsculo, y el sol no es más que un disco pálido que flora a muy poca altura en el horizonte, derramando su débil luz sobre la región. La temperatura se mantiene constantemente bajo cero, atenazando las montañas con su gélida zarpa. Casi nunca deja de nevar, y el tiempo empeora debido a la rociada helada que soplan los vientos sobre el Mar del Caos. Durante la otra mitad del año el sol calienta la tierra, aumentando las temperaturas y permitiendo a los esclavos de los nórdicos trabajar en los pocos campos de cultivo para producir escasas cosechas.
Geografía
Norsca es conocida por sus imponentes montañas. Al estar rodeada por todos lados por estos formidables picos, viajar a las zonas del interior es prácticamente imposible. La mayoría de los viajeros se limitan a llegar hasta las escasas aldeas fortificadas que salpican los litorales meridionales y occidentales. Las montañas están arraigadas en la mitología local, y a menudo reciben sus nombres de gigantes legendarios y fortalezas de hielo de los picos, como por ejemplo las montañas Thjazi y las Jottinheim, Aunque las montañas dominan el terreno, no es correcto afirmar que Norsca se limita a ellas. Esta inhóspita región también contiene densos bosques de píceas y pinos, sobre todo en las laderas interiores, donde están a salvo de las peores tormentas que descienden del norte.
Además de los espesos bosques y las altas montañas, en Norsca también hay océanos glaciales que se extienden desde los Desiertos del Caos, y que conforman el Mar Helado del nordeste. Estas inmensas capas de hielo son las responsables de la creación de los picos dentados que constituyen la frontera más septentrional, y que ofrecen cierto refugio contra las fuerzas cambiantes que soplan de vez en cuando hacia el sur procedentes del caótico norte. Durante los meses de verano, el aire se calienta lo suficiente para desecar la tierra y fertilizar las pocas extensiones llanas que sirven para complementar la dieta nórdica de pescado y carne de oso.
Debido al clima va los inclementes picos, todo intento por trazar un mapa de esta región ha fracasado. Hay sencillamente demasiados barrancos y desfiladeros, muchos picos y bosques tenebrosos, y en todos ellos se ocultan seres transmutados por las energías liberadas del Caos. A lo sumo, la gente del Imperio tienen una vaga idea de la forma de esta región y alguna noción de lo que hay en su interior, pero toda información más específica no son más que conjeturas.
Mapa
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Imágenes
Fuente
- Warhammer Fantasy JdR: Tomo de Corrupción (2ª Ed. Rol).