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"¡Kislev es la tierra, y la tierra es Kislev!"
- —Dicho Kislevita
La mayor parte de Kislev está tomada por la Oblast, una tierra extensa, vacía y helada, interrumpida por pequeños asentamientos, ríos, y bandas de saqueadores que honran a los Poderes Ruinosos. Para la mayoría de forasteros, es una zona que mata el alma y devora todo aquello de valor. Para los Kislevitas, sin embargo, es Kislev. Kislev es la tierra, y la tierra es Kislev.
Los que se aventuran en Kislev deben tratar con la Oblast en determinados puntos, incluso si tratan de viajar a través de esta tan rápido como puedan para llegar a algún lugar más interesante. La Oblast no está dividida en regiones formales, y todas las áreas tienen mucho en común. Sin embargo, la mayoría de Kislevitas dividen el área aproximadamente en Oblast del Norte, Sur, Este y Oeste, además del Territorio Troll en el noroeste. Los Kislevitas suelen pensar que el Territorio Troll es más pequeño de cómo la mayoría de cartógrafos creen que es, pero los Kislevitas son más tolerantes con los monstruos y paisajes glaciales.
Llanuras de Hielo y Nieve[]
La Oblast es enorme, vacía y fría. Hay unos pocos asentamientos, menos carreteras, y no muchos bosques. Tales circunstancias hacen que esta zona posea unos desafíos particulares para los viajeros; existen muchas formas de morir para los más inconscientes.
El invierno en la Oblast es frío la mayor parte del tiempo, salpicado con periodos ocasionales de heladas extremas. En un día realmente bueno, puede hacer simplemente frío, lo que no plantea problemas en particular. Una frialdad más intensa, a menudo, puede matar.
La ropa cálida, hogueras, y otras medidas similares son de gran ayuda contra las bajas temperaturas. Sentarse o dormir alrededor de un buen fuego suaviza las temperaturas y evita que se pueda morir de frío. También es frecuente que los que recorran estas tierras duerman compartiendo la manta con otra persona o con un caballo (en general, con cualquier criatura de sangre caliente) para compartir el calor y protegerse del frío.
La mayoría de los Kislevitas tratan de evitar el frio extremo, incluso los nómadas Ungoles se refugian en sus tiendas. Si no es así, se aseguran de mantenerse calientes por la noche, lo que generalmente les permite recuperarse del frio, incluso aunque hubiesen pasado fuera todo el día.
Las nevadas no son raras en la Oblast, pero las ventiscas son mucho peores que estas. La combinación de nieve intensa y viento reducen la visibilidad casi a cero y la temperatura baja a mínimos extremos. Aquellos que no son nativos de Kislev podrían sugerir que viajar a través de la ventisca es mejor que quedarse en el lugar, lo cual puede significar una muerte segura. Por supuesto, en Kislev, esto no es tan raro como se desearía.
Además, la falta de puntos de referencia en la Oblast hace más fácil perderse en la mayoría de ocasiones. Esto, unido a la extensa inmensidad vacía de la Oblast puede resultar agobiante y estresar la mente de aquellos que no están habituados a ella. Cualquiera que se haya criado en estas tierras no se ven afectados por ello, pero los Kislevitas habituados a vivir en ciudades son tan vulnerables como los Tileanos.
Pequeños Espíritus[]
La Oblast es hogar de un sin número de espíritus menores. Son muy débiles, capaces de crear sonidos y mover pequeños objetos distancias cortas, y parecen carecer de inteligencia. Además parecen ignorar a los grupos de viajeros, prefiriendo objetivos solitarios. Unos pocos piensan que no hay espíritus y que los ruidos no son más que los primeros signos de la locura inducida por la estepa. Sin embargo, los Kislevitas están absolutamente seguros de su existencia.
A pesar de que no son amistosos, tampoco son necesariamente maliciosos. Por cada historia de alguien atraído hacia su perdición por estos sonidos, hay historias de ruidos inexplicables que despiertan a un viajero justo a tiempo para evitar convertirse en comida para lobos. En la medida en cuanto a plausibilidad se refiere, las últimas historias tienen la ventaja de que su protagonista sobrevivió para contarlas; las fuentes de las del primer tipo son más oscuras.
Características de la Oblast[]
Se pueden encontrar varios tipos de terrenos sobre toda la Oblast, con sólo algunas variaciones menores dependiendo del área. Incluso ni los propios Kislevitas conocen todas características de su tierra, mucho menos llegar a ellas.
Dadas las enormes distancias y las dificultades encontradas para viajar en la Oblast, los asentamientos aislados son comunes. Sus gobernantes pueden que recuerden que hay un Zar, pero sus preocupaciones son más locales. En muchos casos, esto no van más allá de la mera supervivencia, sin embargo, no es raro encontrar individuos movido por metas más oscuras.
Las corrientes del Caos han ido y venido por Kislev durante milenios y han abandonado las ruinas de civilizaciones antiguas y largamente olvidadas. Aquellos que disturben las ruinas podrán encontrar tesoros o muertes horribles.
La historia de Kislev tampoco está falta de batallas contra las fuerzas de los Poderes Ruinosos, y acorde a esto, la tierra tampoco está falta de campos de batalla. Victoriosos o derrotados, muchos bravos guerreros y criaturas repugnantes fueron inevitablemente masacrados, normalmente bajo una poderosa magia. A causa de esto, muchos campos de batalla están encantados por algo más que recuerdos.