El Paso Elevado es la ruta más septentrional que atraviesa las Montañas del Fin del Mundo y sin duda la más traicionera de todas. Los vientos del Paso Elevado soplan a través de los picos nevados, los enormes glaciares, las prominentes formaciones rocosas y los acantilados. La temperatura del Paso Elevado es realmente baja y la nieve rara vez se derrite, incluso en verano. El clima está dominado por los vientos huracanados y las ventiscas heladas que lo cubren todo en un manto blanco de fría nieve cortante. Un comerciante ambicioso que viaje por la Carretera del Cráneo desde Praag hasta las tierras al este del paso tendrá que enfrentarse con todo tipo de peligros. Si las temibles bestias de las montañas del norte no son problemas suficiente, también tendrá que lidiar con el frío entumecedor, cegadoras tormentas de nieve, vientos lacerantes y repentinas avalanchas.
El feroz clima del paso ha criado a criaturas igualmente feroces. El Paso Elevado es el hogar de todo tipo de temibles bestias, pues los débiles no pueden sobrevivir allí. Todo animal que habita entre los picos helados es un depredador salvaje. Enormes y musculosos Colmillos de Sable persiguen a sus presas en silencio a través de la nieve y luego atacan, hendiendo sus enormes y afilados colmillos para provocar heridas mortales. Manadas de voraces lobos de la montaña aúllan a la fría luz de la luna antes de descender a los valles para cazar. Tal vez la más aterradora de todas estas criaturas sean los imponentes Yehtis, que fabrican toscas armas con fragmentos de hielo y roca, cazando a los viajeros y a otras criaturas con sus garras asesinas de varios centímetros de largo.
Más peligrosos aún que las criaturas del Paso Elevado son las tribus de norteños, que establecen su hogar en las heladas tierras que bordean los Desiertos del Caos. Estos primitivos bárbaros adoradores de los inmundos Dioses del Caos, sienten como su poder aumenta cuando los Vientos de la Magia se fortalecen. Muchos se dirigen al sur bajo la bandera de las Hordas del Caos, pero otros se quedan atrás para defender sus tierras tribales contra los intrusos. En caso de que descubran a viajeros procedentes del sur, no mostrarán misericordia.