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Ostland02

Imagen ilustrativa.

"No vayas por los bosques oscuros si no es por necesidad. Crúzalos raudo y veloz si estás forzado en ellos a entrar. Viaja de día y not e salgas del camino. Evita a la Bestia y reza a Sigmar si quieres legar a tu destino."

Canción ingantil de la región de Reikland.

Al sur de Altdorf, la capital del Imperio, se extiende el Bosque de Reikwald, abarcando el terreno que va desde el río Reik a las Montañas Grises. Es la guarida favorita de aquellos que han sido desterrados de las ciudades del Imperio y de los fugitivos de la justicia, convirtiéndose en un refugio de bandidos, asesinos, criminales y toda clase de delincuentes.

A pesar de esto, generalmente, el bosque de Reikwald es más seguro comparado con el resto de bosques del Imperio, lo cual permite el desarrollo de una importante industria maderera, que produce madera de gran calidad para la emergente industria de construcción de barcos.

Descripción[]

Bosque de Arnheim por Daarken

El Reikwald cubre casi todo Reikland a excepción de Vorbergland, tan solo disminuyendo en espesor alrededor de las puntiagudas Colinas Skaag o donde lo talan los pueblos y aldeas que hay a orillas del río Reik y sus muchos afluentes. Por este bosque es por donde pasa la carretera principal que une Bretonia con el Imperio atravesando las Montañas Grises por el Paso del Mordisco del Hacha. En la entrada del Paso del Mordisco del Hacha se alza la fortaleza imperial de Helmgart, una imponente torre construida en la ladera de la montaña y cuyas almenas dominan el estrecho sendero a sus pies. Los ejércitos invasores suelen utilizar el Paso del Mordisco del Hacha para cruzar las Montañas Grises, por lo que esta región del Imperio ha sido testigo de multitud de duras batallas en las que los ejércitos de Reikland han luchado para rechazar a sus muchos enemigos.

En su mayor parte, la canopea del Reikwald no es lo suficientemente espesa como para bloquear la luz solar, pero sus partes más profundas suelen ser oscuras y lúgubres, y las nieblas densas son comunes, especialmente a lo largo de los tramos más pantanosos del río Reik. Los eruditos afirman que antes de que se fundara el Imperio, la tribu humana de los Unberógenos cruzaba este neblinoso bosque junto con tribus más antiguas cuyos nombres se han perdido.

Megalitos por Tony Ackland

Aún persisten de dicha era unos anillos concéntricos de megalitos tallados, llamados oghams, aunque muchos están cubiertos de vegetación y son imposibles de encontrar sin un guía. Se dice que las comunidades aisladas que aún siguen las antiguas costumbres (viejas creencias que se creen anteriores a la llegada de Sigmar) tienen dichos lugares como sagrados. Los intelectuales de los Colegios de Magia postulan que antaño se libraron terribles batallas por la posesión de estos antiguos lugares megalíticos, y no es infrecuente que algún magister acaudalado financie expediciones a las profundidades del Reikwald para averiguar más acerca de las piedras mágicas.

En las inmediaciones de las Montañas Grises los bosques clarean y la tierra se vuelve ideal para los cultivos; de hecho, el vino blanco reiklandés está considerado corno el mejor del producido en el Imperio, y las estribaciones del oeste de Bögenhafen se conocen a veces como el "Jardín de Ranald" debido a la gran cantidad de vino elaborado en ellas.

En las profundidades del bosque de Reikwald hay dos tramos de terreno montañoso: las colinas Hagercrybs y las colinas Skaag. Ambas se utilizan para pastorear ovejas, aunque las Hagercryb son famosas entre saqueadores de tumbas y otros aventureros que buscan túmulos de los Unberogenos pre-imperiales, la antigua tribu de Sigmar. Existen informes de fantasmas que merodean por las Hagercryb, pero se consideran desvaríos de pastores demasiado aficionados a la sidra.

Amenazas del Reikwald[]

Vigilantes de Caminos por Andy Law

La mayor parte de los viajeros que cruzan la región prefieren la relativa seguridad del viaje fluvial a recorrer carreteras inciertas, y con motivo; el Reikwald es un lugar favorito de marginados, desalmados y otra gente sin ley. Si bien las rutas principales están patrulladas por Patrulla de Caminos, su número es escaso y los caminos son demasiado largos, por lo que no es infrecuente encontrarse con carruajes volcados y otros signos de bandidaje. La mayor parte de los claros y de las ruinas abandonadas de guerras pasadas ha sido reclamada como campamentos por forajidos o por una de las manadas de Hombres Bestia que vagabundean por las profundidades del bosque, y no es infrecuente que los regimientos del Ejército Estatal de Reikland lleven a cabo incursiones para despejar tan aislados lugares. Los que deciden viajar por la carretera deben protegerse bien porque cada paso del camino está plagado de bandidos y asaltadores y todos los que salen del bosque suelen hacerlo más pobres que cuando entraron.

Aunque se halla a pocos kilómetros del trono del Emperador, no hay muchas intenciones de "limpiar" este bosque por parte de las autoridades, pues es una fuente constante de mercenarios y regimientos de milicianos prescindibles con los que engrosar aún más los ejércitos imperiales. Son muchos los bandidos de esta región que agradecen ganar unas monedas como mercenarios, y aunque no resultan tan fiables ni están tan bien entrenados como las Tropas Estatales, el Emperador tiene presente que mientras estén combatiendo con él, ¡no estarán robando! Sin embargo, el número de bandidos ha aumentado considerablemente durante la Tormenta del Caos ya que el Emperador tuvo que retirar numerosas tropas de la zona para hacer frente a los ejércitos de Archaón. Las fuerzas del orden tendrán bastantes problemas para erradicarlos, puesto que sus filas se han visto engrosadas por numerosos refugiados.

Musico Ungor

Los Hombres Bestia del Reikwald son especialmente viriles, y por alguna razón desconocida se reproducen a un ritmo mucho mayor que los rebaños de otras regiones. Estos bosques retumban con los ecos de terribles sonidos de apareamiento, mezclados con los gritos de aquellos humanos que han sido lo bastante estúpidos como para meterse en los dominios de los Hombres Bestia. Algunas zonas están literalmente infestadas de estas criaturas, y cada rebaño se ve obligado a competir con los demás por el dominio de los territorios de caza.

Los Ungors son especialmente numerosos, hasta el punto de que existen tribus enteras compuestas exclusivamente por ellos. Dichas tribus acogen además a muchos "proscritos raciales": Hombres Bestia nacidos de padres humanos, que han sido expulsados de su sociedad de origen o han huido hacia los bosques por iniciativa propia. Aunque estas peculiares criaturas tienen muy pocas posibilidades de ganarse una posición de fuerza y respeto entre los Gors, a menudo pueden llegar a dominar las tribus de Ungors, para embarcarse en terribles e interminables guerras contra los humanos que los desterraron. Debido a esto, la población de un asentamiento humano que se vea arrasado por un rebaño de Ungors será ejecutada de las maneras más horribles que quepa imaginar, tras haber sido torturada con unos niveles de crueldad difíciles de describir.

Fuentes[]

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