Las Hadas de Bretonia son conocidas por ser muy celosas de su posición, y no les gustan los demás hechiceros, especialmente si son hombres. Nadie sabe porque esto es así. Los hechiceros de la corte se encierran a veces en el reservado de una posada y discuten la cuestión delante de una jarra de vino. Es triste reconocerlo, pero la conclusión a la que llegan inevitablemente cuando el vino se acaba, lo que puede ocurrir muchas horas después, es que el Hada de Bretonia es una mujer, y por tanto completamente irracional.
Los hechiceros de la corte, que van a estudiar al Imperio, son extremadamente celosos del Hada de Bretonia y lamentan la influencia que ésta posee sobre el Rey.
Todavía muchos narran el duelo mágico que tuvo lugar entre el Hada de Bretonia y el Hechicero de la Corte en el Gran Torneo de Couronne que tuvo lugar durante el reinado del Rey Jean el Bondadoso. Todos los presentes dejaron de mirar a los caballeros y se giraron para observar el espectacular enfrentamiento mágico. Antes de finalizar el día, el rey tuvo que ordenar a todos sus caballeros que buscaran entre la hierba alta un sapo que respondiese al nombre de su hechicero de la Corte.
Entre los Duques y Barones, hay quienes sólo reconocen a la Hechicera, mientras que otros prefieren a los hechiceros de la escuela de Altdorf, que normalmente serán sus propios parientes. Esto sucede especialmente cuando un Barón sólo tiene una hija que no puede heredar su feudo. Es su marido quien recibirá las tierras del padre. Por tanto, el Barón puede enviar a su única hija a Altdorf para que ella, alguien de su sangre, conserve el control de la herencia recurriendo a la magia para convencer a su marido si es necesario.
Fuente
- Ejércitos Warhammer: Bretonia (5ª Edición).