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Warhammer hellbrandt grimm some swift and brutal hand Puerto

Ubicado junto al Golfo de Kislev, junto a la carretera Middenheim-Erengrado, Salkalten lucha bajo el peso de su propia fundación. Cualquiera que camine por la ciudad verá fachadas arquitectónicas desmoronadas, estatuas corroídas y otros signos de gloria marchita que, en realidad, nunca existieron. Jens-Pieter Riemanns persuadió al Gran Príncipe Ivan von Königswald para que invirtiera dinero en la expansión del puerto de Salkalten y el embellecimiento de los edificios para atraer el comercio fuera de Marienburgo en 2455 CI. Cuando la afluencia de monedas prometida no se produjo, Salkalten volvió a su indolencia anterior y la gente de la ciudad, con el ahorro típico Ostlandés, rompió gran parte de la fachada decorativa y las estatuas para usarlas como lastre.

Aún así, Salkalten no se olvida del todo. Algunos marineros lo ven como una parada de suministro útil y barata. El pueblo mantiene campamentos madereros en el Bosque de las Sombras, y la mayor parte de su dinero proviene de la venta de madera y pescado salado a los que pasan. También es el favorito de los Hijos de Manann, que mantienen un cuartel junto a la plaza central de la ciudad, muchos de los cuales prefieren la relativa comodidad de Salkalten a los cuartos con corrientes de aire que ofrece la cercana Atalaya de Odrall. La mayoría de los lugareños aprecian su presencia, y la orden encuentra muchos reclutas ansiosos entre los jóvenes del pueblo. Otros se quejan de que los caballeros son una chusma perturbadora, borrachos la mayoría de las veces mientras disfrutan de su licencia en tierra.

Salkalten está gobernado por el Barón von Wolder, un político inteligente con olfato para saber dónde soplan los vientos políticos de Ostland. Después de un encontronazo con supuestos cultistas, Wolder se mostró celoso de erradicar el Caos y, aunque Salkalten es poco más que una mancha en el mapa, sigue convencido de que los Poderes Ruinosos intentan infiltrarse en él. Los guardias de los muelles tienen instrucciones estrictas para buscar en los barcos entrantes signos de mutación o trabajos malévolos.

Sin embargo, Wolder tiene poco interés en el contrabando mundano. Esta falta de supervisión es algo que los oficiales de aduanas no dudan en explotar, cobrando una pequeña “tarifa de descarga” por cualquier cosa que encuentren. Extrañamente, esto le ha dado a Salkalten una reputación como un buen lugar para el contrabando - sí, es posible que se deba pagar algunos sobornos, pero es poco probable que te confisquen tus bienes y te roben tu barco bajo tus botas.

Sin embargo, ahora es un hervidero de actividad. Tras la derrota de Archaón en Middenheim, el Conde von Raukov ha llevado su ejército al norte y ha establecido temporalmente la capital en Salkalten, uno de los pocos pueblos que no fueron saqueados por los invasores. Desde aquí ha enviado agentes para recuperar el contacto y el control de los demás pueblos de la Marca Septentrional, Birkewiese y Bohsenfels. Mientras contrata mercenarios y reúne rodas las fuerzas ostlandesas que quedan, ha convertido Salkalten en un núcleo de actividad diplomática. Von Raukov ha enviado a Marienburgo al gobernante de Salkalten, el barón von Wolder, para negociar préstamos que le permitan contratar más tropas, al tiempo que envía emisarios a la corte del Emperador para solicitarle el apoyo de parte de la Reiksguard para la campaña venidera.

Salkalten también bulle con otro tipo de actividad: el espionaje. Unos agentes de las tierras del Caos establecidos en Ostland se han infiltrado en Salkalten y en otros pueblos para averiguar los planes del Conde Elector y, si ello fuera posible, sabotearlos. Mientras tanto, los agentes de los Condes de Nordland y Talabecland interrogan a los hombres de von Raukov para intentar comprar su lealtad, pues cada uno de ellos tiene planes para postrar a Ostland.

Localizaciones[]

Fuentes[]

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