Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Sapo de Plaga por Dave Gallagher

En los reinos del Padre de las Plagas, en el corazón del antinatural Jardín de Nurgle, existen lagos y marismas cuyas espesas y fétidas aguas están cargadas de todo tipo de fluidos enfermizos. Estas aguas oscuras y más llenas de moho han sido utilizadas como lugar de desove de todo tipo de diabólicas criaturas.

Allí, chapoteando entre los excrementos que flotan en el cieno, destacan unas criaturas conocidas como los Sapos de Plaga de Nurgle, también llamados como los Comeputrefacciones o los Hijos de las Cloacas; se trata de seres demoníacos semi-inteligentes con aspecto de sapos enormes, bolsas de mugre y pus cuyas fauces pueden engullir un humano de golpe tras atraparlo con su lengua prensil.

Descripción[]

Se dice que cada una de estas criaturas es una forma involucionada de un Portador de la Plaga que no ha logrado cumplir las expectativas de Nurgle, ganándose por tanto su ira y viéndose transformados a una forma corporal aún mas repulsiva de la que tenía, en la que tendrá que vivir por toda la eternidad. En otros casos simplemente son Nurgletes hinchados gracias a haber caído mediante su apetito. Sea como fuese, los Sapos de Plaga son víctimas de los abusos y la ira de Nurgle.

Dicen las leyendas que cuando la guerra entre los Dioses Oscuros se estanca, Nurgle deja temporalmente de lado su caldero y repulsivas pócimas y se acerca los lagos, donde se relaja aplastando Sapos de Plaga, hasta que los manchones de bilis y sangre ennegrecida que dejan sus cadáveres le hacen recuperar su buen humor. Encontrar al primer Sapo es fácil, pero encontrar al resto suele llevarle cierto tiempo.

Dado que cada Sapo de Plaga es poco más que un saco de piel lleno hasta los topes de repugnantes líquidos, el ruido que hacen al ser aplastados es fácil de reconocer para los demás Sapos, que se encuentran en un radio de varias millas de distancia. Por tanto, todos ellos recordarán súbitamente que tenían algo urgente que hacer en otra parte y tratarán de encontrar un escondrijo en el que pasar desapercibidos a los ojos de Nurgle.

Debido a esto, a nadie sorprenderá saber que los Sapos de Plaga tratan de escapar al mundo mortal a la menor oportunidad. Además de ser arrastrados como moscas pestilentes en las invocaciones que se hacen y las incursiones demoníacas, estos malignos demonios aparecen en los lugares de más enfermedad y descomposición del mundo mortal, como en el fango estancado o en las partes más húmedas y frías de las alcantarillas, devorando todo lo que se cruza en su camino y buscando sustento en el sufrimiento y la locura. Es en esos lugares que los seguidores del Padre de la Plaga pueden acorralar a estas bestias, atarlas a su voluntad y ofrecerles la oportunidad de saciar su apetito con carne aún tierna en el campo de batalla.

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Imágenes[]

Fuentes[]

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