Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Portador de Agravios por Anthony Foti Enano

imagen ilustrativa

Al oír los rumores sobre los tesoros que infestaban Albión, la fortaleza enana de Barak-Varr se inundó de Enanos ansiosos por probar fortuna en la distante isla. Una serie de Nautilus salieron de sus muelles secos y fueron cargados con alimentos antes de emprender la marcha hacia el Norte.

Historia[]

Después de muchos días agotadores en el mar, viviendo en condiciones penosas a bordo de sumergibles alimentados por vapor, los Enanos se alegraron al oir que habían encontrado tierra. Smakki Hachabrillante se encuentra entre los primeros voluntarios Enanos que se unieron a la primera cuadrilla de desembarco. Tras desembarcar a cuestas los pesados cañones inscritos con runas, los Ingenieros Enanos supervisaron inmediatamente la construcción de una cabeza de playa fortificada desde la que podrían establecer un puerto temporal.

Mientras que la fuerza principal liderada por el Señor Enano Thorri Snekkerson se adentraba en la isla, una pequeña guardia se quedó en la playa para proteger las fortificaciones hasta que llegasen los refuerzos Enanos en Nautilus desde la otra punta de la isla. Aquella tarde se levantó una espesa niebla y la visibilidad se redujo a apenas un par de metros de distancia. Fue gracias a esta niebla que un convoy de barcos variados cubiertos de harapos y robados por los Skaven llegaron a la playa prácticamente sin ser descubiertos. Sólo cuando la niebla empezó a levantarse por la mañana Smakki Hachabrillante pudo divisar las sucias velas del enemigo que se aproximaba.

Smakki alertó rápidamente a los guardas que ocuparan los cañones. La mejor artillería enana descargó una letal andanada de obuses hundiendo una de las naves robadas por los Skavens de inmediato. La mayoría de los malvados roedores se ahogaron, arrastrados por la violencia de la mar de fondo. No obstante, dos botes consiguieron llegar a la orilla. Los Skaven saltaron a la playa en grandes números y parecía seguro que destruirían a los Enanos.

Smakki Hachabrillante gritó a las dotaciones artilleras que permanecieran calmadas y prosiguieran con su devastadora artillería contra las líneas enemigas. Incluso mientras los Skavens cargaban a través de las dunas de la playa, su número se iba reduciendo gracias al fuego de los cañones; no obstante, eran demasiados y no tardaron en abrir una brecha en las defensas enanas.

Los Enanos se negaron a permitir que su ancestral artillería cayera en manos del enemigo y se dispusieron a vender caras sus vidas. Defendieron sus máquinas contra un número aplastantemente superior de atacantes y cada uno de los Enanos se inspiró gracias a Smakki Hachabrillante, que se arrojó contra la masa de atacantes sin preocuparse de su propia vida.

Fue verdaderamente una batalla sangrienta y, cuando el Señor Thorri Snekkerson regresó más tarde aquel día alertado del peligro por el ruido de cañones, se encontró con un espectáculo macabro. Los cuerpos de sus guerreros yacían desperdigados por toda la fortaleza rodeados por enormes montículos de criaturas ratiformes muertas. Smakki Hachabrillante era el único superviviente de la batalla. El Enano ensangrentado y maltrecho seguía detrás de su cañón con una mecha encendida en la mano, preparado ante la amenaza de una nueva invasión.

Los Enanos hicieron brindis en honor de la valentía y la resolución del joven Enano y su hazaña se ha convertido en una inspiración para toda la raza Enana. El Rey Enano juró vengarse de la trágica pérdida de sus hermanos y anotó el aciago día en su Libro de Agravios. Smakki combate ahora al lado del rey portando el estandarte de las enfurecidas gentes de Karak-Varn con orgullo.

Fuente[]

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