Soldado

"Te pagan para adiestrarte, ser disciplinado y, cuando surge la necesidad, ir a la guerra."

—Descripción de la profesión.

"¡Ya oísteis al sargento! ¡Cargar!"

—Soldado anónimo.

Antiguamente era bastante raro que hubiera un ejército fijo y profesional en el Viejo Mundo, pues la mayoría de las naciones dependen de la nobleza y la milicia, respaldados por la ayuda de los mercenarios si hace falta. Actualmente cada provincia y ciudad estado del Imperio tiene su propio ejército de Soldados profesionales, entrenado y equipado por sus propios medios. Juntas, estas fuerzas regionales conforman el ejército imperial, aunque a menudo se complementan con tropas de la milicia y mercenarios.

Descripción[]

"Aunque los señores y las señoras van y vienen, La vida es todo lo que un soldado tiene, Karl-Franz manda y nosotros a obedecer, Las colinas y aún más allá nos hace recorrer."

—Canción de marcha, 118º regimiento de infantería, ‘Los Verdes’.

Multitud de enemigos amenazan con conquistar o saquear las tierras del Imperio, y la nación ha ido a la guerra muchas veces en su larga y gloriosa historia. Durante estos periodos de guerra prolongada, muchos países preparan y emplean a soldados profesionales. Estos soldados son profesionales a sueldo y jornada completa, reclutados de entre los Campesinos o los Burguéses. Habitan las fortalezas imperiales, patrullan las fronteras y repelen a los invasores. Cada ciudad estado y provincia del Imperio equipa y entrena sus propios regimientos de soldados. Juntas, estas fuerzas forman el Ejército Imperial. Dichos soldados están armados de diversas maneras y como regimientos son adiestrados para luchar con pistolas, ballestas, alabardas, lanzas o espadas. Los uniformes difieren de una provincia a otra. Por ejemplo, las tropas estatales de Reikland visten uniformes blancos, aunque ciertos regimientos adoptan diferentes colores como los adiestrados en Altdorf, los cuales visten ropas rojas y azules.

Por orden del emperador Magnus el Piadoso después de la Gran Guerra contra el Caos, todas las provincias del Imperio tienen que disponer de un Ejército Estatal permanente. Los soldados son la columna vertebral de dichos ejércitos, adiestrados para luchar formando parte de un grupo mayor, cuya habilidad individual la suplementa la fuerza de los números. Dado que raramente se les anima a pensar por sí mismos, los soldados son famosos por su estoico fatalismo cuando se les ordena ir de un lado a otro al servicio de sus superiores.

Estos soldados ejercen un cierto grado de poder, pues aunque están a las órdenes de señores y oficiales, es su habilidad en el campo de batalla lo que decide la supervivencia de cada reino. La mayoría de los soldados de infantería entrenan con alabarda o armas de fuego. Aunque la nobleza lo controla, el ejército imperial concede ascensos basándose en la competencia, y es posible subir de puesto hasta alcanzar una poción de mando (aunque la intolerancia de las clases dirigentes dificultan esta promoción). Los Enanos y Halflings del Imperio suelen formar sus propias unidades. Es posible que un soldado regular ascienda de rango si muestra suficiente talento y disciplina. Sin embargo, la mayoría de los oficiales provienen de la clase noble. La sangre aristocrática es considerada un pre-requisito para el liderazgo militar.

Los soldados pueden ser arqueros, ballesteros, alabarderos, arcabuceros, espadachines o piqueros, y eso simplemente en un regimiento estatal típico. Los enanos emplean soldados como martilladores y atronadores, mientras que los soldados rasos de los elfos suelen ser arqueros y piqueros. Hay muchos otros tipos de soldados, como los mercenarios, las milicias locales (que son raramente mejores que los reclutas), los ejércitos privados, las fuerzas de los cultos y más. Los soldados enanos a veces acompañan a los ejércitos humanos a la guerra. Normalmente visten armaduras más pesadas creadas por sus hábiles herreros. Los soldados Altos Elfos rara vez se ven en el Viejo Mundo, aunque en ocasiones sus arqueros o lanceros blindados escoltan a dignatarios viajeros desde Ulthuan. Los soldados Elfos Silvanos pueden desplegarse para proteger antiguos túmulos o patrullar sus bosques, pero a menudo tienen poco interés en los asuntos del resto del Imperio.

Los soldados tienen poco tiempo libre, pero aun así tienen oportunidades de aventura. Fuera de la estación de campañas militares, a muchos se les conceden extensos permisos. Los oficiales de los Ejércitos Estatales también pueden mandar pequeñas bandas de soldados encargados de investigar sucesos inusuales en el ‘territorio’ de su regimiento y algunos oficiales ven este tipo de aventuras como un adiestramiento excelente para mantener en forma a sus soldados. Los soldados no humanos a menudo emprenderán misiones para el Imperio que serán aventuras por derecho propio.

Una vez licenciados, muchos vuelven la espalda a la dura vida militar, en pos de una vida de aventuras que ofrezca mayores recompensas. Otros soldados prefieren unirse a aventureros. Es posible que en lugar de licenciarse, hayan desertado del ejército, o que se hayan quedado aislados después de una batalla, o estén con un cabo suelto durante tiempos de paz. Cualquiera sea el motivo para irse de aventuras, hacen una buena adición a los grupos de aventureros, quienes aprecian sus disciplinadas habilidades de combate.

Un Día en su Vida[]

"Bajad al pie de la colina, nos dijo el capitán. Eso hicimos, y entonces el general nos dijo que subiéramos a la cima de la colina y esperáramos órdenes. Después el capitán nos dijo que nos necesitaban abajo."

—Holger Kass, 1º de alabarderos de Bögenhafen.

Durante los años de servicio militar activo, pocas carreras pueden ser tan exigentes como la vida de un soldado. Sin embargo, fuera de la guerra, la vida de un soldado a menudo está sumida en una aburrida rutina y repetición. Para algunos soldados, no está claro qué estilo de vida es preferible.

Los soldados se despiertan antes del amanecer, se ponen sus uniformes rápidamente, toman sus armas y se dirigen al patio para los ejercicios y adiestramiento matutino. Los ejercicios varían de una unidad a otra, pero a menudo terminan con una marcha forzada con el equipo completo y la armadura. Después de un descanso rápido para el desayuno, es hora de volver al trabajo.

Para los que están de servicio, eso significa patrullar. Para aquellos fuera de servicio, significa más ejercicios. Los soldados practican con el arma de su unidad durante varias horas cada día. Cambian los deberes para evitar que cualquier soldado se vuelva demasiado complaciente en su puesto, por lo general trabajando en turnos de dos a tres horas. Después de una cena tardía, los soldados que no están de servicio tienen algunas horas para ellos. La mayoría de las veces matan el tiempo bebiendo, jugando y andar detrás de las mujeres.

La única diferencia para un soldado durante la guerra es que en lugar de hacer ejercicios matutinos y entrenar está luchando. De lo contrario, sus horarios siguen siendo los mismos. La rutina es la columna vertebral de la vida militar, y muchos soldados encuentran esta regularidad reconfortante.

Afiliaciones[]

La asociación más grande para cualquier soldado es, por supuesto, su unidad militar. Ya sea una milicia local o el Ejército Imperial, esa organización es su fraternidad. Lo apoya, lo entrena, lo protege, lo castiga y lo atiende según sea necesario. Sin embargo, dentro de cada organización militar puede haber grupos más pequeños, y estos son más como verdaderas familias. El pequeño grupo militar más común es la unidad o escuadrón. Esto podría ser de cuatro a veinte hombres, que sirven bajo el mismo comandante y con mayor frecuencia portan las mismas armas y luchan usando las mismas técnicas. Los miembros del escuadrón dependen completamente unos de otros en la batalla, y esta cercanía forja vínculos a menudo irrompibles: muchas esposas de militares se quejan de que sus maridos están más cerca de sus compañeros que con ellas.

Más allá del propio ejército, los soldados pueden unirse a otros grupos en función de sus antecedentes e intereses. Por ejemplo, aquellos que sirven en una milicia local a menudo son parte de la guardia del vecindario o del consejo de la ciudad. Los soldados interesados en bares y tabernas (en sentido de ser dueños, no solo para beber) podrían unirse al Gremio de Cerveceros, al menos como socios. Muchos soldados disfrutan de clubes de tiro y clubes de caza, ya que esto les permite mantener sus habilidades siempre a punto, incluso en tiempos de paz.

Imágenes[]

Fuentes[]

Warhammer Fantasy JdR 1ª Edición, pág. 39.
Warhammer Fantasy JdR 2ª Edición, pág. 59.
Warhammer Fantasy JdR: Career Compendium (2ª Ed. Rol), pág. 196.
Warhammer Fantasy JdR: Player's Guide (3ª Ed. Rol), pág. 159.
Warhammer Fantasy JdR 4ª Edición, pág. 92.