Suldrek siempre mantiene bien arreglados su cabello y su barba grises. Viste una túnica con capucha y tiene muchas bolsas pequeñas en su cinturón. Aunque es fornido y musculoso, como casi todos los enanos, su expresión es amable y pensativa. Es más normal verle con un libro que con un arma.
Historia[]
Pasó su juventud estudiando con equipos de ingenieros en su hogar enano. Respetaba a sus maestros, pero al final comenzó a sentir que sus enseñanzas eran muy restrictivas y convencionales para su gusto. Quería explorar otras áreas del conocimiento, experimentar con cosas nuevas. Por desgracia, sus mayores no recibieron bien sus sugerencias. Al final comprendió que si quería sublimar su deseo de aprender tendría que hacerlo entre los eruditos de las ciudades y universidades humanas.
Pasó muchos años estudiando con alquimistas en la pequeña Universidad de Marienburgo hasta que al final sintió la necesidad de avanzar, viajando por el Imperio, descubriendo cosas maravillosas, nuevos intereses, otras ideas y libros. Hace poco se encontró con un antiguo tutor, Veit Pogner. Le ha prometido una carta de presentación para el Director de Estudios Alquímicos de la Universidad de Altdorf si le consigue un libro muy extraño, "Una Honesta y Veraz Descripción de la Tierra de Lustria", de un amigo en Marienburgo. Echa de menos la vieja ciudad, por lo que la idea de pasar allí el invierno le ha hecho persuadir a los otros de que es el lugar perfecto para descansar un tiempo
Personalidad[]
Mucha gente le considera taciturno, puede que incluso grosero, ya que es muy reservado y siempre trata de sopesar todas las opciones antes de dar su opinión. A veces se queda tan absorto en sus pensamientos que simplemente se olvida de contestar. En otras se extiende interminablemente: una vez se pone a hablar de algo que le interesa no hay quien le detenga.
Su timidez se agrava por el hecho de que muchos humanos esperan que sólo le interese la próxima pelea o la siguiente jarra de cerveza, porque "todos los enanos sois iguales". Trata de corregir esta imagen equivocada allá donde va.
En ocasiones siente una terrible nostalgia por su hogar y ha llegado a considerar a sus compañeros de viaje su familia. En particular suele ofrecer consejos calmados y paternales al joven Gustav, que tiende a pensar con la espada.