Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Torre de Tarnhelm prision

La Torre de Tarnhelm es un edificio antiguo; las historias acerca de su fundación ya se han olvidado o perdido, a excepción de algunas vagas referencias que se pueden encontrar en los archivos del templo de Verena de Talabheim.

Descripción[]

Se la menciona por vez primera en una crónica que data de la era posterior al reinado de Boris el Incompetente, cuando la ciudad se encontraba en estado de sitio. La entrada menciona que "...los odiosos hombres rata irrumpieron en la parte baja del castillo y habrían superado a nuestros defensores, si no llega a ser porque nuestro valiente capitán Tarnhelm luchó como el mismísimo Lobo Blanco y los obligó a retroceder a los túneles hasta que conseguimos obstruir la entrada. Que su alma descanse a la diestra de Ulric". Los estudiosos suponen que la torre toma su nombre de este héroe, desconocido por lo demás.

Hasta hace relativamente poco, la oscura mole de la Torre de Tarnhelm sirvió como fortaleza para los soldados de los regentes de Talabheim, quienes acostumbraban a gobernar con mano de hierro. En 2429 CI, el Gran Duque Frederik Untermensch convirtió la torre en prisión. Tenía dos razones: la primera, que su predecesor se había resistido a la llamada a la reforma de los shallyanos; las ejecuciones en duelo eran muy populares entre el culto de Ulric y las masas. También tuvo que resolver un problema con los agitadores políticos que exigían la liberación del férreo regimen de Untermensch. Los radicales creían que al debilitar la posición de Frederik (Talabheim acababa de separarse del Gran Ducado de Talabecland, otorgado al depuesto Emperador Dieter von Krieglitz), había llegado el momento de luchar por sus propias reformas, tales como el derecho a erigir capillas sigmaritas sin necesidad de que lo aprobara la jerarquía local de Ulric.

Frederik resolvió sus problemas con una jugada maestra. Al convertir la Torre de Tarnhelm en prisión, satisfizo al culto de Shallya en un momento en el que necesitaba su apoyo para poder optar de nuevo al trono. Las ejecuciones se reservaron entonces para crímenes como el asesinato o la apología del Caos. Al mismo tiempo, se ganó el beneplácito de la jerarquía ulricana y de las gentes claramente fieles a Ulric al crear un lugar donde encerrar a los agitadores sigmarianos, sin propiciar la rebelión entre los sigmaritas de la zona que sin duda habría acarreado ejecuciones en masa.

Desde aquel entonces, la familia von Krieglitz Untermensch ha utilizado la Torre de Tarnhelm a modo de prisión política y religiosa, y lo que nació como un símbolo de reforma ha pasado a ser una herramienta de represión.

Situación[]

La Torre de Tarnhelm se asienta amenazadora en el antiguo barrio al noroeste de Talabheim llamado "Schaffenhorst", un distrito perteneciente a la clase media-baja de curtidurías y pequeños comercios. Sus lúgubres muros y su solitario torreón están construidos en granito, ya pulido por el paso del tiempo y salpicado por el musgo. Los von Krieglitz-Untermensch son una familia notoriamente frugal, que rara vez gasta más que lo justo en el mantenimiento de la estructura de la Torre de Tarnhelm; varias de las piedras que conforman sus muros se encuentran agrietadas y rotas, y su aspecto de dientes maltratados ha propiciado que los lugareños se refieran a la Torre como "el Anciano de Talabheim".

La Torre de Tarnhelm se rige por el mismo modelo autocrático que la propia Talabheim. El alcaide, Augustus von Nebelsfeuer, sólo tiene dos obligaciones: asegurarse de que nadie meta ni saque de allí nada que no le pertenezca, y conseguir que los prisioneros confiesen y proporcionen información. La primera de sus tareas se ve facilitada por el gran número de guardias bien armados, y por la regla que establece que cualquier guardia encontrado culpable de asistir a un preso en su fuga ocupará su lugar hasta cumplir el resto de la sentencia. Puede verse la importancia que la dirección de Talabheim le da a la segunda tarea en el hecho de que el segundo oficial en rango sea su Torturador Jefe, en la actualidad un inmigrante kislevita de nombre Pudolkin. Cadavérico, de lacio pelo negro y ojos inyectados en sangre, Pudolkin ha cosechado grandes éxitos en este puesto. Tiene cierto talento para "plantear la pregunta" sin llegar nunca tan lejos como para matar al sujeto. Le gusta describirse como un "artista de las tenazas y los hierros al rojo".

Los prisioneros llegan a la Torre de Tarnhelm tras haber sido juzgados por sedición o a la espera de que los juzguen por herejes. Se los encierra en celdas individuales, de las que nunca salen si no es para "responder algunas preguntas" o, aunque raramente, para su liberación. Oficialmente, no están permitidas las visitas de familiares o amigos, aunque el soborno a la persona adecuada puede conseguir que una madre o esposa le pasen al preso algo de comida o una manta de más. Si bien sigue habiendo un capellán shallyano que hace sus rondas para ofrecer alivio y consejo a los internos, el culto ha dejado de quejarse de las infrahumanas condiciones; se han vuelto demasiado dependientes de la caridad de la familia que ostenta el poder y de la tolerancia del clero ulricano como para arriesgarse a tirarlo todo por la borda.

Secretos[]

Hay algo más que contribuye a darle a Tarnhelm su oscura reputación, algo más que la ligereza con que los poderosos de Talabheim arrojan allí a la gente y que el fulgor de los hierros candentes de Pudolkin. Durante el último medio siglo, no todos los años pero siempre bien en Hexensnacht o en Geheimnisnacht, el terror se adueña de la prisión y uno de los internos sufre una muerte horrorosa, que dejará sus escasos restos esparcidos por toda su celda, salpicada de arriba abajo por la sangre y las vísceras. No importa lo rápido que los guardias reaccionen ante los alaridos, siempre llegan demasiado tarde.

Su tiempo de reacción se ha reducido, no obstante, desde que un agudo observador se diera cuenta de un patrón: los asesinatos ocurren cada vez con más frecuencia, casi dos veces al año en estos momentos, y siempre se echa en falta alguna parte del cuerpo. A veces una mano, a veces un pie o un ojo, pero siempre algo distinto. Según estimaron algunos guardias, tras unas cuantas cervezas de más en la taberna de turno, "la Bestia" (a falta de un nombre mejor) ya ha reunido casi todas las partes de un cuerpo humano. Lo que es seguro es que lo habrá conseguido en dos o tres años más... o incluso puede que con el siguiente asesinato, pues lo cierto es que jamás se ha llevado un recuento detallado de las partes del cuerpo echadas en falta.

Hay quien especula que esto es obra de un Skaven, pues ¿quién más podría entrar y salir de tantas celdas distintas sin ser detectado? Otros desechan la idea del Skaven como cuentos para asustar a los niños. En su lugar señalan que puede ser obra de un supuesto demonologista, Nils Blodbart, que desapareció de su celda una Hexensnacht tras haber sido torturado. La historia cuenta que el guardia de su bloque, condenado a cumplir la sentencia de Nils por haberle ayudado a escapar, fue la primera víctima de la Bestia, muriendo a la siguiente Geheimnisnacht. Sea cual sea la verdad, nadie tiene demasiadas ganas de encontrarse allí cuando la Bestia complete su espeluznante colección.

Fuente[]

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