La Torre de los Cuervos es una torre abandonada situada en el Bosque de los Fantasmas, cerca de Kreutzhofen. Anteriormente hogar de un hechicero, ahora solo la habitan cuervos de los que recibe su nombre, después de que éste y su guardaespaldas murieran de un brote de viruela.
Los cuervos son criaturas enormes y antinaturales, varias veces mayores que un cuervo normal. Tienen una altura similar a la de un hombre y su envergadura alar alcanza los tres metros. Hace tiempo, el hechicero crió a los antepasados de estos cuervos gigantes para que actuaran como guardianes de su torre. El hechicero está muerto pero los cuervos siguen vigilando la torre y atacando a los intrusos.
Descripción[]
Las paredes de piedra exteriores de la torre han empezado a desmoronarse, aunque la torre sigue intacta. Hiedra, musgos, líquenes y plantas similares han cubierto determinadas zonas de las piedras. La vieja puerta principal, en su tiempo resistente, ha sido derribada y sus pedazos se reparten por el suelo fuera de la torre. Hay un cuervo grabado sobre la piedra que forma el marco de la puerta.
Las ventanas de la torre están todas intactas. Esto es algo que puede sorprender, pero no están hechas de cristal nomal. Su resistencia se ha aumentado por medios mágicos y si son golpeadas por un objeto pesado emiten un sonido quejumbroso de alta frecuencia rompe-tímpanos que solo puede escucharse fuera de la torre. Otra característica de las ventanas es que sólo son transparentes en una dirección. Desde el interior se puede ver hacia afuera, pero desde fuera no se puede ver.
1 - Sala Principal[]
Esta sala está llena de ramas, leña y otros escombros traídos hasta aquí por alguna criatura con el objetivo de construir un nido. Hay un denso entramado de telarañas junto a la base de la escalera de caracol, y la araña gigante que la construyó está acechando bajo un gran montón de restos de ramas, justo sobre la trampilla que conduce al sótano.
2 - Viejo Almacén[]
La puerta que conduce a esta habitación está podrida y ha sido arrancada de sus bisagras. Al margen de los restos de barriles, sacos polvorientos y cosas parecidas, la habitación alberga a un par de ratas de roca nerviosas, atrapadas aquí por la araña.
3 - Ropero[]
La puerta de esta habitación se ha podrido hasta desaparecer. Junto a una de las paredes se encuentra un listón de madera bastante deteriorado del que cuelgan unas cuantas perchas podridas. Hay un montón de telas descompuestas sobre el suelo, y otras vestimentas más o menos intactas que todavía cuelgan de una percha por aquí y por allá. Entre los escombros que hay por el suelo se encuentran un par de botas que todavía están en buenas condiciones. Llevan un encantamiento de poco poder que permite al que las lleve puestas desplazarse por terrenos abruptos a gran velocidad, y además mantendrán calientes y secos los pies del portador bajo todo tipo de condiciones.
4 - Estudio[]
La trampilla del suelo de este lugar puede abrirse con una palanca sin dificultad; no tiene cerradura, simplemente se ha quedado atascada con los años. La sala contiene los restos podridos de papeles, pergaminos y mobiliario. El viejo escritorio está todavía intacto, aunque parece como si hubiera sido revisado antes; se han sacado los cajones y se han apilado toscamente sobre la mesa.
5 - Almacén[]
Originalmente, esta habitación contenía fardos de papel y vitela. Ahora todo se ha podrido y carece de valor alguno, esparcido por el suelo por anteriores ladrones.
6 - Habitación del Guardia[]
La puerta de esta habitación está cerrada con llave y la cerradura se ha oxidado y no puede ser forzada, aunque la puerta está en muy mal estado y puede echarse abajo. En el exterior de la puerta están pintadas las palabras "CUARENTENA - VIRUELA". Con los años, la pintura se ha deteriorado y ahora sólo es apenas visible.
En un sencillo camastro, los restos de esqueleto del guardaespaldas del hechicero descansan bajo lo que queda de unas sábanas inmundas. Una violenta y destructiva versión de la viruela acabó con el hechicero y su sirviente, y el guardaespaldas murió en su cama. En una mesa junto a la cama están su cota de malla y su espada, ahora oxidadas e inservibles. Los antiguos saqueadores no se han atrevido a entrar.
7 - Dormitorio[]
De nuevo, la trampilla del suelo puede levantarse con facilidad. En esta habitación se encuentra el cuerpo del hechicero sobre la cama, muerto por la viruela.
8 - Baño[]
Aquí se encuentra una sencilla bañera de estaño junto a dos grandes urnas de cobre. Bajo una de ellas hay un viejo y oxidado infiernillo de alcohol. Hay un panel en la pared que puede ser levantado y que da a un pequeño conducto que conduce a un tubo de desagüe dentro del propio muro.
9 - Habitación Vacía[]
No hay nada en esta habitación que indique para lo que servía. Un único tramo de escalera conduce hacia arriba, hasta el ático.
10 - Desván[]
La trampilla del suelo está atascada por el paso de los años, pero puede ser forzada sin mucha dificultad. En el desván se encuentran tres viejos y destartalados baúles de madera, separados entre sí un metro más o menos. El del medio es real, pero los otros son dos sanguijuelas camaleónicas, que imitan el objeto que encontraron aquí. El baúl auténtico contiene sólo algunas ropas viejas para una persona muy delgada. El hechicero engordó demasiado y ya no pudo ponérselas y las almacenó aquí.
11 - Pasadizo[]
Una pequeña colonia de cuatro gusanos látigo ha llegado hasta este lugar y acechan aquí.
12 - Laboratorio[]
La puerta que da a esta sala está cerrada con llave. En el interior, el laboratorio está completamente equipado, aunque la mayoría del equipo está sucio y con polvo incrustado desde hace años. Una docena de grandes botellas opacas contienen sustancias que hace ya tiempo perdieron la potencia que una vez tuvieron.
Sin embargo, lo que realmente atrae la atención en este lugar es un juego de esferas de cristal brillantes colocadas sobre una pequeña mesa lateral. Cada una de las esferas mide unos 8 cm de diámetro y parecen hechas de un cristal de aproximadamente 1 cm de espesor. En su interior albergan una especie de líquido o gas de colores brillantes que forma remolinos. Son ligeramente más pesadas de lo que se esperaría de unas esferas de cristal sólidas y su función es la de liberar los hechizos que poseen al ser lanzadas.
