El Valle de los Malditos es una hondonada localizada en el Bosque de Ostwald, en el Imperio. Se encuentra bajo control de los Hombres Bestia.
Historia[]
En un valle de las profundidades del Ostwald yacen los restos cubiertos de maleza de un asentamiento que antaño fue el hogar de muchas familias humanas. El pueblo había estado en ese lugar durante muchos siglos, y sus gentes pensaban que podrían mantener alejados a los Astados sin más problemas, simplemente dejándoles ofrendas en la linde del bosque. Con cada luna llena, sacrificaban un rebaño de ganado y les entregaban los cuerpos a los Hombres Bestia. En esas noches se podía escuchar cómo se desgarraba la carne y se partían los huesos en lo profundo de los bosques; y los habitantes podían sentirse seguros, al menos durante un mes más.
Y de repente les alcanzó una terrible enfermedad, y el ganado del pueblo enfermó y murió. Al llegar la luna llena las gentes del pueblo no tenían más que cuerpos de ratas muertas a modo de ofrenda. Agazapados en sus alacenas, los habitantes de lo aldea no pudieron más que ponerse a temblar cuando empezaron a escuchar los rugidos furiosos que retumbaron en los bosques. A la mañana siguiente, descubrieron que sus casas habían sido marcadas con símbolos blasfemos pintados con estiércol. Inmediatamente interpretaron que su ofrenda no había sido suficiente.
Sin animales que ofrecer, los ancianos del pueblo supieron que necesitaban un sacrificio de otro tipo. Al principio fueron los criminales, y en cuanto se vaciaron las celdas fue el turno de los enfermos. En cuanto se vació la enfermería, tuvieron que echarlo a suertes. Algunos se sacrificaron honorablemente, muchos otros no lo hicieron. Con el devenir de los años, el pueblo se convirtió en un lugar taciturno y solitario, cuya población no hacía más que menguar con cada luna llena.
Finalmente, llegaron a un punto en el que ya no podían dar más. Y al llegar la luna llena, por primera vez, no dejaron ninguna ofrenda. La milicia se alzó en armas para prepararse contra lo que le pudiera suceder al pueblo. Al caer la noche aparecieron los Hombres Bestia. Miles de criaturas emergieron de entre los árboles, enormes montañas de carne andantes, fortalecidas por una buena dieta a base de carne humana. La milicia luchó con valor, aun sabiendo que estaban condenados. Con la llegada del alba, el pueblo era presa de las llamas, y todas sus gentes habían sido asesinadas. Sus cadáveres fueron la última ofrenda que recibieron las oscuras criaturas que pueblan los bosques.
Fuente[]
- Ejércitos Warhammer: Hombres Bestia (7ª Edición).