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VardekCrom

El Conquistador, Heraldo de Archaón

Vardek Crom es el líder de la tribu Kul de los Kurgan y uno de los Tenientes de Archaón.

Historia[]

Al este de las Montañas del Fin del Mundo y al norte de Zorn Uzkul, lejos de las tierras civilizadas de los hombres, se encuentran las tierras de los Kurgan. Estas enormes praderas y tundras son el territorio de esta poderosa etnia de bárbaros que sirven a los Poderes Ruinosos, dedicando sus vidas enteras a la mayor gloria de estos. Nacidos en una tierra asolada constantemente por la guerra y por la dureza del clima, los Kurgan son poderosos y bravos guerreros, y aquellos que no lo son encuentran rápidamente su final.

Vardek Crom pertenece a la tribu de los Kul, una tribu que reclama como su dominio las tierras entre las Montañas del Fin del Mundo y el Mar del Caos, desde donde lanzan brutales invasiones contra las tribus vecinas, e incluso contra el Imperio o la lejana Catai, en su búsqueda eterna de sangre y gloria en nombre de los Dioses del Caos. La ambición de Vardek Crom ardía como el fuego dentro de su alma, y cuando apenas contaba una veintena de inviernos, se había convertido en el caudillo de su tribu por el procedimiento de eliminar en combate al líder anterior. Crom aseguraba a los suyos que los Kul volverían a recuperar su renombre, y que él los conduciría a la batalla contra las débiles naciones de los hombres del sur. Antes de que pasasen diez años, Crom se había convertido en uno de los más poderosos reyes guerreros que hubiesen hollado nunca las estepas, y fue entonces cuando los sueños comenzaron.

Noche tras noche Crom soñaba con el futuro, con un mundo inundado por una marea de Caos para mayor gloria de los dioses. Vio una silueta oscura recortada contra un cielo rojo como la sangre, sosteniendo una espada aserrada envuelta en fuego dorado sobre su cabeza. Los sueños se iban volviendo más y más vívidos a medida que se sucedían las noches, y Crom quedó convencido de que era un mensaje de los Dioses, con una pista sobre su destino, pero... ¿Quién era esa figura?

¿Era su destino reclamar el mundo para los Dioses del Caos, o había otro paladín todavía más glorioso que él? Obsesionado con la interpretación de sus sueños, Vardek Crom habló con los hechiceros de su tribu, pero cuando no pudieron dar respuesta a sus enigmas, Crom se volvió más reservado y taciturno.

Cuando le llegaron noticias acerca de una compañía de caballeros acorazados que marchaban a través de sus tierras sin ser invitados, Crom se puso furioso. Enfadado por el ataque contra su soberanía sobre sus tierras, y excitado por sus extraños sueños, inmediatamente montó a caballo para desafiar a los intrusos. Alzó la vista a través de las llanuras y rugió desafíos, hasta que el líder de los jinetes alzó una mano, deteniendo a los guerreros de Crom. Los caballeros espolearon sus corceles hacia el rey de los Kul, rodeándolo. Superado varias veces en número, Crom no retrocedió y exigió saber quién había osado cruzar sus tierras sin su permiso. El líder de los caballeros simplemente respondió que su nombre era Archaón y que había reunido los seis tesoros del Caos. Para Crom, eso era la mayor blasfemia posible, y desafió a Archaón a combate singular, para que demostrase que era el elegido del Caos.

Archaón se encogió de hombros con una risa silbante, e hizo un gesto a uno de sus caballeros. Este desmontó y cargó contra Crom. Éste reaccionó a la velocidad del rayo, bloqueando la espada de su enemigo con su escudo y cercenando su cabeza con un certero golpe de su hacha. Rugiendo de triunfo, Vardek Crom volvió a desafiar a Archaón. El elegido no dijo nada, pero hizo un gesto a otro de sus caballeros, que descabalgó y cargó. Fue derrotado con facilidad por Crom, y su sangre se derramó en las embarradas estepas.

Una docena de veces Archaon envió a sus campeones, y una docena de veces Crom acabó con ellos y desafió a Archaon. El Kul rugió de furia, exigiendo saber por qué Archaón rechazaba el desafío, cuando el Elegido desmontó de su monstruoso corcel demoníaco. Consciente de que había llegado el momento de probar al máximo sus habilidades, Crom cargó contra Archaón con su espada silbando en el aire.

El Elegido fue derribado por la impetuosa carga de Vardek Crom, y se protegió con su escudo de los furiosos golpes del Kul, incapaz de desenvainar su espada Matarreyes. Crom lo presionó mientras Archaón retrocedía hacia la línea de caballeros del Caos. Con un golpe de escudo, Archaon desarmó a Crom, incorporándose. Desenvainó su espada y agarró a Crom de la garganta, mostrándole el aserrado filo de la Matarreyes.

Archaón narró a Crom su búsqueda sin moverse, cómo había conseguido la Matarreyes, el Ojo de Sheerian, la Marca del Elegido, y cómo aún le restaba localizar el corcel demoníaco W'soyrach, la Armadura de Morkar y el sexto objeto, aún desconocido. Le dijo a Crom que había sido sometido a prueba y había demostrado ser un gran guerrero, y lo liberó de su férrea presa.

Crom comprendió que Archaón era la figura de sus sueños, el elegido de los Dioses, el que traería la Tormenta del Caos. Los Dioses no podían concederle mayor honor y, dejando a su gente, se unió a los Espadas del Caos, y la leyenda de Crom pasó a los mitos de los Kul: el Heraldo de Archaón. Años después, cuando Archaón hubo localizado los restantes artefactos de los Dioses y la Tormenta del Caos se avecinaba, Crom regresó con su pueblo para levantar un inmenso ejército, subyugando a las tribus bárbaras vecinas de los Kul. El ejército más grande que jamás se había formado en el este avanzó implacablemente hacia las tierras de los hombres.

Cambios de Trasfondo[]

Debido a los cambios de trasfondo de Games Workshop, la historia de Crom se ha visto alterada.

La Tormenta del Caos[]

Logo Tormenta del Caos
El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo se basa en la campaña mundial de La Tormenta del Caos, que ha sido sustituida por la de El Fin de los Tiempos.

Archaón no solo cuenta con su potencial militar y el poder del Caos para destruir al Imperio. Al haber sido un caballero de gran reputación y un comandante y estratega altamente respetado entre los de su orden, Archaón no ha perdido ni un ápice de sus conocimientos sobre tácticas y de su astucia premeditada. A pesar de que el ejército que ha reunido es inmensamente grande, no es más que una pequeña parte del total de las hordas del Norte. Archaón sabe que, si el Imperio se une en su contra y los Enanos y los Elfos apoyan al Emperador como ya hicieran durante la Gran Guerra contra el Caos, nunca podría ver cumplidas sus ansias de destrucción. Para evitar que sus planes sean frustrados, ha enviado a su autoproclamado heraldo, Vardek Crom, conocido como el Conquistador, a dirigir su horda Kurgan por las Tierras Oscuras.

Este poderoso ejército ha combatido contra las masas de Orcos de Grimgor Piel'ierro y ha sobrevivido, ha atravesado las salvajes estepas de las Tierras Oscuras y se ha abierto paso por las Montañas del Fin del Mundo luchando por el Paso de los Picos. Su líder, Crom el Conquistador, trató una vez de retar en combate a Archaón, pero, al ver la espada Matarreyes, se inclinó ante él en señal de respeto al Gran Elegido. El caudillo de los Kul renunció a todas sus posesiones materiales y a su rango y acompañó a Archaón en su búsqueda del resto de los Tesoros. Mientras Archaón se embarcaba en la búsqueda de la Corona de la Dominación, Crom regresó a su tierra natal y venció a todos los líderes de las tribus uno por uno para unificar a los pueblos Kurgan bajo el mismo estandarte y liderarlos contra el Imperio.

Adrian Smith Vardek Crom

Su ofensiva desde el Este ha puesto en peligro Stirland, Ostermark y Averland, así como el territorio halfling de La Asamblea. Su presencia en el Paso de los Picos ha obligado al Imperio a destacar en el Este a muchos guerreros que ya no podrán prestar su ayuda a Middenheim en contra del ataque de Archaón. Se dice que el propio Crom nunca ha sido vencido en combate singular y que desafía a todo gran guerrero, ya sea hombre, Elfo o Enano a enfrentarse a él.

Tras la Tormenta del Caos[]

Con Archaón confinado en el Torreón de Latón de las Montañas Centrales con los restos de sus fuerzas, Vardek Crom comanda la última hueste de Guerreros del Caos que aún guarda fidelidad al Señor del Fin de los Tiempos. Tras la batalla del Paso de los Picos contra los Enanos, Crom se ha adentrado en las tierras de Sylvania para saquearla y destruirla. No obstante, ignora tanto la derrota de su señor en Middenheim como la maldición que se cierne sobre Sylvania. Mannfred von Carstein, el último de los grandes Condes Vampiro con vida, no ha parado de prepararse para destruir al pueblo de Sigmar, acumulando cada vez más poder. Incluso ha creado un inmenso ejército No Muerto con los soldados muertos en la Tormenta del Caos para atacar el Imperio. Sin embargo, la invasión de Vardek Crom es un gran obstáculo para el Conde Vampiro, ya que el enfrentamiento entre ambos ejércitos parece inevitable.

El Imperio confía en que estos dos problemas se aniquilen entre sí, y las fuerzas imperiales seguramente estarán preparándose para exterminar a los escasos supervivientes del titánico enfrentamiento que está por llegar, en lugar de arriesgarse a atacar a ambos ejércitos. Solo el tiempo dirá qué forma toman los acontecimientos.

El Fin de los Tiempos[]

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

La Batalla de Heffengen[]

Crom Heffengen

Vardek Crom se había abierto camino rápidamente a golpes hasta alcanzar la supremacía entre los Kurgan, solo para hincar la rodilla ante Archaón. Crom reconoció mejor que nadie el oscuro poder que marcaba la frente del Elegido, y supo que nadie podría reemplazar a Archaón como Señor del Fin de los Tiempos. Donde otros se habrían irritado y se habrían lanzado a morir en un duelo imposible de ganar, Crom el Conquistador solo vió oportunidades de ganar el favor de los Dioses Oscuros.

Miniatura[]

Curiosidades[]

Fuentes[]

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