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Templo de Vaul por Marco Caradonna

El Hacedor, el Herrero.

Vaul es el armero de las huestes del cielo, el Dios de la Forja y la metalurgia y el patrón de los artesanos, herreros y armeros. Está tullido y es ciego a causa de las heridas sufridas por las antiguas guerras entre los dioses, cuando desafió el poder de Khaine. A Vaul se suele representar ciego, mutilado y encadenado a su yunque debido al castigo de Khaine. Cuando no es así, tiene el aspecto de un noble Alto Elfo musculoso blandiendo un enorme martillo.

Descripción[]

Forma parte del folklore élfico que, antes de la creación del mundo, Vaul rescató a Kurnous e Isha de las mazmorras de Khaine tras prometerle a éste un centenar de espadas. Cuando tenía hechas noventa y nueve espadas y el trato estaba a punto de ser finalizado, quiso acabarlo antes e hizo una espada para mortales. Engañó a Khaine y liberó a Isha y Kurnous, pero cuando Khaine se dio cuenta, castigó a Vaul y le obligó a forjar la última espada que le debía a Khaine y la hizo la más poderosa de todas.

Vaul quedó lisiado y ciego y encadenado a su propio yunque para toda la eternidad, esclavizado por la voluntad de Khaine y obligado a forjar armas mágicas de gran poder para el Dios de la Guerra en su eterna batalla contra el Gran Enemigo, mientras sus lágrimas de vergüenza sisean sobre las brasas de la forja y se precipitan al mundo mortal como esquirlas de sílex. Vaul ha trabajado durante un tiempo incalculable, pero su odio hacia Khaine nunca ha disminuido. Aun así, el Hacedor no nutre ninguna semilla de rebelión, sino que lleva su pena en silencio: sabe que los Elfos necesitarán el fuego y la furia de Khaine para sobrevivir a la gran oscuridad que se acerca, e incluso el orgullo de un Dios es una nimiedad comparado con la extinción de toda una raza. Si el deseo de venganza de Vaul no llega a cumplirse, será una carga más que su cuerpo deforme tendrá que soportar.

La mayor de las espadas forjadas por la mano de Vaul fue Hacedora de Viudas y fue Draugnir, el Padre de los Dragones, quien proporcionó el fuego que templó su acero. Pero el arma estaba sedienta y extrajo de Draugnir mucho más de lo que estaba dispuesto a dar. El destino del linaje de Draugnir quedó unido para siempre al de los Elfos.

Culto[]

Vaul es muy adorado en Ulthuan, especialmente entre los herreros y artesanos. Los adeptos más conocidos son los Sacerdotes de Vaul. Para entrar en la Orden, los adeptos deben pasar un ritual donde se dejan voluntariamente ciegos. Este acto de extraerse sus propios ojos tiene un gran significado que va más allá de que el sacerdote pierda la vista; pues, aunque pierden su visión terrena, ganan algo más a cambio. Por esta acción se les recompensa con la habilidad y perspicacia de su deidad patrona y también la comprensión de la pena y sufrimiento sufridos por Vaul para proteger a los Elfos. Este conocimiento y sabiduría les permite aprovechar los volubles Vientos de la Magia y crear armas encantadas de una potencia increíble con las que los Altos Elfos luchan en las guerras para proteger Ulthuan.

En Athel Loren, la Guardia del Bosque reverencia a Vaul, pues un cazador se debe a la precisión de sus flechas. Sin distinción de rango, cada Elfo Silvano elabora sus propias flechas, pues algo tan crucial para la supervivencia no debería quedar en manos ajenas. Cada Guardián lleva siempre una sola flecha de punta de sílex, extraída de una roca del reino de Torgovann con la inscripción "Ethiris Yl Idrion", "lágrimas del Hacedor". Tal arma se emplea sólo contra las más temibles criaturas, pues un fragmento de pesar divino no debe malgastarse con un enemigo cualquiera.

Símbolos[]

Los símbolos de Vaul son el yunque y el martillo. Los sacerdotes de Vaul no llevan ningún atuendo especial, pero portan orgullosos los símbolos de su dios.

Templos[]

En el reino de Caledor se encuentra la Forja de Vaul, el más fiero de todos los volcanes existentes. Sobre esta isla negra centelleante en el tramo final de las Montañas Espinazo del Dragón, se asienta el Gran Templo de Vaul. El templo descansa en una gran torre de Adamantio Negro que se eleva por encima de la humeante lava que sale del cráter del volcán. Para alcanzar el templo, hay que atravesar un estrecho puente levadizo de puro acero.

En Athel Loren, en la zona de Torgovann también cuenta con un templo, conocido como el Yunque de Vaul.

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (5ª Edición), pág. 23.
  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (7ª Edición), pág. 10.
  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (8ª Edición), pág. 39
  • Ejércitos Warhammer: Elfos Silvanos (8ª Edición), pág. 41.
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