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Verena
Edición Coleccionista Death on the Reik Companion Verena por Sam Manley

Detalles
Sede del culto Ninguno
Líder del culto Nadie, aunque tanto el sumo sacerdote Manfred Archibald como la suma sacerdotisa Marieke Van der Perssen son figuras de autoridad notables en el culto
Principales órdenes Los Portabalanzas, los Custodios del Saber, la Orden de los Misterios
Principales festividades Bendición del Año
Libros sagrados Todos los libros se consideran sagrados para el culto de Verena
Símbolos sagrados La lechuza, que representa la sabiduría, es el símbolo principal de Verena. A veces se usan también unas balanzas que representan la justicia, así como una espada apuntando hacia abajo

Verena es la diosa de la sabiduría, la razón y la justicia, y es especial­mente popular entre Los sabios y eruditos. Su aspecto de diosa de la justicia se relaciona con la equidad, más que con la letra de la ley.

Se opone a la tiranía y la opresión tanto como al crimen, suele representarse a Verena como una mujer alta y de belleza clásica, de porte serio y digno, y se dice que a veces puede adoptar la forma de un búho o la de un vene­rable sabio humano de cualquier sexo.

Símbolo[]

Símbolo Verena

El símbolo de Verena es el búho, tradicional representación de la sabi­duría. Sus seguidores suelen Llevar medallo­nes con el diseño de un búho o la cabeza del mismo, diseño que aparece también en las ropas de sus Iniciados y Clérigos. Las túnicas de sus seguidores son blancas, la ausencia de color indica la neutralidad y ausencia de prejuicios características de su religión.

También se utiliza una balanza como símbolo de Verena en su aspecto de diosa de La justicia, combinándose a veces con el búho. Otro símbolo es una espada con La punta hacia abajo, representando el arma que utiliza para impartir justicia en su aspecto más marcial.

Área de culto[]

Verena es adorada por todo el Viejo Mundo, especialmente en las poblaciones universitarias de Altdorf y Nuln, donde hay grandes templos en su honor. Tiene templos más pequeños en la mayoría de las ciudades y pueblos de cualquier tamaño, generalmente en los distritos administrativos, y todas las academias y centros de aprendizaje tienen una capilla o santuario consagrados a Verena. También es normal encontrar santuarios privados en los hogares de magistrados, administradores, diplomáticos y académicos, incluyendo a muchos magos.

Credo[]

Judgement of verena Lukasz Jaskolski

Aunque el Imperio y el resto del Viejo Mundo enfrentan a la guerra, la enfermedad y otras calamidades con una inquietante regularidad, son las normas establecidas por la ley y el orden de la sociedad lo que permite al Imperio y a las demás naciones no sólo sobrevivir, sino prosperar. De hecho, la violencia y la guerra atañe a los adoradores de Ulric (y, en menor medida, a los de Sigmar), pero son las doctrinas filosóficas de la justicia a las que se adhieren los sacerdotes de Verena las que impiden que el Imperio derive en una tiranía absoluta.

En los panteones divinos, algunos mitos ubican a Verena como esposa de Morr. Aunque en primera instancia parezcan una insólita pareja, en realidad les une un tema común: el juicio. Simplemente representan aspectos distintos del mismo concepto: mientras que Morr juzga a los muertos, los vivos son responsabilidad de Verena. Se cree que la diosa es además la madre de Shallya, y en algunas regiones del Viejo Mundo también de Myrmidia. Es una deidad seria y estoica, pero benévola con quien le ruega ser liberado del despotismo.

Verena no sólo vela por el equilibrio y las decisiones justas; también se la considera una sabia maestra, pues se dice que fue ella quien sacó a la humanidad de su barbarismo haciéndole entrega del don de la escritura. Es por este regalo que también se ve como diosa del aprendizaje, la razón y el discurso.

A pesar de su benevolencia y amabilidad, Verena tiene un lado definitivamente marcial en su aspecto de Diosa de la Justicia. Algunos teólogos opinan que no siempre fue así; pero cuando el Caos fue liberado al mundo y Ulric trató de reunir a los dioses contra su amenaza, Verena fue la única que se tomó en serio su advertencia. Empuñó la espada de Morr y cabalgó a la batalla tras Ulric; su valentía avergonzó a los demás dioses hasta tal punto que también ellos marcharon a la guerra. Sus sacerdotes afirman que comprende mejor que nadie la importancia de la sabiduría y el aprendizaje, así como de la necesidad de defenderlos de la ignorancia y la destrucción, por la fuerza de las armas si fuera necesario.

Culto[]

Sacerdotisa de Verena de David A

Aunque está predispuesto a la orden, la ley y la justicia, apenas existe una jerarquía formal en su culto. En su lugar, opera en pequeñas células, dispersas por todos los núcleos de la civilización, aunque predominan en los distritos proclives a intereses eruditos, donde dirigen o financian universidades para promover el aprendizaje y la educación. Los cultos de Verena ejercen una gran influencia en el Imperio; sus miembros sirven como consejeros en las cortes de la nobleza, y en algunos lugares (como Nuln) actúan como figuras judiciales, trabajando infatigablemente para asegurarse de que se cumple la ley.

Cada célula concreta del culto de Verena tiene sus propias motivaciones, pero todas ellas comparten un objetivo común: la preservación del conocimiento. Se dedican a acumular información en sus extensas bibliotecas, donde pueden devolver parte de este conocimiento a las comunidades a las que apoyan. Dado el compromiso del culto con la defensa del conocimiento, los vereneanos temen especialmente las incursiones del Caos. Cada guerra trae consigo la destrucción, aniquilando reservas de sabiduría y privando a las generaciones venideras de los conocimientos acumulados por la humanidad. Por ello, cuando la amenaza de un conflicto armado se cierne sobre ellos, los vereneanos no dudan en ayudar a defender el Imperio, trasladándose a los frentes de batalla para retirar los pergaminos y tomos y llevarlos a un lugar seguro, aunque para ello tengan que pasar por encima de los heridos.

Como resultado directo de esta obsesión por el conocimiento, el culto de Verena suele verse en el centro de frecuentes controversias, mucho más que los demás cultos. Algunos de los miembros más radicales del clero del culto sostienen que todo escrito, sea cual sea su contenido, merece ser protegido. Estas ideas enfrentan al culto con los cazadores de brujas, y más concretamente con el Culto de Sigmar, el cual considera que el único destino permisible de estos textos heréticos es el fuego purificador. Este tema es motivo de agrias discusiones dentro del culto, aunque se trata de un desacuerdo que los vereneanos están dispuestos a dejar a un lado con tal de proteger los intereses generales del culto.

Verena

Para empeorar la situación, el culto vereneano suscita frecuentes polémicas entre las demás religiones, ya que algunas de las interpretaciones más radicales de sus escrituras parecen herejías a ojos de los demás cultos. Esto provoca conflictos a menudo, aunque también puede dar pie a insólitas alianzas. El culto está dispuesto a anteponer sus creencias sobre la tradición y la amistad, sean cuales sean las consecuencias a corto plazo; del mismo modo, sus miembros deben ser imparciales y no cometer la injusticia de favorecer a sus amigos y aliados por encima de sus enemigos. Debido a ello, las personas ajenas al culto suelen ver a sus miembros como individuos veleidosos y de poca confianza.

Las relaciones entre el culto de Verena y el de Sigmar son más tensas, pues ambos luchan por el control del sistema legal del Imperio y están enfrentados en lo relativo a la censura de literatura de dudoso origen. La parte del culto de Verena que opera en Altdorf ha aprovechado los recientes conflictos internos del culto de Sigmar para afianzar su posición, ya que los líderes de la ciudad se han mostrado más receptivos a sus costumbres menos doctrinales.

Individualmente, los vereneanos exhiben las características de su deidad mucho más completamente que los demás sacerdotes (exceptuando, claro está, a los de Ranald). Casi todos ellos son sabios y han estudiado mucho, hasta el punto de que son convocados para discutir una gran variedad de materias. Jamás dudan a la hora de dar consejos o participar en un debate, lo que les ha granjeado fama de arrogantes. Con todo, los miembros del culto de Verena son diplomáticos y, en contra de la creencia popular, casi nunca emiten juicios precipitados, pues prefieren sopesar todas las perspectivas de un argumento antes de formarse una opinión. A menudo son objeto de burla debido a su naturaleza sumamente considerada; suele decirse de ellos que son gente lenta e indecisa. Esto puede meter en problemas a los vereneanos, pues ponderan una y otra vez todo argumento que se le presente, incapaces de reaccionar hasta haber evaluado todos los aspectos de una situación.

Los miembros del culto de Verena estiman la justicia por encima de todos los demás valores. Ningún vereneano dejaría pasar un crimen sin castigo, ni permitiría que un criminal saliera impune de sus fechorías. Unos pocos incluso llevan este celo más allá de la mera administración de justicia: estos fanáticos actúan como juez, jurado y verdugo, imponiendo castigos a cualquiera que se cruce en su camino. No obstante, por lo general los vereneanos prefieren dejar a los acusados en manos de las autoridades locales, para así poder procesarlos adecuadamente. En los lugares en los que las autoridades locales están corruptas o no son imparciales, los vereneanos han llegado a organizar sus propios juzgados clandestinos para supervisar ellos mismos los juicios.

Subcultos[]

Hay varios subcultos y facciones menores de Verena que adoran otros aspectos de la deidad que se centran en campos y ocupaciones especializadas del ámbito del aprendizaje y la justicia. La facción de Clio es popular entre historiadores y exploradores, quienes la veneran como Escrutadora del Pasado. Verena también tiene un aspecto masculino, Renbaeth, que personifica al Abogado Perfecto, buscador infatigable de la verdad. Scripsisti es la diosa de los calígrafos y la escritura, y últimamente han empezado a protestar por la difusión de la imprenta.  

Misioneros Vereneanos[]

Como parte de la obligación del culto de extender los conceptos de aprendizaje y justicia, hay sacerdotes vereneanos que se dedican a viajar por todo el Viejo Mundo como misioneros. Estos individuos viajan a territorios gobernados por tiranos (Kislev, Bretonia y los Reinos Fronterizos, por ejemplo), en los que las ideas de justicia y aprendizaje sean ignoradas o suprimidas a favor del despotismo. Dicha iniciativa no suele agradar a muchos de estos soberanos, que incluso llegan a perseguir activamente a los sacerdotes de Verena, sean misioneros o no. Hace poco fueron ejecutados tres misioneros en Brionne, acusados de colaborar con anarquistas y disidentes peligrosos. Sus verdugos no fueron los nobles, sino los propios campesinos, quienes no deseaban que unos sacerdotes demagogos llamasen la atención de la nobleza. Pero este tipo de acusaciones no son nuevas; más de un tirano ha sido depuesto por disturbios instigados por la retórica vereneana, y muchos prefieren tomar medidas preventivas y arriesgarse a incurrir en la cólera del culto de Verena antes que en la de su pueblo.

Creencias[]

Verena es mi Testigo - Sacerdotisa de Verna por Sam Manley

El culto de Verena considera que los principales fundamentos de la civilización son los conceptos de aprendizaje y justicia. En su opinión, la humanidad sólo puede medrar acogiendo la sabiduría, la verdad y la justicia, pero también creen que el hombre debe aprenderlas por sí mismo en vez de serle impuestas.

Los vereneanos predican la importancia del conocimiento y el aprendizaje, y consideran que todo conocimiento es similar, por insignificante que pueda parecer, o por muy peligroso que sea para otros. Creen en la verdad como concepto y como ideal, pero admiten que es subjetiva e incognoscible.

También defienden la santidad de la justicia. No dan por cierta la ley escrita, pues ello sugiere que las palabras e ideales de un hombre son mejores que las de otro; creen en el espíritu de la ley. La justicia es ciega, y del mismo modo los vereneanos han de estar por encima de los prejuicios y la amistad, juzgando cada caso únicamente en base a los hechos y a las evidencias. A ojos del culto de Verena la justicia debe verse para poder hacerse, y para muchos el proceso es más importante que el resultado. Los vereneanos se oponen a la tiranía y la opresión, así como a la injusticia. Para un miembro del culto de Verena, los peores crímenes son permitir voluntariamente que se cometa una injusticia o dejar que se pierdan conocimientos sin hacer nada por evitarlo.

Algunos vereneanos creen en el concepto de la iluminación mediante la búsqueda del conocimiento y la verdad, aunque ésta no es una creencia generalizada.

Iniciación[]

Como ocurre en los demás cultos del Viejo Mundo, el camino para convertirse en un siervo de Verena no es fácil. De hecho, requiere mucha paciencia y estudio, pues en el culto no hay sitio para los zoquetes. Desde el momento en que un candidato acude a un templo para ser partícipe del saber acumulado, se ve envuelto en un riguroso programa de conferencias, investigación y aprendizaje. A partir de ese momento, toda su existencia se consagra a la obtención de sabiduría.

Los candidatos más inteligentes pasan una temporada estudiando en una universidad antes de solicitar el acceso al culto de Verena, pues de este modo aceleran el proceso de admisión. Muchos estudian en la Universidad de Nuln, pero hay quienes acuden a otras instituciones más vanguardistas, como las que hay en Altdorf. Quienes se forman como eruditos y abogados suelen coronar el éxito en sus carreras cuando se unen al culto de Verena.

Cuando el sumo sacerdote decide que los iniciados han recibido suficiente formación, deben comparecer ante un tribunal compuesto por los sacerdotes más sabios. El tribunal les formula preguntas sobre diversos tópicos, desde conocimientos generales a materias más especializadas, para evaluar su sabiduría. También debaten con ellos y escuchan su discurso para valorar su oratoria y sus dotes de razonamiento. Los candidatos que satisfacen al tribunal son ordenados sacerdotes.

Miembros del Culto[]

Abogado

Los miembros del culto de Verena son un grupo ecléctico, compuesto por una inmensa variedad de académicos, eruditos, abogados y sacerdotes, todos ellos consagrados a la veneración del aprendizaje y la justicia. La indumentaria de los clérigos vereneanos presenta infinidad de estilos distintos, desde agujereadas túnicas de arpillera hasta togas de intelectual, pasando por chaquetas y pantalones confeccionados con materiales caros. El atuendo habitual de los sacerdotes vereneanos consiste en túnicas holgadas de erudito y togas de tejidos blancos, que representan la luz del conocimiento y la razón. Todos los miembros del culto muestran su devoción colgándose amuletos con forma de lechuzas, balanzas o espadas. Los jueces y sumos sacerdotes vereneanos suelen vestir túnicas más pesadas y algo más ornamentadas que sus coetáneos para reflejar su posición; también es frecuente que vistan pelucas empolvadas. La mayoría portan espadas, sobre todo en eventos formales, para simbolizar la espada de la justicia. Los sacerdotes casi nunca utilizan estas armas, salvo para enfatizar sus argumentos durante un debate, pero para los miembros más militantes del culto distan mucho de ser meros adornos.

Los miembros más devotos del culto gustan de decorar sus ropas con fragmentos de saber, copiando extractos de pergaminos y libros en tiras de vitela que luego fijan a sus túnicas, escribiendo citas en sus armaduras o incluso tatuándose frases en la piel.

Estructura[]

Miembros culto Verena

El culto de Verena está organizado de una forma peculiar, muy libre, casi dependiendo de las circunstancias. Carece de autoridad central, líder absoluto o jerarquía establecida. En vez de eso, el culto se organiza en ámbitos locales, y el clero de cada ciudad (o incluso de cada templo) se encarga de sus propios asuntos como si fuera un culto en miniatura. La lógica que subyace a este sistema de organización (o, más bien, carencia del mismo) sólo resulta comprensible teniendo en cuenta que Verena defiende la sabiduría sobre la burocracia y la justicia sobre la tiranía. Pese a la discrepancia de ciertos individuos arrogantes y autocráticos, la perspectiva general del culto es que sería injusto o imprudente que un templo o sumo sacerdote impusiera arbitrariamente sus opiniones a los demás. En la práctica, realmente es una cuestión de que todo un culto lleno de intelectuales testarudos y a menudo arrogantes casi nunca se ponen de acuerdo en nada, lo que reduce las actividades del culto a continuas discusiones y trifulcas.

Cada templo está compuesto por iniciados y sacerdotes, todos ellos controlados por un único sumo sacerdote. Éste gestiona el funcionamiento cotidiano del templo, supervisa los ritos sagrados y controla la biblioteca del templo. El sumo sacerdote es elegido de entre los sacerdotes del templo, quienes deciden por consenso quién es el más sabio y culto de todos. El sumo sacerdote conserva su cargo mientras siga contando con el consenso de los demás sacerdotes; si su actuación es puesta en duda demasiadas veces, o si toma decisiones estúpidas, no tardará en perder respeto y autoridad y acabará siendo destituido.

El culto de Verena está dividido en varios colegios vagamente filosóficos e ideológicos (no más organizados que el propio culto) que comparten doctrinas similares. Estos colegios no son en modo alguno excluyentes, por lo que muchos sacerdotes son miembros de varios de ellos, e incluso los hay que no pertenecen a ninguno. Los dos colegios principales son los Portabalanzas y los Custodios del Saber.

Además de estos colegios intelectuales, el culto tiene varias órdenes formales, siendo las más importantes la Orden de los Misterios y la Orden de la Luz Eterna. Ambas comenzaron siendo facciones vereneanas que crecieron más allá de sus templos fundadores o asimilaron otros de ideologías similares. A todos los efectos, estas órdenes reciben el mismo trato que cualquier otro templo de Verena, por lo que tienen un único sumo sacerdote que supervisa a varios sacerdotes menores e iniciados.

La Orden de los Misterios[]

La Orden de los Misterios es una orden localizada en algún lugar de la Universidad de Altdorf. Está dedicada a encontrar tomos y artefactos perdidos. Son utilizados por el culto en general, y por clientes de fuera del culto que desean localizar objetos legendarios.

La Orden de la Luz Eterna[]

Esta orden es la más conocida de todas las órdenes de caballería de Verena, y no precisamente por sus legendarias hazañas, sino más bien por su infame reputación. Los caballeros de esta orden proceden principalmente de las clases nobles y se han consagrado a la búsqueda de la justicia, aunque muy a menudo esta justicia es la percibida por un noble, que dista mucho de la del campesinado. Con todo, la orden está ahí para defender al pueblo cuando nadie más está dispuesto a hacerlo.

Pero no son estos actos los que hacen que la Orden de la Luz Eterna sobresalga de las demás órdenes de caballería. No, es la maldición que sufre toda la orden lo que la ha hecho excepcionalmente conocida en todo el Imperio. Sus caballos se encabritan y desbocan, sus armas se rompen y su armadura se oxida prematuramente, y todo ello siempre en los momentos más inoportunos.

Facciones[]

Abogado ejerciendo

Podría decirse que cada templo de Verena es una facción diferente dentro del culto. Debido a que todos los templos se encuentran bajo su propia jurisdicción, la forma en que se rinde culto a la diosa y las distintas interpretaciones que se dan a sus preceptos son muy diferentes en cada parte del Imperio; incluso varía entre los templos de una misma ciudad. Si se tratase de cualquier otra religión ya se habrían producido innumerables cismas, pero los vereneanos aceptan tales diferencias (incluso disfrutan con ellas).

Pero el culto también tiene miembros y órdenes fanáticos a quienes los seguidores mayoritarios prefieren ignorar. Estos extremistas son menos tolerantes con ideas que no son las suyas y tratan de imponer activamente sus puntos de vista a los demás, sean vereneanos o no. El culto acepta este tipo de fanatismo, por no decir que incluso lo fomenta, pero siempre con un espíritu de comprensión.

Los fanáticos vereneanos causan problemas a las autoridades locales mientras viajan por los caminos del Imperio disfrazados de jueces itinerantes. Estos clérigos azuzan al populacho, espoleándolos para que arrastren ante ellos a quienes creen que les han agraviado; posteriormente, los fanáticos presiden un tribunal improvisado y administran su propia y particular interpretación de la justicia. Los vereneanos más moderados hacen lo posible por atar corto a estos sacerdotes, pues ven sus actos como una perversión del sistema judicial.

Órdenes Menores[]

Además de estos colegios y facciones, el culto de Verena también posee algunas órdenes, aunque todas ellas (salvo la Orden de los Misterios) están consideradas como órdenes menores.

La más importante de ellas es la de los templarios de Verena. La diosa sólo es partidaria de usar armas como último recurso, cuando la retórica y la sabiduría han fallado, pero en sus preceptos se incluye la necesidad de esgrimir la espada de la justicia cuando sea necesario. Además de la Orden de la Luz Eterna, existen otras dos órdenes templarias: la Orden de la Espada y la Balanza, y los Caballeros del Pergamino.

Templos y Santuarios[]

Sectas Fanáticas[]

Verena cuenta con varias sectas fanáticas en su clero. Las dos que se describen a continuación son los principales ejemplos de cómo se manifiesta el fanatismo en su culto.

Amigos y Enemigos[]

El culto de Verena en general se muestra amistoso con la mayoría de las demás religiones importantes del Viejo Mun­do, especialmente con los cultos de Morr, Shallya y Myrmidia (esposo e hijas de Verena) pero se opone a los extremismos y prejuicios de cualquier clase, lo cual le ha llevado a tener numerosas fricciones con el culto a Sigmar. Por lo general se tolera al culto de Ranald el Protector, aunque los demás aspectos de este dios no son aprobados.

Días Sagrados[]

La principal festividad de Verena es el primer día del año, en el que sus seguidores rezan por que el nuevo año sea bendecido por su sabiduría y razón, y esté libre de prejuicios e ig­norancia. Hay otras festividades menores al comienzo de cada mes y cada semana.

Preceptos[]

Portada Signs of Faith por Daarken Sacerdotisa Verena Cazador de Brujas
  • Los seguidores de Verena deben decir siempre La verdad en cualquier circunstancia, y no dejarse influenciar por el miedo o el favor.
  • Salvaguarda el conocimiento, pues es la piedra angular de la civilización.
  • Todo conocimiento es igual de importante.
  • Tienen el deber de transmitir cualquier nuevo conocimiento al templo más cercano, aunque no pueden divulgar la información que se les revele en confianza.
  • Un Clérigo de Verena, nunca puede negarse a arbitrar en una disputa o actuar como intermediario si se le pide que lo haga. Haz de mediador en disputas cada vez que te sea posible.
  • No permitas que te conviertan en un instrumento de la injusticia o la herejía.
  • Para los seguidores de Verena el combate debe ser tu último recurso, solo se debe recurrir a él cuando sea estrictamente necesario para tener éxito, pero nunca temáis empuñar la espada de la justicia. Se les permite llevar armadura y usar espada si es necesario. No se ha sabido que los seguidores de Verena tomen las armas desde las Incursiones del Caos hace dos siglos.

Expresiones Vereneanas[]

  • Su única oportunidad es que Verena se quede ciega - Expresión popular; significa que el acusado no las tiene consigo.
  • El negocio familiar - juicio y ejecución.
  • Besar la lechuza - prestar juramento a Verena, tras lo que suele basarse el símbolo sagrado de un sacerdote. También se utiliza como maldición (¡Bésame la lechuza!).

Fuentes[]

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