El mejor honor de Mousillon llegó cuando Landuin, quien había luchado junto a Gilles el Bretón en la liberación de Bretonia de los pieles verdes, regresó a su casa para encontrar a Mousillon invadida por No Muertos. Landuin cabalgó hacia el medio de la horda de muertos vivientes y se perdió allí durante un día entero, fuera de la vista de Gilles y sus Compañeros, quienes temían que Landuin hubiera sido asesinado. Landuin regresó tras caer la noche portando la cabeza del asqueroso nigromante que lideraba los muertos vivientes: Landuin le había buscado y matado y así vengó la muerte de sus parientes a manos de los muertos vivientes y arregló la profanación de su hogar. Al amanecer, los Compañeros cabalgaron, y la horda de muertos vivientes, sin líder, fue masacrada por su atronadora carga.
El lugar de la batalla, algún camino al este de Portand, al norte del Grismerie, es una zona de suelo inusualmente bueno en Mousillon, y podría ser una tierra de cultivo excelente si algún campesino se atreviera a ararla. La Victoria de Landuin es un recordatorio de que Mousillon fue una vez una tierra de verdor hermoso, donde se podía ver el toque de la Dama en cada ondulada colina y arboleda. Sin embargo, la Victoria es poco visitada porque es un lugar tan lleno de muerte como de belleza. Dada la cantidad de muertos andantes que fueron masacrados en la carga de los Compañeros, miles de huesos aún permanecen sobre la superficie o asomando entre el suelo, conservados a través de los siglos posteriores por algún vestigio de magia nigromántica. De hecho, algunos se atreven a susurrar que lo que da vida a la Victoria es sólo el eco de la Magia Oscura y no una bendición de la Dama.
En el centro de la Victoria hay una fortaleza de piedra en ruinas, ahora poco más que el derruido esqueleto de una torre, el lugar donde se rumorea que Landuin venció al nigromante. Debería ser un lugar santo y de peregrinación, pero pocos van a verlo. La Victoria en su conjunto es un lugar de gran belleza, pero también una siniestra e indefinible incorrección que implica que pocos se detienen por mucho tiempo.