Chakax, el Guardián Eterno, lleva un enorme yelmo-cráneo del que se dice que perteneció una vez al primero de los Guardianes del Templo, el Guardián de los Orígenes. El espíritu de este saurio, fallecido tiempo atrás, aún persiste en él yelmo, y aumenta la conciencia del portador frente a las amenazas hasta niveles sobrenaturales.
El Yelmo del Protector Supremo no solo otorga una mayor protección a Chakax, sino que también le permite descubrir a los enemigos ocultos, sin importar lo bien escondidos que estén, a varios metros a su alrededor instantanemanente, lo que le ha convertido en un experto adivinando las amenazas más encubiertas y eliminándolas con un poderoso golpe de su Maza de Piedra Estelar.
Fuentes
- Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (7ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (8ª Edición).